2022: Año político
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Opinión

Editorial

2022: Año político

 


El año que recién inició será en Oaxaca de mucha actividad política. Ya lo hemos vivido en los meses recientes. Los partidos políticos que han anunciado su propósito de competir por la gubernatura, han tenido intensa actividad para perfilar sus mejores cuadros. Será en este mes cuando algunos definan a su abanderado (a), en tanto que otros lo han hecho en semanas previas. De nueva cuenta pues, Oaxaca vive las premisas de las elecciones de un nuevo gobierno ante el fin del sexenio de Alejandro Murat, que se estima para el próximo 30 de noviembre, para entregar la estafeta al día siguiente. El órgano local, el Instituto Estatal Electoral y de Participación Ciudadana (IEEPCO), tiene ya previsto todo para que el proceso que se llevará a cabo en junio, se realice conforme a los protocolos establecidos.

Según expertos, por las tendencias que se han visto en los dos pasados procesos, es posible que el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), ratificará su supremacía en la entidad. Sin embargo, en todo lo que compete a elecciones, nada está escrito. Los vaticinios y a veces las encuestas resultan un fiasco. Con certeza será un proceso competitivo habida cuenta de los jalones y tirones que ya se están dando en el citado partido político, con inconformidades e impugnaciones de parte de una de las aspirantes que ha manifestado su desacuerdo con la elección de uno de sus compañeros. Afirma, sin base en datos reales sino sólo en simpatías, que los oaxaqueños queremos una gobernadora mujer. Y bajo ese argumento, ha presentado, ante los órganos internos de Morena, su inconformidad. Hay quienes opinan que se trata de una evidente indisciplina en un partido político vertical y autoritario, que asemeja los peores tiempos del Partido Revolucionario Institucional (PRI).

Sean cuales fueren los resultados de la elección interna en cada partido, aquello que los oaxaqueños aspiramos es a un proceso con paz social, civilidad y certidumbre. Que los aspirantes hablen a sus seguidores o simpatizantes con la verdad; hay que dejar atrás la demagogia y las promesas falsas. No queremos íconos de la democracia que resulten los peores farsantes. Tampoco demagogos mesiánicos que prometan el oro y el moro, a sabiendas que no habrán de cumplir. Sólo aspiramos a gobernantes que cumplan con la famosa cruzada en contra de la corrupción y no salgan peores de los anteriores.

 

Municipio capitalino: Un desafío

 

Como lo hemos comentado en espacios editoriales anteriores, lo que vivimos los oaxaqueños radicados en Oaxaca de Juárez en los últimos tiempos, definitivamente deben tener una respuesta enérgica. El sábado pasado tomó posesión como presidente municipal Francisco Martínez Neri, ex rector de la Universidad Autónoma “Benito Juárez” de Oaxaca (UABJO); ex diputado federal y ex titular de la Secretaría de Cultura y Artes, en el sexenio de Gabino Cué Monteagudo. El edil, que fue ungido en el cargo más importante de la capital, tiene pues una experiencia probada en asuntos públicos y, por lo que ha declarado a los medios de comunicación, tiene todo el propósito de dar los resultados que los capitalinos esperamos y que, durante los tres años anteriores, fueron un completo fracaso.

Sin duda alguna, lo que Martínez Neri tiene en puerta es un serio desafío. Las arcas municipales están vacías, con enormes adeudos, producto de una pésima administración. Además de ello, el primer gobierno de la llamada Cuarta Transformación dejó en el imaginario colectivo, la certeza de una administración fallida, plagada de torpezas y desatinos. El caso del conflicto con los sindicatos que se dio en los últimos días de diciembre, dan una idea de que quien llegó a sentarse a la silla del edificio de la Plaza de la Danza, nunca tuvo ni la remota idea de lo que era gobernar la comuna. La ciudadanía vivió situaciones inéditas que jamás se habían dado, pese a que al frente del gobierno citadino han estado personajes que, si bien, no tuvieron una probada formación académica o se prepararon para tal empresa, dieron mejores resultados.

Por la forma en la que se ha manifestado Martínez Neri, es importante subrayar que hay confianza en que las cosas tomen un rumbo diferente. Por lo pronto le otorgamos el beneficio de la duda, confiados en la certeza de que se trata de una persona seria, comprometida con los ideales de su partido, pero, sobre todo, con la ciudadanía que le otorgó el triunfo con el voto mayoritario. No está por demás que habiendo recibido un erario desfondado, recurra a sus amplios conocimientos de auditoría y contabilidad para realizar una revisión exhaustiva a la gestión de su antecesor. Los citadinos exigimos cuentas claras y saber a ciencia cierta qué ocurrió con los recursos que fueron canalizados al ayuntamiento capitalino y los recursos que generan nuestros impuestos.