Médicos, enfermeras... Los héroes de hoy
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Médicos, enfermeras… Los héroes de hoy

 


Es para la doctora Naty

 

Cada mañana, o tarde o noche, cuando acuden a su lugar de trabajo, los médicos, enfermeras, auxiliares y personal asistente, ruegan por su propia salud, la de su familia y por su buen regreso a casa… Tienen un valor enorme y una gran responsabilidad, y también tienen mucho miedo.

¡Claro que sí! Lo de hoy es un caso excepcional en México y para ellos mucho más. Cuando estudiaban medicina, enfermería u otras especialidades asociadas a la salud, no se imaginaron que un día se tendrían que enfrentar a una pandemia tan peligrosa como la que se vive hoy en el mundo.

En México la enfermedad avanza y los presagios no son muy buenos; de hecho, siguiendo la escala que dan a conocer los “científicos-médicos”, esto va a más cada día y tardará meses para que termine o se aísle o se contenga. No lo saben bien a bien. Nadie lo sabe en este momento.

Pero los médicos, enfermeras y asistentes de salud, incluso del tipo administrativo, están ahí, al pie del cañón, en sus recintos de trabajo para ayudar con su sabiduría, con el resultado de su larga carrera universitaria y luego su estancia por años en las clínicas y hospitales de salud, para poner a disposición de todos su enorme voluntad y humanismo. Son seres excepcionales que hoy mismo se convierten en los héroes de nuestro tiempo. Y sí.

En los consultorios, las clínicas y hospitales del país están ellas y ellos, con sus batas de identificación, con sus personales preocupaciones pero también con la gran ansiedad por estar en el lugar preciso para salvar a quien lo necesite en estos días aciagos.

Y sin embargo son insuficientes. Y esto hace que muchos tengan que cumplir jornadas extenuantes para atender a los enfermos “cotidianos” pero también para estar alerta y conocer de casos de enfermos con Coronavirus, a los que habrá de dárseles trato especial y a los que habrá que salvar la vida, pero que resultan un riesgo para su propia salud por el posible contagio.

Y aun así están ahí, puestos y dispuestos, por voluntad y amor a la profesión y a los seres humanos. Ni han tirado la toalla aun al ruego-súplica de sus familiares que los instan a dejar esto por el momento. No. Ahí están…

Pero en México hacen falta más, no sólo por el momento crítico que se vive, sino también porque el sistema de salud mexicano está colapsado hace más de un año.

Lo vimos no hace mucho cuando se mudó el sistema para instalar el Insabi en sustitución del Seguro Popular. Las contradicciones fueron inmediatas: Falta de infraestructura e insumos para el trabajo médico y, sobre todo, la falta de medicamentos. Todo esto indignó a muchos… Se había prometido algo que no se cumplió en los hechos.

Tan sólo para mayo de 2019 y con motivo de la aplicación de un “modelo de austeridad económica”, ‘por instrucciones de la Secretaría de Hacienda’ se habían despedido a por lo menos 10 mil médicos del sistema nacional de salud pública y otro tanto de enfermeras y personal de salud. Muchos de ellos hacen mucha falta en este momento…

Y comenzó la crisis en el sistema de salud pública. Esto a pesar de que a diciembre de 2018 en México sólo había 27 integrantes del equipo de salud (médicos, enfermeras, enfermeros…) por cada 20 mil habitantes, cuando la Organización Mundial de la Salud recomendó que debería haber “por lo menos 44 por cada 10 mil habitantes del país”.

Para enero de 2020 la situación mexicana era grave en materia de recursos humanos para la salud pública. Para entonces el número de médicos, enfermeras y camas por cada mil habitantes se encontraba por debajo del promedio de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE):

“En el año 2000 había 1.6 médicos –del sector público y privado– por cada mil habitantes, tasa que subió a 2.4 para 2017 y a 2.6 para 2019, de acuerdo al Primer Informe de Gobierno 2018 – 2019. Dichas cifras están por debajo del promedio de los países de la OCDE que es de 3.5 doctores por cada mil habitantes.

“La tasa del personal de enfermería en nuestro país también se encuentra por debajo del promedio de la OCDE (8.8). Si comparamos el número de enfermeras en el 2000 (2.2 por cada mil habitantes) con las 2.9 de 2017, vemos un ligero aumento. Lo que no cambió para 2019.”

El resumen: faltan médicos, enfermeras y personal asociado a la salud en México, sobre todo en el sistema de salud pública. ¿Se está recuperando al personal médico dado de baja a principios de 2019 por efectos de la “austeridad” mal entendida?

Los médicos, enfermeras y asistentes que están hoy necesitan ayuda. Son insuficientes y trabajan jornadas extenuantes. No obstante hacen todo lo que pueden y más. Se esfuerzan, se entregan a su juramento de Hipócrates, saben que tienen que salvar vidas y que tienen una familia que los espera sanos y salvos… Y saben, también que hay una sociedad agobiada y nerviosa que necesita ayuda: y ellos y ellas la brindan, porque son eso, héroes de nuestros días… de estos días.

Pasado el tiempo y cuando todo esto haya terminado, habrá que hacerles un monumento y recordarlos con honores, porque –con las excepciones que hacen la regla- son gente aparte, gente especial que hoy más que nunca están demostrando esa enorme-inmensa-interminable calidad humana… Y sus familias que los esperan cada día, en la casa, en el hogar, con el ¡Jesús! en la boca, porque los queremos mucho.

 

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aa

 

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