Oaxaca, cuarto mes con inflación mayor a 10%; básicos, 16.22%
Carestía de 10.24% no da tregua a oaxaqueños, huevo, tortilla, maíz, pan, arroz, pescado, leche, lista interminable
Israel Arango y su esposa Enriqueta atienden un puesto de frutas, verduras y hortalizas en el mercado de Las Flores, en Santa Lucía del Camino y, a diario, observan la fluctuación de los precios y las peripecias que amas de casa y consumidores deben de hacer para adquirir los básicos.
Los consumidores y comerciantes, sufren en carne propia el encarecimiento en alimentos que en Oaxaca de Juárez y su zona metropolitana alcanza ya el 16.22% solo en alimentos básicos comprendidos hortalizas, frutas, legumbres, granos, pan, carne, pollo, huevo, entre otros.
Con una carestía de 10.24% anual, el estado de Oaxaca reporta por cuarto mes consecutivo una inflación por arriba de los dos dígitos, 10% anualizada y es muy superior al promedio nacional del 8.7% reportado ayer por el Índice Nacional de Precios al Consumidor del INEGI, consultados por EL IMPARCIAL. La inflación en el estado está 1.54 puntos porcentuales por arriba del resto del país.
Los clientes han bajado a la mitad su consumo, señala Doña Enriqueta en su puesto de Las Flores; “si antes compraban 1 kilo de fruta, se llevan la mitad; quien compraba medio kilo, ahora solo pide un cuarto o apenas algunas piezas, indica”.
La ciudad de Santo Domingo Tehuantepec se mantiene como líder al ser la más cara del país con 10.78% de inflación en un año, de septiembre de 2021 al cierre del Mes de la Patria de 2022. Ocupa el primer lugar dentro de las 8 ciudades más caras del país con más de 10% de inflación. En ese grupo se encuentran Tapachula, Chiapas, Jacona y Morelia Michoacán, Campeche, Campeche; Torreón, Coahuila; Durango, Durango, Tepatitlán, Jalisco y Fresnillo, Zacatecas.
La Verde Antequera y su zona metropolitana de 22 municipios está a un tris de entrar en esa difícil lista, pues reporta una carestía de 9.9%, suficiente para ocupar el “top ten” de urbes más caras para los consumidores.
Baste un ejemplo de la apretujada situación económica que deben capotear los oaxaqueños. El huevo ya acumula un bestial incremento de 31.75%; el aceite reporta un aumento de 30% en un año, aunque ha contenido su desbocada carrera que ha elevado el precio por litro muy por encima de los 50 pesos cuando ya los 27 o 28 pesos era un precio escandaloso.
La pareja de locatarios de Las Flores señaló a El Mejor Diario de Oaxaca que “todo ha subido” pero en el último mes los cambios más dramáticos se registran en el ejote, la papa; “la calabaza, por ejemplo, se compraba como a 160 pesos la caja de 10 kilos, ahorita la agarramos en 300 pesos”, advierte que ello los ha afectado pues los obliga a reducir su margen de ganancia.
La carestía se ha extendido al pan, con un incremento promedio de 17.69% en un año; la tortilla, con un precio muy superior a los 23 o 24 pesos por kilo, que representa un repunte de 15.73% en un año, impulsada por el maíz de grano que está 17.96% por arriba del precio de septiembre del año pasado.
Ahora bien, para integrar la encuesta del Índice Nacional de precios al Consumidor (INPC) el INEGI indica que este se calcula a partir de 176 bienes y servicios para lo cual levanta encuestas en 55 ciudades del país; están consideradas la ciudad de Oaxaca y Santo Domingo Tehuantepec como las representativas de nuestro estado. Sólo en este año 2022, la Verde Antequera muestra una inflación de 8.23%, la tercera ciudad más cara de México en este año, apenas superada por Morelia y Jacona, Michoacán.
Por su parte, con 7.95% Santo Domingo Tehuantepec es la décima más cara para vivir; las urbes oaxaqueñas están entre las 32 urbes que superan el promedio de inflación nacional solo en 2022 que es de 6.19%. La capital es 2 puntos porcentuales más cara y el Istmo 1.75 más cara que el resto de la nación.
Cuando el jitomate está a 150 pesos se puede obtener fácil, pero cuando sube hasta 420 pesos por caja, es muy difícil comprarlo pues implica una mayor inversión y se vende mejor poco muy pocos tienen”, aclara la pareja de locatarios y toman el pulso de los consumidores. “Falta dinero y todo sube” concluyen como explicación a la carestía doña Queta y don Isra.
