Hay ungido y el país tiembla
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Hay ungido y el país tiembla

 


Esta semana transcurrió con una imagen principal, tal cual estrella de cine en pasarela, se destapó José Antonio Meade Kuribreña como precandidato a la presidencia de México, renunciando a la Secretaría de Hacienda.

Esto dio pie a que muchos publicaran en redes sociales su afinidad al nuevo precandidato y actuando como groupies, miles de priistas y simpatizantes colgaron sus fotos en redes con el ungido por el presidente de la República, Enrique Peña Nieto.

Qué interesante, el país entero se impregnó de la imagen del Doctor Meade, del cual no puedo poner en duda su capacidad intelectual, la cual es bastante evidente, pero sí me provoca admiración el ver que todas las personas publicaron sus fotos abrazándolo, aunque fuesen fotos viejas, mostraron una excitación colectiva, por supuesto a través de la red, y me preocupa que los internautas piensen que con esto ya serán considerados por alguien, que como buen político accedió a tomarse una selfie con un fan en algún momento de su vida.

Pero su renuncia traía lo que se dice en el argot mexicano “torta bajo el brazo”, ya que se fue Meade de la Secretaría de Hacienda, tomó el cargo José Antonio González Anaya, quien cedió su cargo en Pemex a Carlos a Alberto Treviño Medina. Y esto demuestra que lo sucedido ha venido en cascada porque los cambios se dan en el gabinete y los bolsillos de los mexicanos son golpeados.

A lo que me refiero es que a partir de este jueves se liberaron los precios de los combustibles en todo el país, fecha que se adelanta un mes; durante todo el año ha habido gasolinazos los cuales, han dañado más la precaria economía de los hogares.

El mexicano es criticado por ser indolente y hasta mal llamado “agachado”, de verdad en este momento estamos más preocupados por trabajar y llevar el sustento a nuestras casas. En contradicción al panorama expuesto dirán muchos otros, es bueno que se liberen los precios del mercado para ser destinados bajo la ley de oferta y demanda.

¡Bravo políticas neoliberales!, hagamos más pobre al pobre y más rico al rico, primero el gobierno ya no publicará los precios máximos de los combustibles, y éstos variarán día a día, o sea el costo será diferente en cada gasolinera.

Puesto en otras palabras a todas horas el precio podría cambiar, por lo tanto, subirán el costo de los camiones, de taxis y de comida, porque aumenta el peaje, flete y un sinfín de cosas que se afectan por esta decisión.

Desde este jueves, todas las zonas económicas del país entran a esta modalidad, y qué creen, que ahora no sólo Pemex será el único distribuidor de combustible, sino que también las empresas extranjeras podrán venderlo libremente y el precio será distinto en cada una de ellas.

La verdad no estoy en contra de la inversión extranjera, porque en teoría debería servir, ya que habría posibilidad de buscar el acceso a combustibles a un mejor precio y la oferta y la demanda pondrían los costos.

Pero no podemos tapar el sol con un dedo, cómo es posible que seamos un país productor de petróleo y que no invirtieran en refinerías, ¿es más fácil venderlo en crudo y comprarlo como gasolinas?, obvio que no, pero para el monopolio económico que existe en este país, esta decisión es súper buena.

De nada sirvió la expropiación petrolera y que se cambiaran algunas políticas entreguistas de la época del Porfiriato, o quizás sí sirvió, para ver cómo volvemos a caer en el error del malinchismo económico.

Por ejemplo, somos dependientes de Estados Unidos, en el precio de la tortilla lo vemos, éste es fijado por el país vecino de América del Norte, y dirán cómo es esto, ellos fijan el precio del grano en el Mercado de Futuros de Chicago, si sube el costo de la materia prima que es el maíz, por ende, subirá el precio de la tortilla.

Urge un cambio en las políticas públicas, el campo está olvidado, debemos dejar de depender en todo de Estados Unidos, el territorio y el clima mexicano permite que se cultive, pero pareciera que a nuestro gobierno le conviene más que seamos pobres y que debamos hasta los zapatos que usamos.

@fuaper