Ambulantes en el Centro Histórico
En la semana que termina, hemos sufrido en Oaxaca como Entidad Federativa, múltiples bloqueos de calles y carreteras, además del incremento de comerciantes ambulantes en Oaxaca de Juárez, coronado con un foco de infección en el Zócalo capitalino, tanto por la aglomeración como por los deshechos de basura que han convertido el Centro Histórico en un verdadero muladar.
Caminé por el Zócalo y Alameda de León el martes pasado, y francamente no recordé época alguna de mi vida, en haberlo visto en tal grado de abandono y “podredumbre”; sí he visto fotografías de otros siglos, en el que el Zócalo estaba pletórico de puestos, pero en los últimos 50 años, no se había llegado a esos niveles de desorden.
El problema no es de fácil solución y la única forma de combatirlo es actuar diariamente contra este fenómeno.
Hace unos años, el problema del ambulantaje tuvo un respiro, con la reubicación los viernes, de muchas personas en la calle que se encuentra atrás del parque de Base Ball Eduardo Vasconcelos, entonces, quizá, se debe buscar otro sitio o sitios para proceder a reubicaciones, pero la verdad es que no se ha hecho ni siquiera el intento.
El Centro Histórico fue la base para declarar a Oaxaca de Juárez “Patrimonio Cultural de la Humanidad”, y no obstante se ha experimentado desde hace cosa de diez años, quizá más, la invasión de ciudadanos de origen Triqui, que tienen tomada tanto la Alameda de León como los portales de Palacio de Gobierno, y los han convertido en verdaderos mercados, Tianguis, que francamente desfiguran permanentemente nuestro otrora bello Centro Histórico.
Esa circunstancia produce a los organizadores ganancias atractivas, sin que esos ingresos se manifiesten ante Hacienda y mucho menos se pague el ISR correspondiente.
No sé a ciencia cierta, si en la venta de sus productos se cobre el IVA, y mucho menos si en caso de hacerlo, se transfiera a la Federación como marca la Ley, de tal manera que ese IVA se regrese a Oaxaca por haberse generado en la ciudad o al menos un porcentaje del mismo, lo que sucede en las famosas “Participaciones Federales”, de las cuales sobreviven las recaudaciones de Municipios y Gobierno Estatal.
La solución, insisto, está en buscar lugares en donde reubicar a estos comerciantes, porque hay que decirlo, espacios existen, pero los involucrados, tanto comerciantes triquis, como autoridades se resisten siquiera a dialogar e intentar el movimiento.
Otro ejemplo de ese cambio, lo encontramos en las calles de Heroica Escuela Naval, que funciona creo que todos los jueves con un mercado aunque no del todo aceptable, al menos es tolerable porque la gente que transita lo evita para no tener la molestia de pasar por ese lugar.
Entonces tenemos “Tianguis” jueves y viernes en los lugares señalados.
Por otro lado, la gente de nuestra ciudad, debería dejar de comprar en ese Centro Histórico, con el objeto de que la disminución de ventas haga pensar a los Triquis en aceptar un cambio razonable.
No es adecuado seguir tolerando que los portales de un Palacio de Gobierno sigan convertidos en casa habitación, sanitarios insalubres y comercio que no paga impuestos.
Yo también soy Pueblo
Por allí nos encontraremos
