No es un 8 de marzo más

Mañana 8 de marzo de 2021, no es una conmemoración más del Día Internacional de la Mujer. El año 2020 ha sido un parteaguas que recrudeció las desigualdades entre mujeres y hombres, poniéndolas a la vista de gobiernos y sociedades, pero también enfatizando la importante labor que las mujeres realizamos en la primera línea de la crisis de la Covid-19 como trabajadoras de la salud, cuidadoras y líderes comunitarias.

De acuerdo con la Declaración derivada de la Sexagésima Reunión de la Mesa Directiva de la Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe, realizada hace un par de semanas, la crisis derivada de la pandemia por coronavirus tiene un impacto desproporcionadamente alto en las mujeres y las niñas, al profundizar las formas de violencia, discriminación y exclusión, así como los nudos estructurales de la desigualdad de género, amenazando los avances logrados en los últimos 25 años.

Ahora más que nunca debe quedar claro que las problemáticas que afectan la vida de las mujeres no son asuntos de segunda categoría en orden de importancia, ni nos competen sólo a las mujeres, pues tal como lo evidenció el Censo de Población y Vivienda 2020, las mexicanas somos mayoría y Oaxaca es la entidad con mayor población de mujeres.

En esta lucha los procesos de capacitación y de reflexión son indispensables, por eso siempre están presentes en el actuar de la Secretaría de las Mujeres de Oaxaca y con especial énfasis durante todo el mes. Como parte de los eventos conmemorativos, conversaremos nuevamente con la doctora Coral Herrera quien nos hablará justamente sobre la “Agenda Feminista para una Nueva Normalidad”, y el viernes 12 de marzo tendremos el conversatorio “Tiranía patriarcal: tacones, depilación y tallas”, donde nos acompañarán las feministas y activistas Stella Fraginals y Mayra Aldaz. Les invito a estar pendientes de la cartelera semanal en la página de Facebook de la Secretaría.

Más allá de las políticas y acciones afirmativas que desde los gobiernos se impulsen para erradicar las violencias y para generar igualdad sustantiva, el feminismo es nuestra herramienta más poderosa para recuperar nuestros cuerpos, nuestro tiempo, nuestra autonomía afectiva, económica y política. En pocas palabras, para que las mujeres recuperen su poder y sean dueñas de sí.

Si aún en desigualdad y afrontando las violencias la pandemia ha puesto de manifiesto el gran valor de la labor de las mujeres desde las diferentes trincheras de atención a la crisis, imaginemos de qué manera las mujeres empujaríamos el desarrollo de un mundo en igualdad, donde las mujeres vivamos libres de violencias de género y de discriminación. Un mundo en el que podamos ocuparnos solamente de desarrollar nuestros talentos y capacidades, para dar nuestro máximo potencial.

Este es el horizonte hacia el que estamos caminando. Les invito a hacer nuestras las causas de los feminismos, y a comprometernos con ser agentes de cambio en nuestro entorno inmediato. Somos la generación igualdad, y en nuestras manos está la gran oportunidad de hacer realidad un mundo más justo, pacífico, de relaciones más armoniosas y próspero para toda la humanidad.