Hace 500 años
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Opinión

Carpe Diem

Hace 500 años

 


El lugar está a tres cuadras del Zócalo, en lo que hoy son las esquinas de la Av. Pino Suárez y la calle República del Salvador de la Ciudad de México. En ese sitio hay una pequeña plaza pública, la iglesia de Jesús Nazareno con el Hospital de Jesús a un costado, el viejo palacio virreinal de los Condes de Calimaya convertido hoy en el Museo de la Ciudad y, en la última de las cuatro esquinas, un edificio con locales comerciales.

En la iglesia existió una placa conmemorativa del encuentro, el 8 de noviembre de 1519, entre el gran emperador Moctezuma y el capitán español Hernando Cortés. En su lugar existe hoy un mural formado por mosaicos con una representación gráfica.
No lo sabían en ese momento, pero fue un acontecimiento mundial a pesar de la lentitud de las comunicaciones de aquellos siglos. Se destruyó una civilización y, con lo que quedó y lo que aportaron los conquistadores se creó otra nueva, sin dejar de lado que, a pesar del paso de los siglos, una parte de los descendientes de aquellas culturas, todavía no se sienten asimilados por el México moderno.

La historia oficial, la que apenas conoce la gran mayoría de mexicanos y que es su único punto de referencia olvidó muchas cosas. La historia de bronce, en su afán legitimador y patriotero, dejó de lado muchos aspectos interesantes. No son datos indispensables, pero es curioso abordar el asunto desde otro punto de vista.

El Emperador Moctezuma dejó descendencia y, algunos de quienes viven hoy en España, ostentan títulos nobiliarios con todo y sus heráldicas. Por supuesto que, 500 años después y habiéndose casado con europeos, los descendientes de Moctezuma son personas de piel blanca y ojos claros.

El apellido Moctezuma se perdió con el paso de los siglos y, de acuerdo con crónicas en internet, quienes hoy lo usan para asimilarse como descendientes, probablemente sean charlatanes.

La BBC de Londres y el diario El País de España publicaron en sus portales información respecto de aquel encuentro, sin embargo, ambos medios lo hicieron abordando el asunto de la descendencia del Emperador más que en el hecho mismo. Curioso, ningún medio español le dio lugar destacado a pesar de que el avasallamiento de México por parte de ellos les permitió convertirse en una potencia. Rápido olvidaron todo lo que de aquí se llevaron.

Los descendientes de Moctezuma recibieron, hasta 1934, una renta de parte del Estado Mexicano. La corona española también les otorgó algunos privilegios especiales. Hoy en día el gobierno mexicano no les paga ninguna renta y, en España, se mantienen algunos títulos nobiliarios. En España se reconoce la existencia del ducado de Moctezuma de Tultengo y, dato aparte, también se reconoce la existencia del Marquesado de Oaxaca.

Los hijos de Isabel Tecuichpo Moctezuma, hija de Moctezuma, son parte de la dinastía de los condes de Miravalle, también es España.

Suena extraño para nosotros, pero no debemos olvidar que Moctezuma era un emperador, por lo que familia recibió un trato y un estatus especial que les permitió emparentar con la nobleza ibérica.

Un par de descendientes en México, Federico Acosta y María Fernanda Olivera no piden ya que el Estado les pague una renta, pero piden ser tomados en cuenta en la narrativa y se les reconozca porque se consideran mexicanos de primera clase, es decir, les gustaría ser consultados sobre cuestiones sociales, declaró Federico Acosta en entrevista a “El País”.

No existe posibilidad alguna de que algún descendiente comprobado del emperador pudiera reclamar la Corona de México, pero como están las cosas y en tiempos de la posverdad no sería extraño que algún día saliera un loco reclamando el trono del Imperio Mexica.

Libertad de expresión
Aunque se llenan la boca algunas autoridades con el respeto a la libertad de expresión lo cierto es que en los hechos quisieran desaparecerla. El gobierno federal actual parece encaminarse en ese sentido pues cada día que pasa en el poder toma un tinte cada vez más autoritario.

Limitar la libertad de expresión puede tener graves consecuencias. Este semana, además de celebrar los 500 años del encuentro entre Moctezuma y Cortés, celebramos los 30 años de la caída del Muro de Berlín y el inicio del fin del Imperio Soviético.
¿Por qué cayó el muro? Porque los jóvenes no soportaron más la falta de libertad de expresión. Así de fuerte es la necesidad de esta libertad básica y así de históricas fueron sus consecuencias: la búsqueda de libertad acabó con el régimen comunista.
Una y otra vez desde las esferas del poder se trata de callar a la prensa, es lo de todos los días. Algunas veces lo hacen pagando para comprar silencio y otras matando para silenciar para siempre. El ejercicio del periodismo en México es una profesión mortal y, comprobado está, que en la mayoría de los casos los responsables están, o han estado, en el poder.
Desde el poder debe entenderse que el oficio del periodista es ser la voz de los débiles, de ser la voz que dé a conocer lo que el gobierno, los caciques o poderes fácticos no quieren que se sepa, informar para crear opinión pública. Una prensa crítica es el mejor aliado de un pueblo y el mejor contrapeso de los gobiernos autoritarios, como el que está construyendo AMLO.

No son las redes sociales, es la prensa el verdadero contrapeso que México necesita. Y no hay mejor ejemplo que el continuo ataque del presidente no contra las redes sino contra la prensa escrita, en donde se expresan y se firman opiniones, argumentaciones y razones. Contrario al internet, la prensa escrita ofrece fuentes verificadas y datos contrastados como lo establecen las normas de la profesión.

Las amenazas recientes contra EL IMPARCIAL, un periódico en donde se ejerce un periodismo responsable y crítico, no deben dejarse pasar. Vamos a cerrar filas y defender este espacio de crítica y libertad.