Onerosa, improductiva y voraz
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Opinión

De Paradojas y Utopías

Onerosa, improductiva y voraz

 


1).- A manera de introducción

No nos cansaremos de insistir que, en la democracia representativa –o en ésta, convertida en autocracia- una cosa es ganar elecciones y otra, muy diferente, gobernar o legislar. Los fracasos, los excesos o la falta de capacidad, son sello de gobiernos y legislaturas actuales. Y si algún día, en los peores tiempos de la hegemonía de PRI, descalificamos a los legisladores con el apelativo de “levanta-dedos”, hoy están peor. Son viles lacayos y agachones al servicio del ejecutivo. En la cúpula federal, como dijera alguien: hay ínfulas de victoria, pero no talento de estadista. Y ese mimetismo pernicioso, tan usual en nuestra “clase política”. Se imitan discursos, gestos, rabietas, obsesiones, meneos, cachondeos y otros escarceos –parafraseando a Camilo José Cela-.

2).- La peor legislatura

Si hay un organismo que ha puesto a Morena como lazo de cochino entre los oaxaqueños, ésa es la LXIV Legislatura local, calificada como la más onerosa, improductiva y voraz. Reacia a rendir cuentas y ventajosa; acomodaticia y doble moral. Que se sepa jamás respondieron sus miembros a las exigencias de sus municipios y distritos, salvo cuando ello les permitía meter a contratistas y constructores. Pelearon la obra pública como entes rapaces. Y se llenaron las alforjas con pagos debajo de la mesa. Exigieron la comparecencia de funcionarios cuando dejaban entrever que no habría cuestionamientos, previo pago u obra. 

Además, obviamente, del “pago por evento”, como el del préstamo que solicitó el gobernador Alejandro Murat, a fines de 2019, por 3 mil 500 millones de pesos y que tuvo un costo adicional al erario, por 200 millones en presuntos sobornos legislativos. Iniciaron con el discurso de austeridad republicana en noviembre de 2018, pero la lucha por el presupuesto fue a muerte. Nepotismo, corrupción y tráfico de influencias, fue parte de la trama. Se escindieron en dos grupos: el de “los 10” y el de “los 16”. Éstos, leales al senador Salomón Jara. La rebatinga fue brutal y sin duda seguirá.

3).- Cinismo e impunidad

Uno de los íconos de los peores vicios y corruptelas fue el diputado de Morena, Fredy Delfín Avendaño que, bisoño, novato y ciego natural en materia legislativa, trastocó su modesto negocito en Valle Nacional por las ínfulas de un potentado. Bajó del cargo a su correligionaria, la diputada Delfina Elizabeth Guzmán Díaz, sin recato alguno. Montado ya en el puesto, dejó entrever aquella reflexión que le debemos a Octavio Paz: “todo aquel que haya frecuentado la historia sabe que siempre hay que contar con un elemento imprevisible y destructor: las pasiones de los hombres, su ambición o su locura”. (Pequeña crónica de grandes días, FCE, México, 2018, p. 24). El caso del diputado del PRI, Gustavo Díaz Sánchez, recién detenido en Veracruz y consignado sin fuero en el Penal de Pacho Viejo, no es algo fortuito. Era un secreto a voces su activismo –no precisamente social- en la Cuenca.

4).- Leyes y decretos, letra muerta

La improductividad fue motivo de hilaridad. Como la Ley de Residuos Sólidos o la llamada Ley Anti-chatarra, que fueron publicitadas como de vanguardia, son hoy en día, letra muerta. En medio de ello las incongruencias. A los 12 años un menor puede definir su identidad de género. ¡Ah!, pero se le prohíbe comprar alimentos y bebidas, con alto contenido de calorías. La última: en ese afán enfermizo de declararse defensoras de los derechos de niños y niñas, por decreto quedaron prohibidos los chanclazos, los tirones de pelo o bofetadas, por parte de padres y madres de familia. De ese nivel fue el debate legislativo. Superficialidad, banalidad y corrupción. Es decir, cuches y trompudos (as). De pena ajena.  

BREVES DE LA GRILLA LOCAL:

— Ni Morena ni el PRI ni otros partidos se han salvado de personajes que han ligado la política con negocios ilícitos. La narco-política es una realidad irrebatible en estos tiempos. En Oaxaca hay una la lista de presidentes municipales y aún de diputados que no aguantarían un escrutinio. Es ominosa la impunidad y la complicidad con la que se les protege desde las altas esferas del poder público.

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