Consulta: Controversia e ilegalidad
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Editorial

Consulta: Controversia e ilegalidad

 


Mientras algunas publicaciones de reconocida fama internacional siguen cuestionando la actitud del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, como es el caso de la revista británica The Economist, que en sus dos recientes ediciones ha arremetido de manera inusual en contra del mandatario mexicano. Una, considerándolo como Cantinflas, el gran cómico, conocido por su lenguaje de hablar mucho sin decir nada y la segunda, haciendo un análisis de las clases medias mexicanas y cómo contribuyen al saneamiento de las finanzas públicas del país, militantes y cabezas visibles del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), siguen empeñados en la famosa consulta a realizarse mañana, según algunos despistados, para llevar a juicio a los ex presidentes de México, Carlos Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo, Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto.

Es evidente que se trata de un teatro armado para que el partido del presidente se consolide en el mapa político nacional, que lo está, pero con grandes dudas. Uno de los motivos de las mismas han sido los acontecimientos de los últimos días, por ejemplo, las supuestas donaciones a los hermanos del presidente o los señalamientos que ha hecho el gobierno de Tamaulipas, sobre los hermanos López Beltrán, hijos de López Obrador, respecto a negocios ilícitos. Y han dado pelos y señales. Todo ello ha dado pie a que la Agencia Antidrogas en los Estados Unidos (DEA), nos tenga baja la lupa. 

He ahí el por qué más allá de resultados electorales, la consulta de mañana ha sido vista como una farsa, como una cortina de humo para simular, para aparentar una situación que no existe en el país, además de que, como alguien lo atribuye a un importante funcionario del gobierno federal, los delitos asumidos a los ex presidentes, si fuera el caso, ya prescribieron. No hay que olvidar que el mismo presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, ya lo había dicho cuando recién se aprobó la controvertida consulta: serán los hechos de gobiernos anteriores el motivo de la consulta no personas en particular. Sin embargo, aquí en nuestro terruño, hay quienes insisten en darle al citado evento un carácter de ventaja política, aunque todo sea producto de una faramalla demagógica para incautos y fanáticos. Ninguno ha dado pie a que la ciudadanía sepa de qué se trata el teatro armado desde el podio presidencial.

Concluye mes de fiestas

Los resultados de este mes en materia de turismo, deben ser magras o más bien, pobres. Por un lado, la situación de la pandemia en Oaxaca, como en otras partes del país, ha sido grave. Oaxaca regresó a dos niveles en el aspecto de semáforo epidemiológico. Es decir, estábamos en verde, pero en una semana regresó a amarillo y después a naranja. Los contagios siguieron ubicándose en algunas regiones como el Istmo, la Costa, los Valles Centrales y la Mixteca, en ese orden. Además, se dejaron de celebrar eventos tradicionales como La Guelaguetza, eso sin tomar en cuenta que los llamados a mantener los protocolos sanitarios, no dejaron de lacerar a nacionales y extranjeros. En fin, concluye pues el mes de julio que, en otros tiempos fue para la industria turística un aliciente temporal, sobre todo en este mes que siempre ha sido considerado por emblemático en nuestro entorno estatal.

Por si la pandemia no hubiera sido suficiente, con premeditación infame, grupos, maestros, indígenas y demás, buscaron con un oportunismo aberrante esta fecha para hacer de las suyas. Así, los visitantes tuvieron que tolerar, al igual que los propios, bloqueos carreteros, extorsión en casetas de cobro y en el Aeropuerto, entre otros. Además, en el Centro Histórico, los efectos del desalojo de comerciantes en la vía pública, dejó un lastre de agitación y protestas. Llama la atención que grupos, con los que el gobierno estatal ha tenido demasiada complacencia, como es el caso de los triquis, hicieron su teatro en estos días de vacaciones. ¿Cómo hacer atractivos nuestros destinos turísticos, como los nuestros, con aquellos grupos que tienen como propósito hacer lo contrario? Eso no se ve en ningún lado del mundo.

Han terminado pues las fiestas de julio, el mes de La Guelaguetza, el mes de mayor afluencia de turistas, de más derrama económica. En verdad, ¿quién querrá venir a nuestra capital o el estado, con esta situación permanente de agitación, de obstáculos al libre tránsito, de atentados contra las libertades y nula vigencia del Estado de Derecho? Creemos que son muy pocos los valientes. Insistimos: en tanto no se tomen las estrategias prudentes para evitar que grupos o adversarios del gobierno de Alejandro Murat, sigan promoviendo la ingobernabilidad, seguiremos como hasta hoy, como un pueblo sin ley. Hay aún tiempo para rectificar el camino.