¿Solución o visita de cortesía?
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Editorial

¿Solución o visita de cortesía?

 


El jueves 4 de agosto, el gobernador Alejandro Murat Hinojosa, junto con el gobernador electo, Salomón Jara Cruz, así como los titulares de la Secretaría de Salud federal, Jorge Alcocer Varela; del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Zoé Robledo; del Instituto de Salud para el Bienestar (INSABI), Juan Antonio Ferrer Aguilar; del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), Pedro Zenteno Santaella, así como de la Comisión Coordinadora de Institutos de Salud y Hospitales de Alta Especialidad, Gustavo Reyes Terán y la titular de los Servicios de Salud en el estado (SSO), Virginia Sánchez Ríos, recorrieron y supervisaron diversas unidades de salud que atienden a la población oaxaqueña. Entre ellas, el Hospital General “Dr. Aurelio Valdivieso”, el de la Niñez Oaxaqueña, el de Alta Especialidad y el de la Mujer y Niño Oaxaqueño.

En este encuentro con los titulares de casi todo el sector salud de la Federación, el ejecutivo estatal afirmó que, en el estado, la salud es prioridad, por ello en equipo, junto a los representantes del gobierno federal recorrieron los hospitales de Oaxaca, en donde se dio a conocer a la base trabajadora, así como la infraestructura, equipamiento y personal disponibles que tiene la entidad, y aprovecharla para que sea de manera eficiente la atención a la población oaxaqueña. Sin embargo, nada se dijo de la crisis que ha tenido en su gobierno, cuyo Talón de Aquiles ha sido, justamente, el sector salud. En su momento, el gobernador electo refirió el gran interés del gobierno federal por darle prioridad a la salud de los oaxaqueños.

Aunque del tema seguiremos comentando en este espacio editorial, es importante subrayar que para nadie es un secreto la soterrada protesta de los trabajadores por la falta de medicinas, insumos, equipo médico y otros, además de la solución parcial que se dio hace al menos un par de años, para atenuar el problema de los trabajadores que habían sido contratados sin el techo financiero requerido, lo que generó un hoyo financiero a los Servicios de Salud en el estado (SSO). Esta problemática ha sido la piedra en el zapato desde el inicio del gobierno de Murat Hinojosa y, por lo que se sabe, hay aún una suma millonaria de adeudos y falta de pagos. Dada la información generada respecto a la visita de la semana anterior, podemos tener la certeza de que una vez más, la Federación nos pasa el dedo por la boca.

 

Acabó el jolgorio

 

Una vez concluidos los festejos del mes de julio y de principios de agosto, nuestra capital muestra ya los síntomas de la normalidad. En efecto, son al menos dos semanas de fiestas, convites, calendas y un abanico de expresiones que siguen cautivando a los mismos oaxaqueños y a los visitantes del país o el extranjero que llegan a la capital y los Valles Centrales. El pasado miércoles 3 de agosto se clausuró la Feria Internacional del Mezcal, 2022, con una serie de presentaciones de grupos musicales, un día antes, “Maná”, reconocida a nivel internacional cerró prácticamente los festejos en el Auditorio “Guelaguetza” a reventar. El entorno de los festejos de julio pues, han tenido una mayor riqueza con la participación de conjuntos y bandas que recrean el gusto de propios y extraños.

Sin embargo, hay que volver a la realidad. Desde hace tiempo en este espacio editorial hemos dicho que, en ciertas áreas del gobierno estatal se respira un aire de atonía y parálisis. Tal parece que los servidores públicos no cumplen a cabalidad con la lealtad y compromiso que tienen con esta administración y, en consecuencia, con el gobierno de Alejandro Murat. Hay quienes afirman que las protestas y medidas de chantaje se han exacerbado, porque a los dirigentes de las organizaciones parasitarias, que viven del erario estatal, ya no los atienden. Puede que haya algo de cierto. Existe una agenda pendiente que debe resolverse a la brevedad, dado que el gobernador concluye su gestión en poco menos de cuatro meses, es decir, está en la recta final de su mandato y, hay obras que no se han concluido ni proyectos que no se han cumplido.

El tiempo apremia y no hay lugar para esa atonía que mencionamos antes. Los responsables de las distintas áreas del gobierno estatal deben ponerse a trabajar para cerrar esta administración con los mejores resultados posibles y silenciar la crítica que afirma que todos están metidos en el Año de Hidalgo, que se interpreta como el año en que sólo los idiotas dejan algo. Durante estos meses las denuncias y las críticas en redes sociales sobre gastos excesivos y corrupción no han cesado. El ejecutivo estatal debe llamar a sus colaboradores y decirles lo que al principio de su régimen: quien incurra en corruptelas tiene que pagar por ellas. Que no haya impunidad para quienes lucran con el dinero del pueblo para su beneficio personal.