Los tesoros cercanos
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Debates y Deslindes

Los tesoros cercanos

 


El encierro voluntario -a fuerzas- al que nos ha sometido el Covid-19, permite pensar en los infinitos y hacer una introspección personal y un reconocimiento de un tema que en ocasiones pasa desapercibido, los secretos y tesoros que existen en el hogar.

La casa tiene todas las riquezas que atesoramos a lo largo de los años, en ella están los recuerdos, los objetos diminutos, los rincones de nuestra existencia y parte de ella. Escudriñar los roperos, las gavetas, los closets con llaves viejas, papeles que han perdido su importancia, objetos nuevos o muy usados, gorras, ropa nueva y vieja que hemos dejado de utilizar por olvido o por que han perdido parte de su encanto y novedad. Los recuerdos valiosos y los que queremos olvidar.

En la cocina encontramos los sabores perdidos, aquellos platillos que pedíamos en las diferentes etapas y edades y la satisfacción de la glotonería actual, aumentada por el cambio de rutinas y el descanso forzoso a que estamos sometidos. Ahí está el amarillo, los dulces de arroz y de leche, las tortillas, para no hablar de los frijoles, las sopas y la carne asada o sazonada de mil formas. Están esos desayunos tranquilos llenos de recuerdos y de perspectivas. Recorrer y mirar con detenimiento cada una de las habitaciones es encontrar algo que, a fuerza de verlo cotidianamente, desaparece. El “peligro de la cercanía” llaman los americanos a este fenómeno dejar de admirar la belleza o el horror, a fuerza de verlo cotidianamente.

Muchas veces resulta que en nuestra casa somos unos extraños. En otros casos y afortunadamente la mayoría de las veces encontramos en cada objeto y en cada habitación todas aquellas cosas que hemos adquirido para hacer confortable, alegre y bella nuestra existencia. Están los sillones de una comodidad indescriptible, adoptados a nuestro cuerpo y nuestros vicios de postura, están las mesas o escritorios donde escribimos y guardamos los papeles importantes. Donde nos sentamos a meditar cuando hay que tomar una definición trascedente, donde firmamos documentos, donde apilamos y formamos las plumas y lápices, las tarjetas y las cuartillas en blanco o llenas de ideas sin terminar. Cerca de ahí, están los libros, esos maravillosos compañeros que nunca nos abandonan.

Ver la biblioteca, del tamaño que sea, es sin duda encontrarnos una serie de sorpresas. Reproches de libros que compramos y que solo se abrieron una o dos veces, solo le quitamos la envoltura y leímos la contraportada y duermen el sueño de los justos. Otros son de lectura frecuente, por su contenido o su tamaño es imposible leerlos en tres tardes como acostumbro, pero son objeto de consulta permanente. Hay libros que nos han proporcionado una alegría indescriptible.

Uno de esos libros maravillosos es “Los protagonistas de la literatura mexicana” de Emmanuel Carballo. El libro está dedicado y autografiado.  “Para Gabriel y Paola, testigos, como yo, de una literatura en ascenso. Emmanuel.”  Lo he de haber comprado en una Feria del libro donde asistió mi amigo, para promocionar su texto extraordinario texto. Son 700 páginas de un trabajo gigantesco que inicio el autor en 1958 y cuya última edición salió en 2005.

Emmanuel nos dice que” Una de las tareas previas a la realización de una historia de la literatura mexicana, proyecto con el que soñamos historiadores y críticos, consiste en conocer personalmente a los escritores. En dialogar con ellos acerca de su obra, su vida, sus compañeros de equipo y, en general, acerca de cualquier detalle que ilumine su carácter o su personalidad artística”.

La primera de estas entrevistas que sostuvo Emanuel Carballo con ese objetivo fue con don Artemio del Valle Arizpe, siguió con esa tarea y publica y pule sus textos hasta reunir a 23 escritores de primea línea que forman el cuerpo de este formidable texto que el divide en cinco capítulos a las letras mexicanas del siglo XX en los que incluye a los autores que considera representan de cada época. En el Ateneo de la juventud incluye a José Vasconcelos, Martín Luis Guzmán, Genaro Fernández McGregor, Alfonso Reyes y don Julio Torri;  en El colonialismo a don Artemio del Valle Arizpe y a Julio Ruelas; dentro de Los contemporáneos incluye a Octavio G. Barreda, a Carlos Pellicer, a José Gorostiza, a Jaime Torres Bodet y Salvador Novo.  En Los narradores de la revolución y post revolucionarios están Nelly Campobello, Agustín Yáñez, Mauricio Magdaleno, Ramón Rubín y Rafael F Muñoz. El capítulo de Los nuevos maestros lo ocupan Octavio Paz, Elena Garro, Juan Rulfo, Juan José Arreola, Rosario Castellanos y Carlos Fuentes. Con todos ellos se incluye una entrevista anti-generosa que tuvo con cada una de estas personalidades, además de una nota biográfica y crítica que él hace de los libros publicados por estos extraordinarios escritores mexicanos que con sus textos nos transmiten las ideas fundamentales para entender nuestra historia. Escrito con rigor histórico y pasión Emanuel sintetiza ese tiempo mexicano. Es un libro imprescindible, extraordinariamente bien escrito. No debe faltar en las bibliotecas de los amantes de las letras y la cultura mexicana.

Otro libro maravilloso que encontré y retomé su lectura es Noticias del Imperio, de Fernando del Paso. Recuerdo que en una ocasión, en Paris, fui en la ciudad universitaria a la Casa de México. El director de la Casa me comento que estaban haciendo de tres dormitorios un pequeñísimo departamento para Fernando del Paso, que estaba escribiendo un libro y necesitaba vivir en Paris. Me choco la idea de que sacaran a seis estudiantes de su dormitorio para hacer un departamento a una persona, tratase de quien se tratara. Debo de confesar que ahora al leer y releer el libro Noticias del Imperio, hubiera sacado no solo a seis estudiantes, sino a diez, para que este extraordinario escritor produjera este texto que enriquece nuestra vida.

Este texto retrata un mundo y un universo de México con distintas voces, como un himno cantado por un coro de esa etapa fascinante en la historia del mundo y de México.

Como ven, esta pandemia nos ha permitido dirigir nuestras miradas y pensamientos hacia otros lados, a la tierra por primera vez prisionera toda, y a las intimidades de nuestra vida, rica en experiencias y única.

Reforma

La llamada telefónica desde Mexicali al periódico Reforma, es el gran mito, el grito desesperado de un medio por aumentar las ventas de su diario y llamar la atención. De primaria la trama.  Me recuerda las auto balaceras de Carlos Ahumada el novio argentino de Rosario Robles, que para no acudir a las audiencias balaceaba un automóvil viejo que tenía frente a su casa en San Ángel para hacerse la víctima.

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