Covid-19: Una visión torcida
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Opinión

De Paradojas y Utopías

Covid-19: Una visión torcida

 


A Eduardo Muñozcano y familia, por el deceso de su hermana 

Dolores, nuestra maestra en la FCPyS de la UNAM

 

1).- Del escarnio a la irresponsabilidad

Los mexicanos, aunque lo nieguen quienes hoy tienen el pandero, tienen memoria histórica. Hay una concience colectif como la llamó E. Durkheim, uno de los padres de la Sociología. En estos tiempos de crisis sanitaria, con más de 42 mil muertos por Covid-19, hay enojo e indignación contra aquellos que, desde la cúpula del poder, han visto esta realidad de forma superficial.  Hay que ver hoy mismo el discurso presidencial en los soliloquios mañaneros. “Ya vamos saliendo”, “esto no va a tardar”, que superan aquellas frases del anecdotario político: “esta pandemia nos vino como anillo al dedo”, “ya la domamos” o “aplanamos la curva”. Todas ellas han sido fuegos fatuos, espejismos o juego macabro de quien, se presume –y sin cubre-bocas- sigue minimizando la salud y la vida de los mexicanos.

 

2).- Un invento neoliberal

El país vive una realidad patética, cruda, mortal. Según especialistas, el manejo de la pandemia ha sido errático. Verdades a medias, información torcida, estadísticas “cuchareadas”. La OMS ha pedido al gobierno de López Obrador, seriedad, congruencia, responsabilidad. Un omnipresente rockstar, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, que desde enero minimizó el problema, al que calificó de influenza estacional. Luego hizo pronósticos fallidos del “pico de la pandemia”. Un día el cubre-bocas era innecesario; al día siguiente era paliativo para los contagios. Un vulgar lame botas con “la fuerza del presidente es moral no de contagio”. Estamos a finales de julio y el país es un desastre sanitario. Luego con sus conteos y modelo “centinela”, posteriormente con sus reportes diarios o el discutido “semáforo epidemiológico”.

 

3).- Irresponsabilidad ciudadana

En Oaxaca, en el tema de Covid-19 nos ha ido del carajo. Hasta ayer sumamos 9 mil 514 casos positivos y 871 decesos. El mal ha sido objeto de cuestionamientos por parte de organizaciones oportunistas. Cuando el gobernador Alejandro Murat aprobó el decreto para hacer obligatorio el uso de cubre-bocas, de inmediato vino la suspensión por un juez de distrito. Un organismo denominado Gubisha (Código DH), de esos membretes que abundan aquí, se fue contra la medida, con el argumento de que era un atentado a los derechos humanos. ¿Cuántas vidas se hubieran salvado sin la torpe actuación de dicho membrete? 

La movilidad ciudadana, alentada por ediles irresponsables, que han permitido festejos patronales masivos o funcionarios estatales que han organizado francachelas o peleas de gallos, ha sido pivote de contagios. Ediles, como el de Juchitán de Zaragoza, Emilio Montero, que cuando vio que una centena de tecos habían muerto en un par de semanas, al fin le cayó el veinte. Hasta mandó a abrir fosas fuera de la norma ambiental.

 

4).- De rojo a naranja y viceversa

Sin duda, el gobierno estatal ha tenido presiones. Protestas de todos lados. La economía aprieta. Han cerrado centenas de negocios. Miles de empleados han sido echados a la calle. Los apoyos oficiales sumergidos en un denso burocratismo, son insuficientes. La pobreza y la necesidad transpiran. De los apoyos de la Federación poco se sabe. Y el gobierno de A. Murat, con magros recursos y fuertes demandas médicas. 

Al menos siete funcionarios del primer círculo han dado positivo: Nassar, Rivera, Cué, Monroy, Díaz, Mendoza y Guzmán. Dos presidentes municipales han fallecido: el de Reyes Etla y el de Tuxtepec. Otros han sido reportados graves. Y médicos y enfermeras que han entregado su vida para salvar la de otros. Muchos han perdido la batalla, mientras hay más de 1 mil 500 contagiados. Cerca de 170 –dicen- sólo en el Hospital “Macedonio Benítez Fuentes” de Juchitán. Tuvo que cerrar.

 

5).- De colofón

No se atisba en el horizonte un cambio de estrategia en la lucha contra la pandemia. Tampoco en reforzar el papel del Estado contra los grupos criminales. Hace apenas unos días la estadística de homicidios dolosos en el país apenas se equiparaba con los decesos por Covid-19. El país está diezmado en dos vías: las muertes por el virus y los asesinatos de los cárteles criminales. Eso sí, a la manera de Goebbels, el genio nazi de la propaganda, hay que afianzar el culto a la personalidad y buscar distractores –Lozoya Austin, sin duda- para seguir manejando a quienes aún creen en la 4T y sus torpezas. Enajenados y fanáticos.

 

BREVES DE LA GRILLA LOCAL:

— Pregunta: ¿algo nuevo en la gira del presidente en torno a las carreteras al Istmo y la Costa? No. Serán concluidas –ofreció- en 2022. Lo mismo dijo en la gira de junio de 2019. ¿Algo adicional para el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec (CIIT)? Tampoco. Para los damnificados del sismo de 7.4 grados del pasado 23 de junio, de Ozolotepec –que conoce muy bien- nada.

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