Una medida saludable
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Editorial

Una medida saludable

 


La capital oaxaqueña tiene serios problemas para el manejo de los residuos sólidos, pero no todo es imputable a los servicios de limpia que proporciona el gobierno de la ciudad, por el que pagamos nuestra cuota anual ni, mucho menos, porque el relleno sanitario que se ubica en jurisdicción de Zaachila sea inoperante, sino por la forma a veces tan irresponsable en la que cada ciudadano maneja sus propios desechos. Dado que la recolección se da por las mañanas, hay quienes optan por sacar sus bolsas de basura en la noche y dejarlas, así como así, en la vía pública. Vecinos curiosos han difundido en redes sociales y hasta vídeos de mujeres u hombres que tiene ese hábito nocivo, sin importarles mucho que ello genere moscas, fauna nociva o que perros callejeros esparzan los desechos, generando con ello un serio asunto de salud pública. La presión a las autoridades para sancionar estas acciones ha sido recurrente.

Por ello, como se informó en boletín oficial el jueves de la semana pasada, con el objetivo de fomentar la cultura del manejo responsable de los residuos sólidos, contrarrestar los focos de contaminación y mantener en las mejores condiciones la infraestructura urbana, el Ayuntamiento de Oaxaca de Juárez, a través del Juzgado calificador especializado para sancionar el abandono de residuos sólidos urbanos en vía pública, atendió una denuncia ciudadana y sancionó a una persona. La queja llegó a las autoridades a través de redes sociales, donde la ciudadanía exponía que el 23 de agosto una persona del sexo femenino fue señalada como responsable de depositar bolsas de basura en un espacio público sobre la Calzada de la República, en el perímetro del Barrio de Jalatlaco.

Desde el inicio de la actual administración municipal hubo un intento para evitar tomar las calles y baquetas como basureros. Pero no avanzó como la ciudadanía esperaba. Será sin duda una labor corresponsable entre autoridades y sociedad, pues las sanciones a los vecinos (as) irresponsables se dará en función de la denuncia, la cual, seguramente se tiene que reforzar con fotografías y videos que hagan evidente la responsabilidad de la persona a la que se señale. Para muchos citadinos se trata de una medida severa pero saludable. Nada, absolutamente nada justifica, hacer caso omiso de una prioridad que nos compete a todos: tener una ciudad limpia y confortable. Y la responsabilidad de ello nos compete a todos. Estamos ciertos de que las autoridades hacen lo suyo. Pero cada ciudadano tiene que hacer lo le corresponde. 

Crecimiento anárquico

Desde que inició la discusión sobre la puesta en venta de un terreno, con una superficie cercana a los 3 mil metros cuadrados, en una zona que el ayuntamiento de la capital oaxaqueña ha negado que sea la zona de reserva ecológica, denominada “Lomas del Crestón”, grupos ambientalistas y urbanistas, han encendido las luces amarillas para alertar sobre un crecimiento urbano anárquico e irracional. En efecto, hay zonas en las que habitan cientos o miles de personas que están invadiendo áreas protegidas, adquiridas, seguramente, con fraccionadores o especuladores que lo han hecho vulnerando la ley. La capital oaxaqueña, ello no es un secreto, ha crecido de manera irracional en la última década. Y ello ha ocurrido, precisamente porque no existe un Plan Maestro o Proyecto de Desarrollo Urbano que contemple la preservación de áreas boscosas o de reserva ecológica.

Hoy mismo se puede observar que las partes altas de cerros que antes estaban sin viviendas hoy lo están. Las laderas que rodean a la Avenida José Murat están pobladas y no se diga las que rodean al Cerro de El Fortín. La sorpresa de grupos ambientalistas que hace poco más de una semana se apersonaron en los terrenos que se dice enajenará el ayuntamiento de la capital, fue encontrarse a extranjeros, oriundos de Bélgica y Cuba, asumirse como propietarios de predios que, se presume, no están regularizados en el padrón municipal. Con seguridad tampoco pagan impuesta predial ni servicios municipales. Existen pues una serie de rubros en los que el gobierno local ha sido omiso para atender. No es con medidas punitivas como se pueden resolver sino hacer un análisis de las anomalías y darles un tratamiento conforme a Derecho.

Desde hace años tratamos el tema del Libramiento Norte, que pasa en la parte superior de San Felipe del Agua y que fue suspendido justamente por la presión de una organización civil por invadir áreas protegidas, hoy luce densamente poblado. Decenas de residencias se asentaron ahí. Los propietarios adquirieron sus terrenos de buena fe, sin saber las condiciones legales de los predios. Una revisión de parte de las autoridades municipales podría darles una idea de lo que está ocurriendo y lo que tienen que hacer para evitar que este fenómeno de invasión se siga dando. Por ley, las zonas de reserva ecológica tienen que respetarse. No hay argumento válido que las justifique o medias tintas.