Indígenas en el abandono
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Opinión

Editorial

Indígenas en el abandono

 


Los problemas de salud de las mujeres indígenas se agudizan por la desnutrición y el trabajo físico excesivo, e inclusive la violencia familiar, así como por su limitado o nulo acceso a los servicios médicos. La esperanza de vida en los municipios indígenas en comparación con los no indígenas es cuatro años menor, de 64 años y 68 años respectivamente.

La tasa de mortalidad infantil es significativamente mayor también en los municipios indígenas que en los no indígenas, al tener 41 defunciones de menores de un año por cada mil nacimientos, en comparación con 24 nacimientos por cada mil de los no indígenas. En tanto, que la mortalidad materna es evitable, si las mujeres gozan de una buena atención prenatal, durante el parto y el puerperio. No obstante, en las comunidades indígenas tiene una alta prevalencia.

Si hay un grupo de población que carece de acceso a servicios educativos de calidad es el de los pueblos indígenas, esta se ve afectada en mayor medida en sus derechos educativos que la no indígena. El acceso de la población indígena a la educación es limitado, por la convergencia de factores culturales, pautas de organización regional y procesos históricos que imprimen desigualdades y diferencias en la asistencia a la escuela de niñas y niños.

En Oaxaca perviven 16 pueblos indígenas y existen 418 municipios indígenas, la población indígena representa 70 por ciento de la población total del estado y tiene el número más alto de comunidades agrarias que hay en todo el país. La fuente de diversidad étnica y cultural de Oaxaca está sustentada en los pueblos indígenas. A su vez, las comunidades y municipios indígenas de Oaxaca están catalogados por el Consejo Nacional de Población (Conapo) como de alta y muy alta marginación.

Hay quienes aseguran que el gobierno federal esté contemplando que los indígenas oaxaqueños podemos esperar otros cinco siglos para que nuestros problemas y reivindicaciones sean atendidos y resueltos. Los pueblos indígenas saben que el olvido y la exclusión no deben ser su destino y si bien ya no están dispuestos a esperar más, poco se ha hechizo para responder a sus reclamos.

 

Derecho a la salud

 

En Oaxaca la diabetes es la primera causa de muerte en adultos, después las enfermedades cardiovasculares, derivadas de la hipertensión que son provocadas por la obesidad y el sobrepeso. A nivel nacional, la Secretaría de Salud (Ssa), el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), la Marina y el ISSSTE, así como los programas sociales de los gobiernos federal y estatal promueven el ejercicio, para dejar la vida sedentaria, asumiendo acciones efectivas para revertir el crecimiento del mal.

Pese al recurso millonario destinado para combatir la enfermedad, es insuficiente; en Oaxaca, los pacientes se quejan de la falta de una atención adecuada y escasez de insumos para atender, por ejemplo, a pacientes que requieren de diálisis o hemodiálisis, complicaciones derivadas de la diabetes.

Hablar de salud no solo se refiere a la ausencia de alguna enfermedad, sino a la plena capacidad para trabajar, estudiar y desempeñarse con mayor dinamismo en todas las facetas de la actividad social y todas las etapas de la vida. Por ello, con el esfuerzo de todas y todos los trabajadores de las instituciones del sector salud, se busca contribuir a brindar mejores servicios médicos a la sociedad mexicana, y elevar los índices de desarrollo humano en nuestro país.

La salud es uno de los activos fundamentales para garantizar el futuro de nuestro país, especialmente ahora que visualizamos que el bono demográfico resultará en la población en edad laboral más grande en la historia del país, con casi 87.6 millones de personas en 2025. Garantizar la salud de la población hoy más que nunca se convierte en la garantía de un país productivo.

Es indudable que la salud tiene un impacto directo en todas las comunidades y los sectores estratégicos del país, en donde una población saludable es fundamental para la productividad de las empresas y del país. De ahí que el gran reto del Sistema Nacional de Salud sea impulsar el acceso a los servicios de salud de calidad y fortalecer los indicadores que midan el seguimiento efectivo del paciente, la prevención de enfermedades y el control de sus tratamientos.

Es indudable que la salud constituye no solo un derecho humano universal, sino también, un factor determinante para el desarrollo integral de toda sociedad.