Columna sin nombre
Las buenas noticias
Si arrecia el virus, me voy pa’ Mérida
El Mapache Guasón
En medio de tantas malas noticias debo destacar, finalmente, que el Gobierno Federal, tarde… muy tarde, dio vida a la Comisión de Salubridad General que es la máxima autoridad, constitucionalmente hablando, en asuntos de salud pública.
Esta dependencia en la semana que termina dictó disposiciones generales para contener al coronavirus, que van desde el cierre de establecimientos no esenciales, hasta la obligatoria continuación de operaciones esenciales.
Médicos, enfermeras, hospitales, farmacias y tiendas que expendan artículos de primera necesidad, alimentos pues, entre otras.
Dentro de ese acto, destaco la verdadera buena noticia: la incorporación abierta, organizada, con todos los elementos del Ejército, la Marina y la Fuerza Aérea.
Incorporan hospitales de alta especialidad, de enfermedades generales y miles de médicos, enfermeras y personal administrativo a la atención contra este “Jinete del Apocalipsis”, el Covid-19.
Los hospitales están distribuidos por todo el país y aún más, están contratando más enfermeras y médicos.
Anuncian disponibilidad de más de mil camas para enfermos con este padecimiento y manifiestan que se tiene el equipo básico de protección para el personal, que tiene y tendrá contacto, con esos enfermos.
Opino: sin el Ejército, Armada y Fuerza Aérea, estaríamos inermes, indefensos ante el mal, porque hay que decirlo los servicios asistenciales de salud tradicionales no son suficientes en nuestro país, y como se ha demostrado el simple abasto de medicamentos es defectuoso.
Yo también soy pueblo, por allí nos encontraremos.