Arzobispo pide perdón por malos tratos de sacerdotes
Oaxaca
La Capital Los Municipios
El Imparcial del Istmo El Imparcial de la Costa El Imparcial de la Cuenca
Nacional Internacional Súper Deportivo Especiales Economía Estilo Arte y Cultura En Escena Salud Ecología Ciencia Tecnología Viral Policiaca Opinión

Oaxaca

Arzobispo pide perdón por malos tratos de sacerdotes

Llama a feligreses a promover la vocación sacerdotal


Foto: Adrián Gaytán / El Arzobispo, Pedro Vázquez Villalobos, durante la ceremonia religiosa de ayer por la tarde
Foto: Adrián Gaytán / El Arzobispo, Pedro Vázquez Villalobos, durante la ceremonia religiosa de ayer por la tarde

Al encabezar la homilía dominical del Cuarto Domingo de Cuaresma, el Arzobispo de Antequera Oaxaca, Pedro Vázquez Villalobos, pidió perdón por malos tratos de sacerdotes que hayan recibido las y los feligreses, a quienes también invitó a promover la vocación sacerdotal.

En este día que celebramos el día del Seminario Diocesano. Quien está frente a ustedes les quiere decir hoy: gracias por tanta oración que hacen por nosotros. Gracias porque sé que diario le dicen a Dios que nos santifique. A veces, tal vez no hemos sido unos buenos sacerdotes y tal vez hemos herido su corazón de hijos de Dios, de miembros de la Iglesia. Si merecemos un perdón, yo se los pido. Se los pido a nombre personal y se los pido a nombre de mis sacerdotes. Perdónenos”.

Desde la Catedral Metropolitana, reconoció que a veces los sacerdotes no han sido buenos. “Les hemos dado un mal ejemplo. Les hemos dado tal vez un mal trato. No los hemos atendido como ustedes lo merecen, como ustedes lo necesitan. Yo estoy consciente que, para ustedes, no hay un horario de oficina, porque usted siente necesidad del sacerdote en diferentes horas del día y de la noche y no piensa en un horario de oficina. Perdónenos, porque a veces no les hemos atendido, porque no hemos vivido, tal vez, sacerdotalmente”.

Tengan misericordia y sigan orando, sigan pidiendo por nuestra santificación, pero también, desde este corazón episcopal les pido, promuevan en sus familias, en sus comunidades a los jóvenes para que quieran ser sacerdotes, desde ahí, desde el hogar, es el primer seminario. Mi papá y mi mamá son los primeros promotores de mi vocación sacerdotal. No pienses, papá, mamá, que tener un hijo sacerdote es una vergüenza, es una maldición. ¡No!, tener un hijo sacerdote es una bendición inmerecida, inmerecida”.

Por ello, el arzobispo pidió a las y los padres de familia promover desde sus hogares la vocación sacerdotal. “En su hogar, con su familia, con sus amigos, en su comunidad, yo necesito que promueva a los jóvenes para que quieran ser sacerdotes”.

Gracias por su oración, también gracias por su apoyo, por su colaboración y ayuda, la mayoría de los seminaristas vienen de familias pobres. Yo les he dicho aquí, en esta Iglesia Catedral, varias veces, porque una mujer, una ancianita me pagaba la colegiatura, yo soy sacerdote, porque mis padres no tenían para pagar la colegiatura de su hijo y una ancianita me entregaba mes por mes el dinero de mi colegiatura. Y aquí estoy, siempre agradecido con esa mujer, que fue generosa conmigo y me entregaba, me daba. Hoy, mis seminaristas también dicen: necesitamos que nos ayudes, que nos sostengas, que nos alimentes”, destacó el Arzobispo.

 

Te puede interesar: Destruye violencia la paz y armonía de los pueblos


aa

 

Relacionadas: