Urgen clases presenciales
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Editorial

Urgen clases presenciales

 


Por lo que hemos publicado en EL IMPARCIAL. El Mejor diario de Oaxaca en los últimos tiempos, no todos los directivos de las escuelas de educación básica y media han hecho eco del llamado del Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO) para alentar la presencia de los alumnos y emprender un tanto la nueva normalidad educativa en las aulas, es decir, las clases presenciales. Desde que las autoridades hicieron el llamado surgieron de inmediato las voces de resistencia de la misma Sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), con el argumento de que las condiciones no estaban dadas; que se requería la limpieza de los edificios escolares; que había que dotar a las mismas de agua potable segura, además, claro, de los elementos para evitar contagios de Covid-19, como cubrebocas y gel anti-bacterial. En pocas palabras, parte del magisterio, animado por sus dirigentes, se resistieron al retorno.

En contraste, hubo maestros (as) que asumieron su responsabilidad docente y contra viento y marea regresaron a sus centros de trabajo, conscientes de las limitaciones que trajo consigo la contingencia en materia de conexión a internet y el atraso brutal de los educandos en materia de planes y programas escolares. Incluso se turnaron para atender con prontitud el rezago que había propiciado la pandemia, mientras sus colegas renuentes siguen cobrando puntualmente su salario sin pena alguna, pero eso sí, justificado con un pernicioso activismo sindical y prestos para tomar oficinas o carreteras. El IEEPO, máxima autoridad educativa se ha visto limitado para proceder en contra de los renuentes o, mínimo, levantarle las actas administrativas correspondientes.

Sin embargo, tal parece que la Providencia apoya a los flojos, pues los nuevos brotes del virus que han sido detectados en decenas de centros escolares del Istmo de Tehuantepec y en otras regiones, ha obligado al cierre de escuelas, tal cual lo disponen los protocolos autorizados por la Secretaría de Educación Pública (SEP). El panorama para un regreso pues, se complica, justo cuando el curso escolar 2021-2022 está a punto de concluir a fines de este mes de julio. Esperemos que superado esto, haya mano dura de las autoridades para no permitir más discrecionalidad en el regreso a clases presenciales que, a la fecha, sólo ha sido a medias.

 

Llamado a sociedad civil

 

Las redes sociales han sido el catalizador como foro de denuncia ciudadano, para dar cuenta del estado tan lamentable en que se encuentran calles y avenidas de la capital oaxaqueña en días previos a la temporada vacacional que, como mencionamos el pasado viernes, resulta contrastante con el bombo y platillo con el que se conducen las autoridades tanto estatales como locales, en torno a las fiestas de julio. Si se tratara de darle lo que se llama “una manita de gato”, habría que empezar por la entrada a la ciudad por la carretera 190, que es donde arriba el turismo nacional y extranjero que viene de la súper carretera Oaxaca-Cuacnopalan. Partiendo de la premisa de que el ayuntamiento que preside Francisco Martínez Neri, está en la indigencia total por las razones que hemos expuesto ya en este espacio editorial, gracias a la pésima administración de su antecesor en el cargo, no le hace falta talento al fiscalista para echar mano de otros métodos.

Por ejemplo, durante dos fines de semanas, en lapso de cinco o seis horas se cerró un carril en el Cerro de “El Fortín”, para darle mantenimiento. Se sabe que fue tequio, en el que participaron prestadores de servicios turísticos, empresarios, mercaderes, empleados municipales, etc. Sin duda alguna, una idea acertada para paliar esa falta de recursos de la que hablamos. El llamado a la sociedad civil siempre es un aliciente para emprender grandes y pequeñas acciones. Como ciudadanos que amamos nuestro terruño, nadie negará aportar lo que su capacidad física o económica le permita para embellecer nuestra capital. He ahí el por qué varios levantaron la mano para el rescate y rehabilitación de algunas fuentes coloniales total o parcialmente destruidas por el abandono o por maldad.

Durante la lamentable gestión de Oswaldo García Jarquín lo hicieron pedazos en las redes sociales, cuando mandó a la Policía Municipal a detener a contratistas y directivos de ciertas constructoras que, carretillas y palas en mano, tapaban baches en algunas calles citadinas. Es decir, lo que el gobierno no tenga la capacidad de atender, sea por precariedad de recursos o porque no cuenta con el personal para hacerlo, debe dejar hacer y dejar pasar. El abandono en que se encuentra nuestra capital le duele a quienes la amamos. Es cierto, la responsabilidad real compete a las autoridades, pero hay circunstancias en que se requiere hacer un llamado a la sociedad civil.


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