Reconocimiento, más que una NOM, piden parteras tradicionales

Mujeres que practican la partería en el estado pidieron ayer voluntad de las instituciones de salud en el reconocimiento de este oficio, más allá de la creación de una Norma Oficial Mexicana (NOM) que anunció el Gobierno federal en beneficio de este sector.

Zoila Ríos Coca, médica, cirujana y partera, confió en que este elemento normativo aterrice en los hechos y no solo quede en el discurso, como ha sucedido desde hace varias décadas con anteriores gobiernos.

La también fundadora de Partera Diosas de la Oxitocina, destacó la importancia de conocer las propuestas de las autoridades en la creación de esta norma que busca reconocer el legado de pueblos originarios y la diversidad étnica, cultural, con posibilidad de que la pareja o familia estén en el momento de los nacimientos.

Será muy difícil que esto lo puedan llevar a las clínicas u hospitales públicos o privados, porque generalmente no les gusta ser vistos en lo que están haciendo, aunque lo hagan bien; y si lo hacen mal, van a perder esa posibilidad de defenderse cuando cometan actos de negligencia”, dijo.

Pidió considerar también que a la mayoría de las parteras que están en las comunidades difícilmente se les permite ejercer la partería si no están en un listado de los Servicios de salud, donde se tiene un registro aproximado de 2 mil 500 mujeres en esta práctica.

Está bien lo que se plantea, pero habrá que esperar qué es lo que dice la nueva norma y cómo se podrá implementar en los servicios públicos y privados”, resaltó Ríos Coca, quien coincidió en promover esta práctica que involucra a la familia.

Habrá que esperar y ver qué dice la norma por la cual aseguran trabajar de manera coordinada con la Secretaría de Salud. Mientras, es importante hacer visible esta condición de que la partería tradicional no solo se ha quedado en las comunidades originarias, sino también se ha desplazado en las ciudades”, agregó.

Cabe destacar que desde noviembre de 2017, esta agrupación ha atendido 75 partos, de los cuales, 36% ha sido en casas de partos, 1% en clínicas particulares y 63% en las viviendas de las mujeres en compañía de sus familiares.