COMPARTIENDO MIS SENCILLOS PUNTOS HOMILÉTICOS
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COMPARTIENDO MIS SENCILLOS PUNTOS HOMILÉTICOS

 


PBRO. LÁZARO PEÑA V.

 

XX Domingo Ordinario, 14 de agosto de 2022, Verde [Se omite la Memoria de san Maximiliano María Kolbe, presbítero y mártir] MR, p. 434 (430) / Lecc. II, p. 257 LH, semana IV del Salterio. Otros santos: Antonio Primaldo. obispo. y 800 compañeros. “Mártires de Otranto”. Beata Isabel Renzi, virgen fundadora.Jer 38,4-6.8-10; Heb 12,1-4; Lc 12,49-53.

En este pasaje vemos que el profeta Jeremías habla en Nombre de Dios y en favor de su pueblo, a sabiendas que los limpiabotas y barberos del rey lo condenarán para quedar bien con el jefe en turno, a fin de seguir royendo el huesito; a ellos no les importa el pueblo, sino que no los remuevan de su puesto, por eso siempre dirán “sí” al jefe, jamás lo corregirán. Jeremías es lanzado al pozo lleno de lodo, porque el rey se deja engañar y hace lo que dicen sus “consejeros”; a pesar de saber que Jeremías era un hombre bueno y sincero. El rey no era más que una marioneta, manejado por hombres malvados que se vestían con piel de oveja y bailaban al son que les tocaran.

Esta Carta es dirigida a los judíos (hebreos), que eran una de las primitivas comunidades cristianas de Palestina, que estaba viviendo persecución, incluso le habían confiscado sus bienes por aceptar a Cristo y hacerlo vida; por eso se les anima a resistir firmes y animarse los unos a los otros, fortaleciendo su fe con el ejemplo de los héroes cristianos que nos narra el capítulo 11 de esta misma Carta. El pasaje de hoy nos invita a imitar al piloto de autos de carreras, que pone toda su atención y todas sus capacidades para ganar la carrera, sin voltear hacia atrás o a los lados, porque perdería todo, incluso su vida; además no debe llevar nada de peso extra que le estorbe; así debe ser el cristiano, debe despojarse del pecado.

En este texto evangélico de San Lucas, Jesús nos dice: “He venido a traer fuego a la tierra, ¡y cuánto desearía que ya estuviera ardiendo!”. Hermanos, fuego es el Poder de Dios que purifica, que transforma, quema la impureza del hombre altivo, soberbio, egoísta, injusto y malvado; pero muchos somos como el ave fénix, que resurgimos de las cenizas, para seguir haciendo el mal. Jesús aparece como el portador del fuego de Dios sobre la Tierra, y quiere quemar todo aquello que hace mal al hombre y ofende a Dios. La misión de Jesús es separar el trigo de la cizaña, es acrisolar lo bueno y destruir lo malo, es separar la cachaza (espuma llena de impureza que brota al hervir el jugo de la caña, para extraer el azúcar limpia); es separar la escoria humana que no tiene nada bueno, sino solo maldad que daña. Por eso, todo cristiano, al ser bautizados, ahoga en las aguas de la Gracia el viejo yo, lleno de maldad, para resurgir lavado y fortalecido, mirando siempre a Cristo, modelo y ejemplo de su vida, que no vino a traer la paz sino la guerra, contra el poder de Satanás, Padre de toda mentira, que enarbola la bandera de la injusticia, el odio y a la muerte.

Tres ideas para meditar y recordar esta semana:

Tú, católico, ¿hablas con la verdad y defiendes al inocente?

¿Estás dispuesto a dar razón de tu fe, en medio de un mundo idólatra?

¿Estás dispuesto a quemar tus ambiciones, vicios, maldades e injusticias?