Costra láctea
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Opinión

Comentario Pediátrico

Costra láctea

 


Es un tipo de respuesta que se genera en la piel a partir de una alteración en las glándulas productoras de grasa (dermatitis seborreica), entre la tercera semana y los primeros dos meses de vida. Afecta en forma inicial, la superficie de la cabeza con extensión posible a la cara y otras partes corporales, como una descamación crónica de placas amarillentas de apariencia grasosa sobre una piel enrojecida, que su mayoría, tienen un comportamiento autolimitado.

Su prevalencia es variable en relación con la edad, considerando en 10% en los bebés menores de un mes que se incrementa hasta en un 70% a la edad de tres meses, con disminución progresiva en los meses siguientes, afectando aproximadamente al 7 % de los niños de uno a dos años, comportándose en la mayoría de las ocasiones como una condición leve sin complicaciones adicionales, pero que suele generar preocupación en los padres, ante la incertidumbre de su naturaleza.

No se conoce en forma específica el proceso como se produce la enfermedad, aunque se establecen ya algunos factores que influyen para su desarrollo, señalando la influencia de hormonas maternas (andrógenos) en la estimulación especial glandular del bebé y, la asociación con algún tipo especial de hongo de la piel. En forma primaria se establece una sobreproducción de grasa por las glándulas, que condiciona que las escamas superficiales de la piel no se desprendan fácilmente y, se queden adheridas a otras que las hace aumentar de volumen; por su parte el hongo (malassezia), cambia el equilibrio de los ácidos grasos saturados y no saturados y con ello modifica su tolerancia.

La forma de manifestarse esta costra láctea en recién nacidos y lactantes, es a base de una acumulación asintomática y no inflamatoria de escamas amarillentas y grasosas en la superficie del cuero cabelludo, que más frecuentemente involucra la parte superior de la cabeza y la región frontal. A veces, la erupción comienza en la cara con manchas rojizas y descamación superficial de piel en color salmón, pero en niños de piel obscura esas manchas pueden notarse en aspecto más claro de su piel con escamas superficiales. La frente, las cejas, partes posteriores de las orejas, párpados, mejillas y los pliegues entre la nariz y labios suelen verse afectados, aunque también puede encontrarse afectada la región del pañal, tronco corporal -en especial la región umbilical- y las zonas ubicadas entre los pliegues corporales.

En los pliegues alrededor del cuello, en las axilas y en la región de los muslos, las lesiones tienen un aspecto diferente ya que lucen en carácter húmedo, brillante, no escamoso y tienden a ser confluentes. En formas más extendidas, grandes áreas del tronco pueden verse afectadas con placas de enrojecimiento y descamación bien delimitadas que cubren la parte inferior del abdomen, el pubis y la ingle, así como la pelvis posterior. En raras ocasiones, la dermatitis seborreica puede presentarse como una erupción rojiza en la piel de los bebés.

Con esta condición en su apariencia, contrasta con el aspecto general del bebé que suele manifestar un buen desarrollo a base de una alimentación adecuada, sin alteraciones en su sueño, sin evidencia alguna de sensación de comezón (a pesar de descamación notoria). La mayoría de las ocasiones la mejoría suele presentarse de forma espontánea en semanas o en meses, aunque en ocasiones el manejo equivocado del cuadro puede generar complicaciones a su evolución.

En la mayoría de las ocasiones, los casos que persisten más allá de los primeros 12 meses de vida son muy raros y deben hacer considerar otro tipo de enfermedades con las que pueden confundirse, como las que a continuación se relatan.

La dermatitis atópica manifiesta enrojecimiento de su piel, con la particularidad que, en este cuadro, hay comezón evidente y frecuente acompañado de irritabilidad que afecta su alimentación y sueño. Las lesiones tienen bordes mal definidos y afecta mejillas y superficies extensoras de piel. Existe antecedente familiar alérgico (rinitis, asma, etc.).

La dermatitis irritante del pañal es causada por el ambiente húmedo y la fricción del pañal, suele respetar los pliegues cutáneos. Sin embargo, la dermatitis del pañal con infección por un hongo (Cándida) superpuesto, le confiere un aspecto rojo carnoso y brillante, a veces con erosiones superficiales, y afecta a los pliegues de la piel. Se pueden ver lesiones transitorias en los bordes que avanzan y las lesiones cercanas (satélite) son comunes.

La tiña del cabello produce reacción inflamatoria del cuero cabelludo asociado con descamación y pérdida de cabello. Otras condiciones para diferenciar son cuadros menos frecuentes como la psoriasis y la histiocitosis cuyo pronóstico es más grave ante la cronicidad y su carácter maligno respectivamente, por lo que requieren evaluación por especialista en dermatología cuando la apariencia y evolución los hagan considerar.

Ante el curso autolimitado y generalmente benigno de la costra láctea, se sugiere a quienes dan atención primaria, emplear las siguientes medidas conservadoras para evitar la complicación del cuadro y favorecer su remisión.

Información completa en: https//alevascommx.blogspot.com