El poder de las palabras
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Opinión

El poder de las palabras

 


Hay una reflexión imprescindible, que debemos hacernos en el marco de los 16 días de activismo por la eliminación de la violencia contra niñas y mujeres, y es la importancia del tratamiento informativo de la violencia de género en los medios de comunicación, pues en esa narrativa la sociedad forma criterios, juicios e incluso se predispone a repetir historias.

Esto no es tema nuevo. La reconocida antropóloga y teórica feminista Rita Segato, lo ha dicho con mucha precisión: “Los feminicidios se repiten porque se muestran como un espectáculo”. Esta afirmación hay que tomarla muy en serio, viniendo de una mujer que ha pasado años en investigación de campo en Brasilia, donde realizó entrevistas a violadores presos para entender a profundidad las agresiones sexuales y sus causas, así como en su momento lo hizo con los feminicidios de Ciudad Juárez.

Lo más evidente es que una nota periodística que exhibe y cuestiona a la víctima, automáticamente justifica la violencia y al agresor, por ejemplo: “Violan a joven que andaba sola y ebria por la Central”; u otros que destacan más las cualidades del agresor que el hecho de ser un asesino como: “Juez condena a 50 años de cárcel a estudiante modelo que descuartizó a jovencita”; y una más donde la víctima resulta ser el asesino; “En un arranque de furia, empresario mata a esposa infiel”.

La pedagogía de la crueldad es el término que las especialistas dan al exceso descriptivo de la forma en que las mujeres son asesinadas, generando una sociedad indolente, por ejemplo: “Encuentran a mujer desnuda, violada y mutilada, a orillas de un río”. Esto ha sido lo usual en las secciones de nota roja o en periódicos amarillistas que usan fotos demasiado explícitas (por no decir obscenas) y recrean los hechos como si se tratara de una historieta.

No podemos seguir así. Notas y titulares como estos han contribuido a la reproducción de la violencia, expuesto a las víctimas al escrutinio público y justificado a los criminales. Desde la SMO, hemos impartido y promovido talleres formativos y de sensibilización a periodistas como, “Erradicar la violencia contra las mujeres pasa por los medios”, realizado este año poco antes del inicio del confinamiento. Además, hemos procurado tener cercanía proponiendo reuniones editoriales para informarles sobre la agenda de género y resolver dudas.

También el ignorar a las mujeres, el subestimarlas o identificarlas sólo en referencia a un hombre, es no reconocerles y violentarles, por ejemplo: “Esposa del famoso escritor Sergio Catalán, gana premio nobel de la paz”. En este punto también es muy importante el uso del lenguaje incluyente, para visibilizar el papel de las mujeres en la sociedad.

Es necesario continuar impulsando una comunicación con enfoque de género que promueva la igualdad entre los sexos eliminando expresiones sexistas y estereotipadas, porque este es el origen.

Contribuir a la desnaturalización de la violencia contra las mujeres, es una importante labor social que el periodismo mexicano y los medios de comunicación, deben asumir con mucha convicción, al igual que una sociedad que deje de consumir la violencia de género con morbo e indiferencia. No esperemos a que la víctima sea una amiga, una hija, una hermana, para humanizarnos y empatizar con las víctimas. Aprovecho para reconocer la labor y los esfuerzos que ha emprendido en ese sentido El Imparcial de Oaxaca, así como otras periodistas oaxaqueñas. Siempre hemos encontrado una actitud muy receptiva para abonar a la agenda de género en este medio. Felicidades por su 69o aniversario y que vengan muchos más.