Los ríos San Felipe, Jalatlaco y Atoyac
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Opinión

Los ríos San Felipe, Jalatlaco y Atoyac

 


Leí recientemente, un reportaje sobre la situación del Río San Felipe, que primero me alarmó, y me hizo recordar las inundaciones en los Valles Centrales, tanto provocadas por el Río Jalatlaco como el Atoyac, por allá del 1969.

En reuniones con vecinos en aquellos años, una persona decía que el Jalatlaco era “un río muy matrero”.

Por su lado el Atoyac, cuando traía agua en época de lluvias, causaba inundaciones, y eso era porque su curso era divagante, es decir muchas curvas, meandros y cero defensas en sus riberas.

La solución a este río en aquellos años fue simple en el papel: rectificar su cauce y que este fuera recto.

Se logró no sin grandes esfuerzos, y aunque dejó inconformidades y personas “damnificadas”, el problema de inundaciones fue solucionado y se ganaron algunos terrenos; entre ellos si la memoria no me falla, se encuentra aquel en donde se asienta el Instituto Tecnológico de Oaxaca entre otros.

Se rectificó el cauce, se protegieron las riberas con piedra cantera a todo lo largo de la rectificación y en estos días no presenta peligro alguno, primero porque raramente trae agua, y fundamentalmente porque su llegada a Oaxaca de Juárez es tranquila por la derechura del cauce,

Ahora bien, al San Felipe que alimentaba al Jalatlaco se le hicieron una presas, dos, para que las corrientes violentas llegaran a esos lugares y después de llenarlos las aguas que continuaban su descenso lo hicieran sin fuerza, tranquilamente.

Hace años fue noticia que esas “presas derivadoras”, estaban llenas de tierra y tenían dueño no obstante ser zona federal; desconozco a la fecha el resultado de las acciones para impedir el apoderamiento de esos terrenos y confieso que no he caminado por la zona.

Desde luego que el Jalatlaco fue entubado y ahora transitamos sobre el en la avenida conocida como Calzada de la República.

Sin embargo el San Felipe está abandonado y por su pendiente se puede presentar hoy mismo o dentro de cincuenta año, alguna tromba que con el torrente causaría daños tanto a la carretera Panamericana a la altura del IMSS y la gasolinera Fonapas, si no se actúa para rectificar su cauce, limpiarlo y negociar las invasiones de casas a lo largo de su recorrido.

Desde luego es tarea propia del Gobierno Federal por conducto de lo que ahora sea la antigua Secretaría de Recursos Hidráulicos, pero es necesaria y urgente la intervención de los gobiernos municipales y Estatal, como gestores, ante las autoridades federales, para que cuanto antes, aún en medio de la contingencia sanitaria, se prepare el plan de rescate respectivo y se logre el presupuesto correspondiente.

La naturaleza de los ríos es tal, que tarde o temprano retoman su cauce y si está obstruido arrasan con quien se interponga en su curso.

Yo también soy Pueblo.

Por allí nos encontraremos.