No llegaron a Disneylandia
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Opinión

Debates y Deslindes

No llegaron a Disneylandia

 


Seguramente que el general Salvador Cienfuegos que todo lo planea por su carácter de militar, pensó que se habían olvidado de él. Si en dos años no había pasado nada, ya podía pasear tranquilamente por el mundo, por eso decidió visitar con sus familiares Disneylandia y los Estudios Universal, como plato fuerte de su estancia en Los Ángeles.  No fue así. Desde que compró los boletos y se etiquetó en el vuelo los agentes de la DEA en los EU se prepararon para esperarlo y darle una sorpresiva y nunca prevista recepción. La sorpresa debe haber sido mayúscula. Él, uno de los hombres duros, soberbios, intocados de México, que paraba investigaciones y tomaba decisiones importantes en las tareas nacionales, era detenido como cualquier delincuente en Estados Unidos.

Su apresamiento confirma lo que todos sabíamos, que en las administraciones anteriores estábamos gobernados como dijo AMLO, “si no podemos decir que era un narco Estado, hablamos de un narco gobierno o, por lo menos de un gobierno de mafiosos”. Desde cualquier punto de vista lo ocurrido es muy grave, porque nos exhibe como un pueblo de corruptos en todos los niveles.

La noche del viernes las redes sociales se inundaron con la noticia que publicó el canciller Marcelo Ebrad, informando que el embajador de los Estados Unidos en México le había informado de la detención. Los noticieros nocturnos que ya estaban hechos modificaron sus entradas y textos. Hoy circularon amplias notas y varias cuartillas en las cuales se detalla la participación de Cienfuegos con los grupos de narcotraficantes. Se le acusa de dar protección a un grupo del cartel de Sinaloa que dirigían los hermanos Beltrán Leyva, llamado el H2, que dirigía José Antonio Belmont, quienes introducían la droga colombiana por Chiapas. Cienfuegos era un hombre duro, defendió los actos arbitrarios del ejército y frenó las investigaciones sobre la implicación de militares en casos como Tlatlaya y Ayotzinapa. En Chiapas fue comandante de la VII Región Militar donde se dedicó a traficar con drogas, armas y seres humanos. El General dice el informe de la DEA, no se limitó a recibir dinero, sino que presentó a una serie de personajes ubicados en puestos estratégicos para que recibieran dinero.

Imparable la fuerza del narcotráfico y el dinero. Difícilmente se resiste la tentación del dinero que este ofrece. Ésta es la primera vez en la historia de México que se detiene a un Secretario de la defensa de México y esperamos que sea la última.

Robo o provocación

Han pasado casi 15 días del robo de los medicamentos para niños con cáncer y ni la empresa argentina Kemex SA de CV ni su filial mexicana Novag Infancia SA de CV, encargada de almacenar, distribuir y resguardar los medicamentos, han explicado los hechos y se han negado a hablar públicamente sobre este robo de 37 mil 954 productos oncológicos.

El robo de medicinas suscita una serie de dudas y especulaciones. Al parecer fue realizado no sólo como una acción delictiva. Parece una acción política para hacer más daño que el simple robo. Puede tener varios propósitos. Un fin político de enfrentar al gobierno de Andrés Manuel López Obrador con los papás de los niños con cáncer, poner la administración de López Obrador, en la línea de golpeteo de ese grupo de activistas que ya no ven quién se las hizo, sino quién se las paga. El desabasto de medicina para los niños es un punto sensible. Otro objetivo es hacer desaparecer un lote de medicinas descompuestas que vendió un laboratorio corrupto. Resulta que ese lote de medicinas había sido dado de baja por las autoridades argentinas porque se encontraba en mal estado. El laboratorio lo recogió y así lo vendieron a México. Al desaparecer se termina con las pruebas de una compraventa fraudulenta y se intenta cubrir la corrupción del laboratorio de argentina.

El tema de la falta de medicinas para los niños con cáncer ha sido un best seller de las redes sociales, constantemente un grupo de padres indignados se presentan en algún centro hospitalario para protestar porque según ellos no se aplica regularmente las medicinas a sus hijos. Los padres de familia aducen que no hay medicinas y cuando las hay no se aplican.

Siguen sin respuestas varias preguntas, ¿Por qué se guardaban en el almacén de la colonia Santa Isabel Industrial en Iztapalapa los medicamentos para el sector salud federal, cuando la misma empresa Novag, en su página institucional en un video señala que este almacén es para el reparto de medicamentos para el sector privada? Así mismo indica que tiene otra bodega en Tlalpan destinada para sus productos del gobierno, y surge otra duda, si el almacén de Tlalpan estaba destinado a medicamentos para el gobierno ¿Por qué se cambió el resguardo de esos medicamentos a Iztapalapa donde la seguridad dependía de un solo vigilante?

La comedia de equivocaciones apenas empieza. Afortunadamente para los infractores tanto el gobierno como las instituciones están en plena transformación para evitar hechos como estos.