Una labor coordinada
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Editorial

Una labor coordinada

 


Durante su vista a las modernas instalaciones de EL IMPARCIAL El Mejor diario de Oaxaca la semana anterior, para una entrevista colectiva, el candidato del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) a la presidencia de la capital, Francisco Martínez Neri, destacó algo importante para la solución de los problemas de la capital: la coordinación con las autoridades de los municipios que conforman el área metropolitana, para temas como la contaminación de los ríos Atoyac y Salado y, por supuesto, del transporte. En efecto, la situación de la capital oaxaqueña no se puede entender si no se observa lo que ocurre en Santa Lucía del Camino, Santa Cruz Xoxocotlán, San Jacinto y Santa Cruz Amilpas, San Andrés Huayapan o San Agustín Yatareni, por mencionar solamente algunos de los municipi0s conurbados.

En el caso de la contaminación que padece el Río Atoyac, por ejemplo, la solución debe provenir de la coordinación y entendimiento con las autoridades en cuya jurisdicción pasa dicho río, que no son pocas, pero todas en su conjunto tienen que poner su grano de arena, desde donde nace dicho río hasta su desembocadura. En lo que se refiere al manejo de la basura o en la construcción de un nuevo relleno sanitario, hay que recordar que el actual recibe los desechos de al menos una decena de municipios. De igual manera en el transporte, dado que a la capital llegan taxis foráneos de centenas de comunidades, incluso de regiones que no son de los Valles Centrales. Sin embargo, para tratar dicho rubro, es importante el compromiso de las autoridades de dichas comunidades o municipios. 

La problemática de la capital oaxaqueña pues, debe verse en el contexto regional y, geográficamente, en un área mucho mayor de la que corresponde a la zona exclusivamente urbana. He ahí el por qué la situación de la capital se ha complicado mucho, como es el crecimiento anárquico de fraccionamientos, asentamientos humanos irregulares y otros, sin que haya control alguno, lo que ha derivado en agotamiento de los mantos freáticos y falta de agua, contaminación del aire y el suelo y diversos problemas. Todo ello, insistimos, debe verse en el contexto regional y no solamente municipal. Es importante que también las autoridades municipales que entrarán en funciones el año que viene, interpreten la realidad en ese sentido y no en el ámbito puramente municipal, pues la realidad es otra.

Despojo, delito impune

En los últimos días han sonado con mucha insistencia, casos de despojo. Un conocido abogado, ya estigmatizado por la ciudadanía está en prisión preventiva, por un caso en el que pretendió desalojar a una persona de su domicilio, sin tener las pruebas necesarias que acreditaran la propiedad del inmueble. No es el único caso. Hay decenas más en las que contando con la complicidad de notarios públicos, funcionarios y empleados de dependencias como el Registro Civil o el Registro Público de la Propiedad, se ha apropiado inclusive de predios que fueron asegurados por dependencias de gobierno. Es el caso, por ejemplo, del predio conocido como “Punta Colorada”, de la que se asume dueño, cuando todo mundo sabe que pertenece al gobierno estatal o el de una propiedad en Huatulco, del que dice ser propietario, pero fue producto del despojo impune.

En días recientes sonó en los medios de comunicación el tema de personas que afirman haber sido borrados en el Registro Civil, lo que motivó la pérdida de identidad. Sin embargo, el asunto tiene mar de fondo, pues se trata de sujetos que habrían usurpado nombres y apellidos, con el objeto de despojar a una anciana mayor de 100 años de algunas de sus propiedades. El tema, como hemos dicho, tiene serias implicaciones. Hay quienes se han dedicado a investigar los bienes de personas que mueren intestados para apropiárselos. Otros más, siguen usando los malos oficios de fedetarios públicos para alterar los libros, teniendo como objetivo apropiarse de los predios de manera ilícita. Bajo supuestas escrituras públicas despojan a familiares de las propiedades que, al morir los abuelos o padres, quedaron sin los documentos que acrediten la propiedad.

El delito de despojo no es nada nuevo. Viene practicándose en Oaxaca desde hace poco más de dos décadas. De un día para otros sujetos sin escrúpulos se han apropiado de casas, terrenos, incluso de bienes históricos catalogados, con documentos falsos, situación difícil a veces de comprobar pues hay un nudo de trámites y oficinas que hay que ir a constatar, para probar su autenticidad. El caso del abogado que mencionamos al principio es emblemático, habida cuenta del cinismo con el que ha despojado a muchas personas, incluso contratando los servicios de sicarios y a mano armada. El hecho de que haya sido detenido y vinculado a proceso, da cuenta de que el gobierno de Alejandro Murat quiere extirpar dicho delito y que quien lo cometa que reciba castigo.