Una protesta justa

Hoy se tiene prevista la protesta nacional denominada “Un día sin mujeres”, al que han sido convocadas las niñas, jóvenes y adultas del sexo femenino, para paralizar sus actividades como protesta por el clima de violencia de género que ha azotado al país. Sin duda alguna se trata de una movilización inédita que conlleva un ingrediente adicional: exigir a las autoridades acciones enérgicas para garantizarle a las mujeres una vida libre de violencia, acoso y muerte. Es impresionante el nivel que han alcanzado los feminicidios, tema del que Oaxaca ocupa uno de los primeros lugares a nivel nacional. No obstante, la aceptación generalizada tanto en la estructura gubernamental como en la iniciativa privada y, sobre todo, en los organismos de la sociedad civil, hay aún resabios de quienes piensan que dicha protesta tiene un perfil político, para desgastar el gobierno de Andrés Manuel López Obrador.

Lo que no hay que ocultar es la forma tan pueril y superficial con la que el llamado gobierno de la Cuarta Transformación, ha captado la problemática de la violencia contra las mujeres, no hay duda que la protesta de hoy habrá de poner el tema en la agenda política. Porque en efecto ni la rifa ni la venta de cachitos de lotería son prioridad, como un tema –los feminicidios y la violencia de género- que siguen lacerando cada día más, a la sociedad mexicana. Las mujeres de este país han dicho, ¡basta! No hay duda que el día de hoy forjará un hito en la historia contemporánea del país. Esperemos que la protesta y las manifestaciones se lleven a cabo cumpliendo los principios de la tolerancia y la seriedad. Sobre todo, evitar actos vandálicos que ante la sociedad en general desdoren lo justo de esta protesta y paro.

En nuestro estado, ya lo hemos comentado en espacios editoriales recientes, es impresionante la impunidad en los feminicidios. El tema de las cifras ya lo hemos tocado también. Es evidente que la mujer, como hija, madre, profesionista, trabajadora, ama de casa, etc., siempre ha sido un componente esencial de la sociedad. Ninguna sociedad se puede explicar sin ella. Es más, en el Censo de Población 2010, la población femenina rebasó al número de varones. Ello implica que, en cierta forma, son mayoría. Que esta protesta pues nos permita como sociedad y a los gobiernos tanto federal como estatales, tomar conciencia y nunca minimizar el papel de la mujer, pero, sobre todo, de la inseguridad que las lacera.

Acuerdos de paz necesarios

Por los boletines oficiales de prensa nos enteramos que el gobernador Alejandro Murat, su esposa y un equipo nutrido de trabajo, estuvieron la semana anterior en la región huave. El mensaje del ejecutivo fue en el sentido de que hace falta que las comunidades que habitan esta zona, trabajen en paz y en base a la reconciliación. En efecto, nadie medianamente cuerdo justifica que, los habitantes de Santa María del Mar tengan que rodear su comunidad y trasladarse en lancha para llegar o salir de su población. Desde hace años, sus vecinos de San Mateo cerraron los caminos por donde podían transitar a pie o en vehículo. Y nadie los ha podido meter al orden y obligarlos a que despejen la vía terrestre. No obstante, los acuerdos de paz suscritos ante autoridades estatales, los problemas siguen.

Un caso aparte y patético es el conflicto que se libra en San Francisco del Mar. Dos agencias: Pueblo Nuevo y Pueblo Viejo, siguen librando viejas rencillas. Unos se quedan sin energía eléctrica, porque los otros no desean que la tengan. En ciertos momentos los de una comunidad abren la boca-barra para pescar, que es la actividad cotidiana de los huaves. Otros la cierran. Y cuando el conflicto deviene violencia o agresiones, la medida que toman unos u otros, es cerrar la carretera 190, en la desviación a Reforma de Pineda y chantajear al gobierno, como ocurrió a fines de octubre y principios de noviembre de 2019, cuando la circulación en ese tramo se suspendió por cerca de una semana. La cerrazón y el manipuleo de parte de ciertos grupos políticos ha exacerbado más la situación de confrontación y conflicto.

Por su parte, San Dionisio del Mar es todo un caso. Ahí la confrontación es permanente, desde el punto de vista de la polarización política. Con trabajo se ha mantenido la presidenta municipal. Sus detractores, manejados por alfiles del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), como es el caso de COMUNA, que dirige Flavio Sosa, han polarizado la situación del municipio, el mismo que ha estado en la mira de las empresas que generan energía eólica. El negocio, pues, es muy rentable. Vale la pena pues que el ejecutivo estatal se meta a fondo, llevando beneficios, programas sociales, las Caravanas de la Salud, que encabeza la presidenta del Sistema Estatal para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), Ivette Morán y otros apoyos, como mecanismos para distender la violencia que vive en estado latente en la zona huave.