El derecho humano a una administración eficaz
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Opinión

El derecho humano a una administración eficaz

 


El municipio de Oaxaca de Juárez, abandonado

El municipio es de una de bases institucionales del Estado Mexicano que, en principio, era la fuente de ingresos para los Estados y, posteriormente de la Federación que, sin embargo en la evolución constitucional del sistema federal cooperativo mexicano, lo situó como un nivel de gobierno autónomo, en lo que toca a su régimen interior y financiero que comparte al igual que los otros dos niveles, realiza atribuciones públicas de orden político- administrativo.
Así está estructurado y garantizado en la Constitución que, en su artículo 115 dispone que, Los estados adoptarán, para su régimen interior, la forma de gobierno republicano, representativo, democrático, laico y popular, teniendo como base de su división territorial y de su organización política y administrativa, el municipio libre, mismo que será gobernado por un Ayuntamiento de elección popular directa, integrado por un Presidente o Presidenta Municipal y el número de regidurías y sindicaturas que la ley determine, el cual se ejercerá por el Ayuntamiento de manera exclusiva y no habrá autoridad intermedia alguna entre éste y el gobierno del Estado.
En la actualidad el Municipio de Oaxaca de Juárez puede afirmarse que carece de un ayuntamiento que administre los servicios a su cargo, como lo acabamos de experimentar en el de recolección de la basura, que en la operación es de sí insuficiente para dar un servicio integral a las múltiples agencias y colonias que lo conforman, el cual hizo crisis por falta de pago a los servidores públicos y la ausencia, conjuntada con la apatía del Presidente Municipal que ha caracterizado este gobierno que, no transformó sino deformó, su ejercicio al abandonar su funciones.
Es palpable la inseguridad en el área municipal que no cuenta con un cuerpo de policías municipales que cubra el estándar que requiere este servicio, promocional al número de habitantes, agravado por qué ahora cuidan, aseguran sus elementos, las vallas del centro histórico; el tránsito vehicular en total desorden, al no existir un programa consensado con los prestadores del servicio público de autotransporte de personas, taxis y autobuses en la zona urbana y conurbada, para ese efecto que permita una viabilidad ordenada que colabore con el sano ambiente.
A ello se agrega la dilatada tramitación de los asuntos que competen a nivel de gobierno, como son las licencias de construcción, obras que se realizan sin este requisito sin que se estén exigiendo, previo a la autorización correspondiente, los requisitos de factibidad de servicios de agua, drenaje y de control; las vías públicas, calles, convertidas en un alto porcentaje en toda la ciudad en verdaderas trampas vehiculares, al introducir tuberías o cableado, rompen una y otras vez el pavimento o cemento y las dejan en mal estado, no las reparan simplemente, en el mejor de los casos, las cubren con tierra. La autoridad municipal muestra su total ausencia en estos asuntos de su comunidad.
Los habitantes del municipio de Oaxaca de Juárez estamos ya cansados de gobiernos (ayuntamientos) municipales ineficaces, corruptos, no solo por abusar de los fondos públicos en su beneficio sino por la deficiencia de los servicios que, en el ayuntamiento que está por concluir su periodo, su Presidente, abandona propiamente sus funciones; la ciudad transita en el desorden, la inseguridad. El gobierno del Estado, abrumado, por la etapa final del periodo y de selección de candidatos, tuvo que resolver, con recursos, el asunto municipal.
Nuestros Legisladores, tienen el reto de cubrir el Derecho Humano de los habitantes del Estado y de este Municipio de Oaxaca de Juárez, a una buena administración, como ya se conformó en la Ciudad de México, con el objeto de establecer una vía institucional de proteger y tutelar de manera amplia en manejo adecuado de la administración y gobierno en el Estado y en sus municipios.
Señala en sus antecedentes que este derecho se aprecia como las condiciones o características que debe tener el funcionamiento del ejercicio del gobierno, para garantizar el derecho a la buena administración a través de un gobierno abierto, integral, honesto, transparente, profesional, eficaz, eficiente, austero, incluyente, y resiliente que procure el interés público y combata la corrupción, dispone que hay una relación medios fines, en los cuales la buena administración tiene un sentido de fin o resultado y un sentido de caracterización de las condiciones en las que debe realizarse la gestión pública, como medios para lograr tal fin
Agrega que el derecho a la buena administración plantea problemas de mayor generalidad o abstracción en su conceptualización; sin embargo, tiene expresiones de mayor concreción, como la de recibir los servicios públicos de conformidad con los principios de generalidad, uniformidad, regularidad, continuidad, calidad y uso de las tecnologías de la información y la comunicación, pudiendo establecerse cartas sobre derechos de los usuarios e índices de calidad; la audiencia previa de los gobernados frente a toda resolución que constituya un acto privativo de autoridad.
Precisa que la buena administración, parten de los principios de eficiencia, eficacia, resiliencia, receptividad, y que se materializan en obligaciones atribuibles a los sujetos públicos, que son deberes de hacer mayores beneficios sociales a los menores costos, realización de los estados de cosas, que se traducen en deberes positivos de hacer, de logar cambios.
Este es el reto para el Estado y en específico para el Ayuntamiento del Municipio de Oaxaca de Juárez.

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