La realidad laboral de los empleados de confianza
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Aguila Mexicana

La realidad laboral de los empleados de confianza

 


Cuando comencé a estudiar la licenciatura en derecho alguna vez me pregunté ¿por qué muchos abogados y abogadas que son conocedores de las leyes permiten discriminaciones laborales? Me hice esa pregunta porque era inconcebible para mí escuchar historias como que podían pasar laborando en dependencias de gobierno 10 o más horas al día cuando la ley establece como jornada laboral un máximo de 8 horas, la ley también establece que en caso de que un empleado trabaje más horas el salario debe ser proporcional, lamentablemente esas historias acontecían hace muchos años pero hasta el día de hoy siguen ocurriendo.

Los trabajadores de confianza con facilidad pueden perder sus empleos y de hecho son amenazados precisamente con que serán despedidos si no acceden a realizar actividades que pasan el límite de sus obligaciones y responsabilidades.

Los trabajadores de confianza son quienes llevan la carga laboral en las dependencias de gobierno porque los trabajadores sindicalizados de algún modo están protegidos jurídicamente, así que es normal que un trabajador de confianza pueda trabajar de 8 de la mañana a 8 de la noche para que avance con todo el trabajo pendiente, también cabe mencionar que los días vacacionales que tienen los trabajadores de confianza son menos que los días vacacionales de los trabajadores sindicalizados, existen historias en donde incluso esos pocos días de descanso que deben tener los empleados de confianza se los quitan para que puedan sacar el trabajo pendiente, trabajo que se vuelve interminable.

Aunado a todo esto, son discriminados porque se tiene la creencia de que por ser trabajadores de confianza ganan más que un trabajador sindicalizado pero en muchas ocasiones los empleados de confianza son quienes deben comprar con su dinero materiales de oficina que deberían ser proporcionados por la dependencia en la que laboran y a excepción de los mandos medios y altos la mayoría no tiene un salario acorde a la carga de trabajo, incluso en muchas ocasiones los trabajadores deben moverse a otras regiones en el interior del estado por trabajo y tiene accidentes porque son enviados a altas horas de la madrugada en vehículos sin el mantenimiento adecuado.

A pesar de todas las dificultades en el ambiente laboral de los trabajadores de confianza, cada que se hace cambio de gabinete en algunas de las secretarías o direcciones en el gabinete legal o ampliado del gobernador las personas que corren mayor riesgo para ser removidas de su cargo son el personal de confianza.

En resumen, los trabajadores de confianza sufren con bajos salarios, pocos días de descanso, un exceso de carga de trabajo, falta de capacitación laboral contrastado con un nivel de exigencia elevado, aunque muchos son abogados y conocen las leyes lo permiten porque existe una cultura laboral que no todos están dispuestos a cambiar.

La realidad y respuesta a la pregunta que en algún momento me hice es que las oportunidades laborales son escasas, por lo que aceptar trabajar en un lugar donde las condiciones no son precisamente encaminadas a un trato apegado a derechos humanos es en estos tiempos una mejor alternativa a no tener una fuente de ingresos aunque sea mínima.

El tema del acoso sexual es punto y aparte porque merece una columna completa, sin embargo cabe mencionar que un trabajador de confianza está más vulnerable a sufrirlo, porque su propia vulnerabilidad jurídica laboral podría ser un factor que cause temor a perder el empleo si no se accede a ese tipo de coacción.

Solamente con un cambio de mentalidad que se eleve contemplando la dignidad de las personas, se podrán romper esos paradigmas laborales que siguen existiendo, en lo laboral y profesional debe ser bienvenida la empatía por parte de quienes encabezan las dependencias gubernamentales para que esa empatía entienda que las personas son personas y no robots, es necesario que laboralmente se les otorguen esos derechos que merecen y que sus condiciones en el ambiente de trabajo no sean hostiles.

Ese cambio de mentalidad debe ser profundo, por parte de los trabajadores de confianza deben saber que todo momento es adecuado para defender un derecho y sobre todo la dignidad y por parte de quienes encabezan las diferentes dependencias y secretarías que actúen con esa humanidad que los debe caracterizar por ser líderes en la transformación social.