Indigenista desenmascarado
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Indigenista desenmascarado

 


En el ESCAPARATE he puesto en diversas entregas sucesos y denuncias que muestran cómo al director general del INPI (Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas) Adelfo Regino Montes lo ha corrompido el poder. Con la actitud de este alto funcionario Mixe, se confirma que el poder solo desenmascara a los corruptos.

En el comportamiento de este falso servidor público descubrimos a embaucador más de la 4T. Adelfo se sirve de los indígenas en lugar de servirles como ofrecía en sus tiempos de beligerante “luchador social”, opositor persistente hasta ubicarse como asesor del antisistémico EZLN, posición que le sirvió para catapultarse al equipo de López Obrador.  

Fuentes confiables me dicen que la avidez de quien tiene en sus manos el programa estelar de AMLO para el rescate de los pueblos originarios, lo ha llevado a poner a dos de sus hermanos en posiciones neurálgicas del INPI. Su hermano es el contacto para ofertar la construcción de caminos rurales de concreto a cambio del consabido “moche” del 20 por ciento. Su hermana es la jefa indiscutible de la dirección administrativa. Es quien maneja el presupuesto el INPI que, en este año será de 3,500 millones de pesos. 

Aunque en comparación con el año pasado, el techo financiero del INPI fue reducido drásticamente precisamente por la inoperancia del Director General, sigue siendo una suma muy importante. Fue recortado en un 40 por ciento. De 6 mil millones de pesos a 3 mil 500 millones. Fue el primer golpe contra Adelfo Regino quien se anunciaba como el “reivindicador de los indígenas”.

Un funcionario del INPI describe que en Adelfo Regino ocurre aquello de “dale poder y lo conoceréis”. En este caso asoma claramente la personalidad de un cleptómano consumado, extraviado totalmente en el poder. Me dicen que hasta su paladar está confundido. Cree que beber bebidas importadas realza su estatus y cada día son más frecuentes sus reuniones etílicas. Es lo que registran muchos de sus colaboradores. Me dicen que el número de “aviadores” en este instituto, no resistiría la más leve auditoría. 

FALSA PERSONALIDAD 

En la nación Mixe, origen de Adelfo Regino, cunde el escándalo por el mal comportamiento de su hermano de raza de quien, como alto funcionario, esperaban un avance en sus planes de reivindicación.   

Dicen que está firme en su comportamiento de renegado. Sigue fiel a sus prácticas de confrontación entre los pueblos Mixes. Divide y vencerás es la línea que sigue. 

Ya suman una docena los pueblos Mixes, Zapotecos, Mixteos y Chinantecos, que piden la intervención del presidente AMLO para que los mandos del INPI se apeguen a los principios de “no mentir, no robar y no traicionar”. 

Además de los “moches” que impone para autorizar obras, divide y confronta a las comunidades que no se pliegan a sus intereses. Lo hace, así, dicen, para justificar que “tiene el control” en el mundo indígena.  

En muchos pueblos, sobre todo Mixes, cunde el clamor de que el comportamiento del director del INPI está originando tal desconcierto que puede considerarse una bomba de tiempo que podría estallar de un momento a otro alimentado por la histórica rebeldía del pueblo Mixe, la etnia nunca conquistada.    

Para alzarse como “gran controlador” sigue apegado a la estrategia de prender fuegos que él mismo apaga. Así ha generado conflictos agrarios y sociales ficticios para enfrentar a los pueblos mixes, prolonga las diferencias, políticas, ideológicas y religiosas hasta que lo llamen como el “conciliador indispensable”. 

En las redes sociales mencionan casos concretos: el conflicto agrario y social entre Ayutla y sus vecinos de Tamazulápam del Espíritu Santo. Aquí aviva un añejo conflicto agrario azuzando a caciques locales, un “colectivo de mujeres” y a los religiosos salesianos. 

La misma táctica utiliza Adelfo para mantener vigente el conflicto agrario entre San Miguel Quetzaltepec con su agencia municipal Chuxnaban, ésta última comunidad es asesorada por él según denuncias de las autoridades del primer pueblo. 

San Juan Juquila Mixes enfrenta otro conflicto de límites con su agencia municipal San Pedro Ocotepec, ésta última es apoyada y asesorada por el mismo funcionario, quien, ignorando a las autoridades de la cabecera municipal, aprobó la apertura de una nueva carretera, sin antes agotar el diálogo y los acuerdos, mostrando su falta de capacidad conciliadora.

Entre Santiago Atitlán y Estancia de Morelos, otro conflicto está a punto de estallar en violencia por instigación del funcionario federal.

Otro conflicto ficticio que busca mantener latente es entre María Lombardo de Casso y Jaltepec de Candayoc. 

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