Reactivan ventas en Atzompa tras 2 años de profunda crisis
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Reactivan ventas en Atzompa tras 2 años de profunda crisis

Soportan aumentos en leña o gas y del propio barro


Reactivan ventas en Atzompa tras 2 años de profunda crisis | El Imparcial de Oaxaca

En las calles de Santa María Atzompa y en su Mercado de Artesanías, las piezas que representan el sustento diario y una tradición milenaria han sido objeto de la crisis económica por la pandemia de Covid-19. 

Más de 100 artesanas y artesanos agrupados en el mercado confirman que las ventas se desplomaron desde 2020 con las restricciones dictadas por la pandemia y la crisis económica que siguió a esta. 

Aunque empiezan a recuperar sus ventas, estas no se comparan con las previas a la emergencia y las expectativas siguen siendo bajas para la próxima temporada vacacional. La leña, el principal combustible para cocer el barro, y el barro mismo han aumentado sus costos, tanto de compra como del traslado.

En estos dos años de pandemia “nos fue malísimo, no tuvimos ventas, se tuvo que cerrar el mercado por tres meses y hasta ahorita está entrando gente, pero solo ven y se dan la vuelta”, cuenta Rufina Cruz, integrante de la mesa directiva del Mercado de Artesanías La Asunción. 

“El que compra, compra, y el que no, se tiene que ir porque a lo mejor solo vienen a ver y no les alcanza porque está difícil la situación”, lamenta la artesana, quien sin embargo confía en que a ella y sus compañeros les vaya “más o menos bien” en Semana Santa.

En sitios como estos, la ventas fueron mínimas, apenas para el sustento diario y comprar algo del material para elaborar nuevas piezas en barro conocido como loza verde, el natural o rojo y el de diversos colores según la imaginación y destreza de cada productor. Guardar 100 o 200 pesos de las ganancias ya no era posible, dice Rufina.

En este mercado las y los 118 artesanos son productores y vendedores de su trabajo, por lo que ante la falta de ganancias suficientes para pagar el sueldo de un personal, se organizan por equipos de seis personas para atender en cada día.

“Los días que no venimos trabajamos lo que podemos en casa, vamos por basura al campo para que nos rinda. Sale para la leña, pero para puro barro verde o pintado, pero no para el blanco”.

A la pandemia y la crisis, se sumó en los últimos meses o año el incremento en el precio de la leña y el gas. En Atzompa, pueblo con una tradición alfarera milenaria, solo unos cuantos artesanos o familias usan gas para cocer sus piezas. La mayor parte lo hace en hornos rústicos en los que el combustible son la leña o las maderas.

“Tendrá como seis meses que no hubo leña y ya empezó a entrar, pero carísima. Carros que agarrábamos a 2 mil 500 ahora están a 3 mil 500”, explica la artesana sobre el aumento de precio del principal combustible. Ante ello se han visto obligados a buscar ramas para complementar la quema de sus piezas.

Aunque el barro se obtiene de minas del pueblo, el acarreo de este o la compra a terceros han aumentado, por lo que prefieren ir con “diablitos” para traer su materia prima.

Pese a estas dificultades y sin apoyos gubernamentales, ha sido imposible aumentar el precio de las artesanías, explican artesanos de esta población. Y es que ante la persistente práctica del regateo y de la crisis económica tienen que sacrificar sus ganancias.

 


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