Cártel 22: Radicalismo enfermo
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Opinión

De Paradojas y Utopías

Cártel 22: Radicalismo enfermo

 


1).- PTEO, revivir la entelequia

Durante el sexenio de Alejandro Murat, el cuestionado Plan para la Transformación de la Educación en Oaxaca (PTEO), fue como un fantasma. Los ex capos del Cártel 22, Eloy López y Genaro Martínez, “Los Pozoleros”, lo metieron a la congeladora. Nada que dañara la relación de terciopelo con el gobierno. La beligerancia magisterial plegó las alas. Calma chicha al menos los cuatro últimos años. Sacado de la manga por los radicales que se asumen la masa gris, desde sus orígenes el PTEO fue cuestionado y destazado por expertos en el tema educativo. Un instrumento de adoctrinamiento, nada que ver con el proceso enseñanza-aprendizaje. Ningún antídoto para sanear el ancestral rezago. Un ardid para seguir grillando no educando. Un manual ideológico. 

 

2).- Volver por sus fueros

Una gran indignación permeó entre los oaxaqueños cuando trascendió que el gobierno de Salomón Jara habría de retrasar el reloj 8 años y devolverle a la Sección 22 del SNTE, sus privilegios perdidos. Un aide memoire nos ubica en octubre de 1992. Exactamente un mes y días antes de que el ex gobernador Heladio Ramírez López entregara la estafeta a su sucesor Diódoro Carrasco. Se suscribió una minuta ominosa; una vergüenza histórica. Los firmantes: HRL, el entonces titular de la Secretaría General de Gobierno y director encargado del IEEPO, Lino Celaya Luría; el Procurador de Justicia de Estado, Gilberto Trinidad Gutiérrez y el dirigente de la Sección 22, Erangelio Mendoza. Se le concedía al Comité Ejecutivo Seccional (CES) la potestad de imponer directivos en los diversos niveles educativos. Es decir, el hoy conocido como Cártel 22, contra derecho, era trabajador y patrón. Una aberración jurídica y una acción fuera de toda legalidad, que se mantuvo durante 23 años.

 

3).- Caída y coletazos

En julio de 2015, por presiones de la Federación, el ex gobernador Gabino Cué se vio obligado a recuperar la rectoría del Estado en la educación estatal. Vino a Oaxaca a testificar el hecho, Emilio Chuayfett, titular de la SEP en tiempos de Enrique Peña Nieto. La dirigencia de los mentores “democráticos”, encabezada por Rubén Núñez Ginéz enloqueció. Paros locos, bloqueos y chantaje. La cereza en el pastel: el affaire Nochixtlán del 19 de junio de 2016. Cártel 22 y aliados le colgaron a Gabino el sambenito de represor. A 7 años de los hechos ahí está el famoso Comité de Víctimas. Ya tienen bandera perpetua. La sacan cuando les conviene. Una piedrita en el zapato para la gobernabilidad.  

4).- La cacareada bilateralidad

El Movimiento Democrático de los Trabajadores de la Educación (MDTEO), de donde abreva el Cártel 22, es un ente maleable al interior –susceptible al manejo político externo- aunque radical hacia afuera. La actual dirigente, Yenny Aracely Pérez Martínez proviene de esa vieja escuela del radicalismo enfermo. Casi como el de los Comités de Orientación Política e Ideológica (Copis) de las Normales Rurales. Lo exhibió en el movimiento del 2006. Anclados en doctrinas de la revolución socialista, son revolucionarios sin fusil. De dientes para afuera. Pegan con la izquierda, pero cobran puntualmente con su tarjeta bancaria con la derecha. Vicios y más vicios. Ausentismo y desapego a la tarea docente. Carecen de base social de apoyo. En los diversos sectores oaxaqueños repudian su doble discurso. Nadie les cree. Su “lucha” no es genuina. Quieren recuperar sus privilegios. El PTEO y la bilateralidad. Que sean juez y parte como antes de 2015. Manejo de plazas, cambios, nómina, herencia de plazas.

5).- SOS para Salomón Jara

Perder un ápice de la rectoría del Estado en el rubro educativo; ceder de manera incondicional segmentos de control al gremio sindical; doblegarse ante bloqueos carreteros o plantones en el Centro Histórico, será un serio desafío para el gobierno de Salomón Jara. Volverán los paros locos, las escuelas cerradas, los alumnos a la deriva y el rezago educativo ancestral creciendo. La dirigencia del Cártel sabe que la mayoría de las demandas son reponsabilidad de la SEP. Pero insisten en recuperar sus privilegios presionando al gobierno estatal. Darles una concesión más es entregar la plaza. 

 

BREVES DE LA GRILLA LOCAL:

 

— La figura de Ricardo Monreal, aquel personaje que muchos vimos como el fiel de la balanza para el 2024, capaz de hacer naufragar el autoritarismo del dedazo tabasqueño, entró en una fase de decadencia y descrédito político. Su abyección y sumisión lo han ubicado como un  vulgar peón, lacayo y matraquero. Amenazar con jucio político a los ministros y querer ponerlos en la picota, lo exhibieron como un símil o mal remedo de López Obrador. 

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