Inmovilismo para cumplir dictamen de SCJN sobre Chimalapas
Ancestrales diferencias impedirían acordar una reserva de la biosfera
- 162 mil hectáreas invadidas por chiapanecos forman parte del territorio oaxaqueño
- 473 años tienen los títulos primordiales sobre los cuales se basó la resolución
- 30 mil hectáreas forman parte del Área Comunitaria de Conservación
Tras la sentencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) que obligó a los gobiernos de Chiapas y Oaxaca aplicar un amplio plan de reordenamiento ecológico y defensa de la biodiversidad en la zona de Los Chimalapas, el próximo gobierno que encabezará Salomón Jara deberá actuar sin dilación.
Los ministros admitieron que esta resolución no podrá por sí misma zanjar un conflicto que tiene más de medio siglo, por lo que emplazaron a ambos gobiernos para que realicen consultas entre las comunidades y pueblos indígenas de la zona de Los Chimalapas, para que aporten su opinión sobre la resolución de las disputas existentes entre estas comunidades.
Al cumplirse un año de que el máximo tribunal constitucional le otorgó la razón histórica y jurídica a Oaxaca en la disputa por una superficie superior a las 160 mil hectáreas con base en argumentos jurídicos y planos primordiales que datan de 1549 y que rigieron los límites entre ambas entidades, el reto es titánico.
En esa zona donde los oaxaqueños han denunciado por décadas la presencia de talamontes, de invasores y daños a la selva aprovechando la disputa limítrofe ente ambas entidades, se determinó que bajo la supervisión de la Federación.
Ambos gobiernos deberán establecer mecanismos para garantizar la prestación de servicios públicos para las comunidades asentadas en la frontera entre las entidades y que no queden desprovistos de alguno de ellos; además, establecerán un programa de ordenamiento ecológico regional que abarque la zona limítrofe, en virtud de su gran biodiversidad.
Rechazan propuesta que sea una reserva
Ante tales diferencias entre Oaxaca y Chiapas, el presidente Andrés Manuel López Obrador hizo una propuesta dirigida a los gobernadores de Oaxaca y Chiapas, Alejandro Murat y Rutilio Escandón respectivamente, para que esa zona se convierta en Reserva de Biósfera Federal la Selva de los Chimalapas, ubicada en territorio oaxaqueño.
Planteó que los campesinos podrían obtener ingresos mediante el programa gubernamental Sembrando Vida y que podría ayudar a los pobladores oaxaqueños y chiapanecos a superar sus conflictos sociales.
En respuesta, el Comité Nacional para la Defensa y Conservación de Los Chimalapas (CNDyCCH) rechazó la propuesta. “Parece que el presidente de México y sus asesores no leen la historia de las grandes luchas que han librado Los Chimalapas en la defensa de sus tierras, precisó Miguel Ángel García Aguirre.
Recordó que en 1994 los zoques rechazaron la idea de que 44 mil hectáreas de selva alta perennifolia, propiedad de Santa María Chimalapa invadida por talamontes y ganaderos chiapanecos, se transformara en una reserva especial de la biósfera federal”.
En ese entonces, los comuneros tomaron la decisión de impedir que se consumara el despojo de sus tierras por parte del gobierno federal y con la complicidad de los gobiernos estatales de Chiapas y Oaxaca, y recuperaron masivamente las 44 mil hectáreas en 1994.
El coordinador indicó que desde 1967 les confirmaron la resolución de sus tierras por 600 mil hectáreas, mientras que a fines de 2021 la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) ratificó que 162 mil hectáreas de selvas y bosques, que habían sido invadidas por ejidatarios chiapanecos, forman parte del territorio oaxaqueño.
En el 2010, los comuneros del municipio de San Miguel Chimalapa, declararon una zona de 30 mil hectáreas ubicadas en la región oriente de los chimalapas, la Reserva Campesina Cordón del Retén, pero el gobierno federal de entonces no la reconoció hasta que cambió de nombre Área Comunitaria de Conservación Ecológica, donde hay bosques de pino, encino y de niebla, los más importantes de la biodiversidad.
