¿Votarán por los próximos corruptos?
Oaxaca
La Capital Los Municipios
El Imparcial del Istmo El Imparcial de la Costa El Imparcial de la Cuenca
Nacional Internacional Súper Deportivo Especiales Economía Estilo Arte y Cultura En Escena Salud Ecología Ciencia Tecnología Viral Policiaca Opinión

Opinión

De Frente y de Perfil

¿Votarán por los próximos corruptos?

 


¿Qué hacer en un país en el que el 20 por ciento de sus gobernadores están en la cárcel o enfrentan diversas acusaciones y son requeridos por la justicia?
Y se encuentra presos no por aplicar la justicia o entrar en controversia por acciones de gobierno, sino simplemente acusados de corrupción peculado, abusos de todo tipo, lavado de dinero y, en algunos casos, asociación delictuosa o vínculos con el crimen organizado.
Los electores mexicanos enfrentarán ese dilema el próximo uno de julio cuando deban seleccionar al Presidente de la República, 9 gobernadores (igual número de los que se encuentran en la cárcel) y el total de los componentes del Congreso de la Unión.
Por un lado tendrán a los políticos prototipos de cada uno de los partidos con registro y por el otro a una serie de supuestos candidatos independientes, la mayoría desvinculados recientemente de los mismos partidos políticos y otros, completos desconocidos que no les garantizan nada.
La decisión será difícil para los cerca de cien millones de ciudadanos que deban acudir a las urnas y qué, precisamente por esos resultados, se abstienen de acudir en masa a las urnas.
En los tiempos recientes, el tema de la corrupción tomó más vigencia que nunca, ya que son continuos los reclamos de la sociedad que ve como sus gobernantes hacen gala de las enormes fortunas que obtienen al amparo del poder público, sin corresponder a los ofrecimientos de campaña, ni mucho dedicar su esfuerzo al bien común.
Por el momento, son nueve gobernadores los que se encuentran en la cárcel, ya sea dentro del país o fuera de él, a la espera de ser extraditados.
De esos nueve gobernadores, ocho han sido detenidos en la actual administración y uno más se encuentra detenido desde hace casi 20 años.
Mario Ernesto Villanueva Madrid, exgobernador de Quintana Roo, es el ex mandatario con más años en prisión. Ya estuvo en reclusorios de alta seguridad, en cárceles del extranjero y nuevamente en México, en una prisión de mediana seguridad. Él no fue detenido por peculado, sino acusado de vinculación con los grupos delincuenciales.
Los restantes ochos exgobernantes fueron detenidos en esta administración y no precisamente porque el gobierno federal iniciara una investigación sobre sus respectivos gobiernos, sino porque en la mayor parte de ellos se dio la alternancia en el gobierno estatal.
Andrés Rafael Granier Melo, exgobernador de Tabasco, priista, fue detenido, ya que su sucesor, el perredista Arturo Núñez Jiménez fincó responsabilidad a su gobierno por desvió de recursos y las autoridades fiscales detectaron evasión fiscal. Granier Melo tiene cuatro años en prisión, sin que se le aplique sentencia, con todo y que las arcas tabasqueñas quedaron vacías.
Jesús Reyna García, exgobernador interino de Michoacán, fue el siguiente en caer, pero tampoco acusado de malversación de fondos, sino por vinculación con los grupos delincuenciales, sigue detenido. Aquí se le encarceló antes de la alternancia del PRI al PRD.
Guillermo Padrés Elías, exgobernador panista de Sonora, fue advertido por la ganadora de los comicios la priista Claudia Artemiza Pavlovich Arellano que sería investigado y el resultado arrojó positivo y hoy está en la cárcel.
Dos de esos ex gobernadores son de Veracruz, Flavino Ríos Alvarado, priista e interino y Javier Duarte de Ochoa. El primero actuó de emergente ante la huída del segundo. El delito de Flavino fue facilitar un helicóptero al segundo, quien está acusado del quebrantamiento de las finanzas en Veracruz, malversación de fondos, peculado y varias cosas más.
Otros dos exgobernadores de Tamaulipas, Tomás de Jesús Yarrington Ruvalcaba y Eugenio Hernández Flores, también se encuentra detenidos. El primero está en proceso de ser extraditado desde Italia a Estados Unidos donde se le fincan delitos relacionados con el crimen organizado y el segundo es el más reciente exgobernador detenido, involucrado en la compra de unos terrenos. En ninguno de los dos casos ocurrió la alternancia en la entidad que gobernaron, lo que sucedió apenas el año pasado, cuando ganó los comicios el candidato de Acción Nacional.
Roberto Borge Angulo es el segundo exgobernador de Quintana Roo que se encuentra preso, aunque también se encuentra en proceso de extradición hacia México, procedente de Panamá. Él si está acusado de peculado, lavado de dinero y otros delitos.
Pero no son los únicos requeridos por la justicia, César Duarte, exgobernador de Chihuahua se le considera prófugo y Rodrigo Medina de la Cruz, ex mandatario de Nuevo León, tiene acusaciones varias y se encuentra amparado.
Otros más son sospechosos de enriquecimiento en su paso por gobiernos estatales.
Como se ve el panorama no es nada halagüeño para los desconfiados electores.

La flaca memoria de “El Bronco”
Jaime Rodríguez Calderón es sumamente desmemoriado en su ambición por ser candidato presidencial, primero ofreció a sus gobernados que no competiría por ese cargo y ahora dice que tiene muchos años que renunció al PRI (partido que ahora vomita), cuando lo hizo unas cuantas semanas antes de lanzarse como candidato independiente.
Será igual de mentiroso en campaña y qué pasará si en Nuevo León le niegan el respaldo, se quedará en el gobierno estatal?
Otro que hace campaña a su manera es Miguel Ángel Mancera, jefe de gobierno de la CDMX, quien dice que no será candidato presidencial independiente y que en diciembre anunciará su decisión hacia el futuro. Mancera no deja su uniforme de voluntario y se presenta vestido así en todos lados, para que vean que sigue en el tema.

Email: [email protected]