Panorama preocupante
Oaxaca
La Capital Los Municipios
El Imparcial del Istmo El Imparcial de la Costa El Imparcial de la Cuenca
Nacional Internacional Súper Deportivo Especiales Economía Estilo Arte y Cultura En Escena Salud Ecología Ciencia Tecnología Viral Policiaca Opinión

Opinión

Editorial

Panorama preocupante

 


La pandemia tiene hoy mismo repercusiones en diversos aspectos: económico, sanitario, social, etc., nunca vistas en la historia de la humanidad, al menos desde hace más de un siglo. Los efectos se atisban más graves aún. Entre 1918-1920, México y muchos países padecieron los estragos de la influenza española, una pandemia que según algunos datos cobró en el país no menos de 300 mil muertos, cuando apenas había terminado el proceso revolucionario, que había fustigado duramente a la población mexicana. Según las crónicas de la época, se dieron escenas dramáticas, como aquellas que recrean el acarreo de cadáveres en carretas atiborradas, pasando por las calles de las ciudades del país, recogiendo cuerpos inertes que eran materialmente dejados en las puertas para que fueran recogidos para darles cristiana sepultura en fosas comunes. Hubo hambre, crisis económica, desempleo, inseguridad. 

Resulta pues una ofensa al sentido común que si en países como Alemania, Francia o Reino Unido, sus primeros ministros o cancilleres admiten grandes problemas económicos y, como el caso de Ángela Merkel, de Alemania, reconozca que con la pandemia se viven episodios similares a los años de la guerra, en nuestro país, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador vea el escenario como una simpleza inimaginable, para afirmar que el país está preparado para afrontar cualquier reto y hable de programas y proyectos que, lejos de paliar la pobreza que se avecina, estimularán el crecimiento de la pobreza.

En Oaxaca, sin fatalismo de ninguna especie, lo que hemos visto hasta hoy es la premisa de lo que apenas viene. Se advierten en el horizonte el cierre de empresas, la recuperación aún lejana de la industria turística, el desempleo y muchas consecuencias más. A ello hay que agregar la inseguridad, la falta de oportunidades, el incremento en la economía informal, entre otros fantasmas que apenas muestran sus efectos negativos. Los programas sociales y clientelares que ha impulsado el gobierno federal no alcanzarán para paliar el tsunami económico que nos habrá de alcanzar. Por ello, sorprende que si en los países con un superávit económico considerable como es Alemania o Francia hay preocupación, aquí se vean las cosas de manera tan superficial, que no sólo ha llamado la atención de las publicaciones especializadas, sino de los organismos financieros internacionales.

Seguridad a cuenta gotas

Siempre hemos criticado las mediciones que lleva a cabo el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), en torno a la seguridad en Oaxaca, cuestión que ha hecho que los funcionarios responsables se regodeen en las cuentas alegres y se insista en que la entidad es una de las más seguras del país. Dicha crítica la hemos realizado en este segmento editorial y otros espacios, cuando existe en la visión ciudadana, que las estadísticas de dicho órgano no coinciden con la cadena de crímenes y ejecuciones que se dan en diversas regiones del estado, particularmente en la Cuenca del Papaloapan, el Istmo de Tehuantepec y la Costa oaxaqueña. Pareciera pues que la información que manejan en la citada fuente fuera contrapuesta a la percepción ciudadana. Sin embargo, también hay que reconocer que las cosas han cambiado. 

Lo anterior viene a cuento luego de que el miércoles de la semana pasada, el titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSyPC), Alfonso Durazo Montaño, dio a conocer que Oaxaca se encuentra por debajo de la media nacional en el rango de homicidios dolosos. De acuerdo a la comparativa presentada, por cada 100 mil habitantes -en los periodos comprendidos de enero a septiembre 2019 y 2020, respectivamente- la entidad oaxaqueña registró una disminución del 17.3% en la incidencia de este delito de alto impacto. Cabe resaltar que nuestra entidad se localiza entre las 22 entidades en tendencia a la baja. Estos resultados son parte del trabajo coordinado y estratégico que implementa la Secretaría de Seguridad Pública de Oaxaca (SSPO), para reducir los índices delictivos y reforzar la tranquilidad en las ocho regiones de la entidad.

Se trata pues de una buena noticia, aunque también hay que reconocer que las vendettas criminales, entre grupos que se disputan las plazas regionales, no paran en su carrera sangrienta. Un día antes de que se diera a conocer este informe, luego de una gira de trabajo del ejecutivo estatal en la zona de la Cuenca, en la comunidad de San Miguel Soyaltepec, aparecieron dos cadáveres desmembrados. Previo a ello, en los límites de Oaxaca con la población veracruzana de Jesús Carranza aparecieron los cuerpos de cinco personas, con huellas de tortura y disparos de armas de fuego. Cuatro hombres y una mujer. El jueves pasado, en la entrada de Chahuites, se encontró el cuerpo de un sujeto ejecutado, colgado de un puente. Lo dicho pues, no obstante, las cuentas alegres y buenas noticias, las operaciones criminales no paran.