Primera semana de clases
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Opinión

Primera semana de clases

 


La semana pasada terminamos en México el primer gran experimento oficial, de educación colectiva a distancia, es decir que estamos en el ciclo escolar 2020-2021 y lo impartimos en forma no presencial, fuera de los edificios escolares, usando la tecnología ya existente desde hace años como la radio y la televisión, y la moderna por Internet teniendo como aparatos receptores, computadoras, tabletas e incluso celulares.

Este fenómeno que solo hace veinte años hubiera parecido fantástico, hoy es una realidad.

Se están impartiendo clases a cosa de treinta millones de alumnos en todo México, y parece que somos el único país en hacerlo en todo el mundo.

El artífice de este sistema es el Secretario de Educación Pública, Esteban Moctezuma Barragán.

Lo acompañan desde luego como autores materiales los maestros del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, que salvo las inconformidades de los grupos de siempre, están logrando cumplir con lo que parecía imposible, ya que hay que destacar una y otra vez, que somos el único país en el mundo, repito, que nos estamos atreviendo a tal sistema general de Educación Pública, desde kínder hasta el Bachillerato.

Desde luego que hubo grandes y pequeños problemas, pero debemos aceptar que aquella primera semana fue virtualmente el inicio de un fenómeno extraordinario, tanto para maestros, como para alumnos e incluso para padres de familia.

En mi entorno conversé a mediados de semana, con niños y niñas de primaria, de secundaria y de bachillerato, con respuestas diversas.

La gente menuda, por lo general, no entiende bien a bien el problema y les molesta “estudiar” en casa, casi me dicen que preferirían no estudiar y que se suspendieran las clases, lo que curiosamente está sucediendo en muchos países que prefirieron cancelar los cursos, la escuela, el año escolar pues, antes que intentar las clases a distancia. 

Los adolescentes de secundaria me dijeron que es duro disciplinarse, pero la mayoría entiende el problema y solo piden que no les dejen tarea.

Por el lado de los estudiantes de preparatoria, el reclamo personal que escuché, además de la incomodidad, es el no ver a sus compañeros, no tenerlos al lado y quizá, digo yo, estar separados de la pareja juvenil en aquellos amoríos incipientes que todos tuvimos en la preparatoria.

Como sea, vamos avanzando y tengo grandes esperanzas, de que México alcance el éxito en tema tan complejo, delicado y trascendente.

Seguramente que en este fin de semana, sabremos que tuvimos mejores resultados que los alcanzados en la primera semana.

 

Estaremos atentos.

Yo también soy Pueblo.

Por allí nos encontraremos.