El Crematorio
Soberbia
La soberbia, es un pecado capital ampliamente extendido que afecta a pobres y ricos en las relaciones humanas, a estados y hasta naciones, donde el sentimiento de superioridad, el convencimiento de tener siempre la razón, la ciega confianza en ser el único en posesión de la verdad; los lleva a despreciar, a humillar, e incluso, a querer modificar la manera de entender la vida y la sociedad de los demás grupos humanos. La soberbia también genera enfado, cuando los prepotentes son contrariados, algunos responden de modo violento a quien se ha atrevido a disgustarlos. Jactándose de siempre estar en la cima de una civilización moral, social, política y económica.
El poder daña inevitablemente el libre juicio de la razón y, en consecuencia, se mezcla con miopía, deficiente información e ingenuidad histórica. Este pecado capital de graves consecuencias, arrastra a pueblos enteros, a naciones y siempre perjudica el bien común, pues la miopía política arrasa negativamente a la humanidad.
México en tiempos de pandemia, es azotado vilmente por este mal, no solo en calidad de virus, sino como mal endémico intelectual de los gobernantes: llámense presidentes, gobernadores, servidores públicos y representantes populares; cegados por sus propias ideas suelen ser incapaces de comprender las de los demás, que lesionan gravemente a sus gobernados y por ende Oaxaca también padece este grave mal. Lo peor de todo es que las lecciones siguen sin aprenderse, por ello los pobres y los desfavorecidos siempre claman justicia que nunca llega. (v. gr. caso Lozoya)
“Un gobernante nunca oye la verdad y siempre acaba por no querer oírla”. Esa es la soberbia.