Jueves Santo
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Editorial

Jueves Santo

 


Partiendo de la premisa de que se trata de uno de los días sagrados para miles y miles de oaxaqueños; día de guardar; de mantener la unión en casa y de la fe, no obstante, en las condiciones actuales, no podíamos pasar desapercibida dicha fecha y consignarla en nuestros espacios editoriales. En nuestros usos y costumbres, los días como hoy son de visita a las siete casas, que implica acudir a siete iglesias, en cuyos altares mayores ya no lucen las imágenes habituales, sino sólo un gigantesco lienzo morado, que representa para los católicos del mundo, una señal de dolor, para rememorar la detención de Jesucristo y el suplicio que le antecede a su sacrificio. Para las familias de la capital oaxaqueña es –o era en años anteriores- un verdadero ritual. Acudir con niños y adultos a algunas de nuestras numerosas iglesias, sólo a visitarlas. Posteriormente, a disfrutar los antojitos, fritangas, dulces regionales, etc., de personas que se ganan la vida vendiendo afuera de las citadas iglesias.

Hace algunas décadas, cuando predominaba en la entidad la religión católica, jueves y viernes Santo eran de profunda devoción, vigilia, días de guardar. Incluso en los mercados no se vendía carne. Predominaban los productos para guardar la vigilia. Pescado, camarón, nopales, papa, frijoles blancos, etc. Es más, no estaba permitido escuchar música, salvo que fuera instrumental o sacra. Las estaciones de radio privilegiaban este sentimiento religioso y omitían en sus programaciones la música romántica o bailable. En algunas comunidades de los Valles Centrales, era parte del rito de este día, acudir a la iglesia y visitar a Jesucristo preso en una celda, en la víspera de su sacrificio y crucifixión al día siguiente. 

Los tiempos han cambiado, sin duda alguna. Hoy en día, un reducido grupo de la población continúa con dicha costumbre, que ha hecho de Oaxaca un lugar de tradiciones inéditas aún en el mundo católico. Con tristeza vemos que hoy nuestras playas de Huatulco y Puerto Escondido; las cercanas a Salina Cruz; los balnearios naturales de Laollaga y Tlacotepec; de Tamazulapan del Progreso o los de Etla, estarán vacíos y cerrados. Así nos han instruido las autoridades. Mantenerse en casa es el mejor antídoto para salvar la vida y la de nuestros seres queridos. Hoy pues, el Jueves Santo, será un día más de confinamiento voluntario, sin que olvidemos su significado para el mundo católico y para aquellos que, en un país de libertad de cultos, la profesan.

Todo el peso de la ley

El pasado lunes se entregó de manera voluntaria, en las instalaciones del Centro de Comando, Control y Comunicaciones de la Secretaría de Seguridad Pública (SSPO), conocido como C-4, el ex diputado priista y propietario de un sinfín de negocios, como estaciones de servicio de gasolina, transporte, constructoras y otras, Juan Antonio Vera Carrizal. Desde fines del mes de diciembre, luego de que la Fiscalía General del Estado, acreditara con elementos su posible participación en el delito de intento de feminicidio, en contra de la joven saxofonista, María Elena Ríos, y el juez de control liberara orden de aprehensión, el aludido era prófugo de la justicia. El caso se convirtió en tendencia nacional e internacional, pues a la víctima le fue arrojado ácido muriático en cara y cuerpo, el 9 de septiembre de 2019, luego de que dos sujetos acudieran a su domicilio a consumar dicha acción. 

Los daños que recibió la joven son irreversibles en su cuerpo y cara. El hecho causó indignación entre la sociedad en general, pues es un caso inédito de agresión, no sólo para causar la muerte, sino secuelas graves en la persona. En asunto se percibió como una agresión más en contra de una mujer, justo cuando en Oaxaca había causado escozor la cantidad de muertes violentas y feminicidios que las autoridades no han resuelto, dejando en el imaginario colectivo la certeza de que la violencia contra las mujeres, ha tenido como respuesta la impunidad. Antes de la entrega voluntaria de Vera Carrizal, fueron detenidas tres personas, dos de ellas señaladas como autores materiales, quienes ya fueron vinculados a proceso y están en prisión preventiva, hasta desahogar las pruebas y demás para sentencia.

Hay que recordar que, en su momento, el mismo ejecutivo estatal invitó al presunto autor intelectual a entregarse a las autoridades; que la Fiscalía General del Estado, ofreció una recompensa de un millón de pesos a quien informara de su paradero y que, hasta espectaculares se pusieron en varias partes de la ciudad, para darlo a conocer. Hoy, el caso está en manos de las instancias que procuran e imparten justicia. Los ojos de la sociedad, de los medios de comunicación locales, nacionales e internacionales, así como de los organismos gubernamentales y no gubernamentales que defienden la equidad de género y luchan contra la violencia en contra de la mujer, están puestos sobre el desenlace que tendrá este caso ominoso de agresión a una joven mujer.