Felipe Sánchez, un soldado de la pluma
Pionero en el periodismo de opinión, dejó huella imborrable con su columna cotidiana Escaparate Político
Literalmente fue un soldado de la pluma. Allá por los sesentas, después de la Masacre de Tlatelolco, Felipe Sánchez Jiménez se dio de baja del Ejército, decepcionado por lo que juzgó impropio de una institución armada: reprimir a sangre y fuego a los estudiantes.
Así fue como decidió probar suerte como reportero de Carteles del Sur, en donde aprendió del oficio de la mano de don Néstor Sánchez. Después trazó su propia ruta en El Imparcial y, paralelamente, como corresponsal de Excélsior.
Pionero en el periodismo de opinión, dejó huella imborrable con su columna cotidiana Escaparate Político. Hoy ya no está con nosotros. Ha emprendido un viaje eterno. Descanse en paz.