Eviel: Caer siempre parado
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Opinión

De Paradojas y Utopías

Eviel: Caer siempre parado

 


1).- La carrera meteórica

No sólo la experiencia, la buena sombra, sino el azar es determinante en política. El caso de Eviel Pérez Magaña es emblemático. Hace menos de dos décadas, era un trabajador más de la empresa familiar de la construcción. Ésta vino a más con la construcción de la Presa “Cerro de Oro”. Y después devino un “holding”, si damos crédito al excelente reportaje de MathieuTourliere, en Proceso,(17 de enero, 2018). En Tuxtepec lo recuerdan manejando un volteo. Haciendo banquetas. En la talacha, pues. Nada de qué avergonzarse. En la elección municipal para 2002-2004, lo convencieron de participar por el PRI. El pleito entre Honorato Avendaño (CNPR) y José Soto (CNC), le abrieron el camino de la política. El panista Alfredo Ahuja se había arrogado el triunfo. Pero Eviel impugnó en tribunales. Los contactos de su amigo, el tenista Leo Lavalle, de madre oaxaqueña y ascendiente tuxtepecano, a la sazón, yerno de quien era en ese momento, presidente del Senado, Enrique Jackson, fueron claves. Dos senadores más apoyaron su causa: Fidel Herrera y Ulises Ruiz. Y ganó la presidencia municipal.

2).- Una invención muratiana

El pivote original en la carrera política de Eviel fue el ex gobernador José Murat. En este espacio le llamamos “la invención muratiana”. No había antecedente político, más que su paso efímero por la presidencia municipal de Tuxtepec, cuando brincó a las ligas intermedias, como candidato a diputado federal. Obtuvo la curul en elección de mayoría relativa. Inició pues su despegue, pero no figuró en la lista de “priistas distinguidos” que JMC perfiló para sucederlo. No era ni delfín ni tiburón. Y el de Ixtepec ya tenía a su gallo: Ulises Ruiz. Experto en temas electorales y operador ex officio de Roberto Madrazo, el fracasado candidato presidencial. Eviel no concluyó su primera incursión en la Cámara federal. Desde antes de la transición de 2004, el hoy titular de la Sedesol se vinculó a Ruiz. Devinieron amigos. Al ganar la gubernatura, éste lo arropó. Primero como director del Instituto de la Vivienda de Oaxaca (IVO), luego como el poderoso titular de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Obras Públicas (Seducop). Y de ahí para adelante, Eviel se fue para arriba. En la política y en las empresas de la construcción.

3).- El azar y las coyunturas

En los aciagos días del conflicto del 2006 –cuando algunos miembros del gabinete se escondían de los maestros y la rijosa APPO- Eviel se mantuvo cerca del bautizado como “Carnicero de Antequera”. El PRI fue vapuleado por el efecto AMLO. Con capucha y trascabo penetraba en los terrenos riesgosos de la UABJO, tomada por radicales. Operó sin mucho éxito para desactivar el conflicto. Pero tenía ya en la bolsa a URO. Vino a cimentar la confianza del mismo, la caída del helicóptero en San Felipe del Agua, a unos pasos de la residencia del gobernador, el 28 de noviembre de 2007. Ningún lesionado. Ni viajeros ni tripulación, pero el héroe fue el de Tuxtepec. En 2009 gana la diputación federal por segunda ocasión. Y frente a la oposición de muchos, Ruiz perfiló a “su tiburón” para la sucesión de 2010. Sin una carrera notable políticamente, como exigían los nuevos tiempos; sin perfil y notas académicas, un requisito sine qua non, aunque no exigencia legal, se lanzó al periplo de la gubernatura. Ahí estuvieron con él: Jorge Toledo, Adolfo Toledo, José Antonio Estefan, Raúl Castellanos, David Romero, et al. Algunos leales, otros le dieron la vuelta.

4).- Y siguió cayendo parado

El triunfo del opositor Gabino Cué fue aplastante. En las primeras horas Pérez Magaña reconoció su derrota. URO no quiso dejarlo desamparado y le otorgó, contra viento y marea, la presidencia del CDE del PRI. Ello alentó descalificaciones e impugnaciones. La mala racha del tricolor continuó. Pero no para Eviel. De ahí amarró la candidatura al Senado. En 2012 el tricolor perdió las dos: Benjamín Robles Montoya y un anodino Adolfo Romero Lainas, cuajaron el escaño por el PRD. Pero “el señor Pérez” logró la de primera minoría. Y se volvió a trepar al primer círculo. Ergo: Volvió a caer parado. De la mano de URO operó la revancha contra Gabino Cué con “Los Pozoleros” del Cártel 22. Y quiso volver a figurar por segunda ocasión en la liza por la gubernatura en 2016. Se le adelantó Alejandro Murat. Y de nueva cuenta cayó para arriba: fue designado Subsecretario de Desarrollo Social y Humano de la Sedesol. Su jefe inmediato fue el hoy precandidato a la presidencia y su virtual impulsor: José Antonio Meade. Cuando éste deja la dependencia, llega Luis Enrique Miranda, pésimo operador político y padrino de la CNTE. Pero del círculo íntimo del presidente Enrique Peña Nieto.

5).- Colofón
Hace unos días Pérez Magaña; el suertudo; el publirrelacionista; el de carrera meteórica; el que hace auto de fe del dicho popular “suerte te dé Dios que el saber poco importa”, fue subido a las ligas mayores del gabinete. Fue designado titular de Sedesol. Sólo diez meses. Ojalá que ello se traduzca en más apoyos contra la pobreza. Muy lamentable si los agravios, ajustes de cuentas y vendettas políticas siguen permeando, aquí y allá.

BREVES DE LA GRILLA LOCAL:
— El tema del sector salud se ha vuelto un serio dolor de cabeza para el gobierno de Alejandro Murat. Escasez de medicinas, protestas, uniformes, una abultadísima nómina de irregulares y sindicalizados, pero además, con un déficit financiero que rebasa los 6 mil millones. Se requiere una cirugía mayor.

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