Doña Chonita, 92 años y estirpe de cocineras tradicionales

SANTA TERESA, HUAJUAPAN DE LEÓN.- Rodeada de sus comales, ollas de barro y jarras, así es como Asunción Vázquez Oropeza, mejor conocida como doña “Chonita”, atiende todos los días a sus visitantes; ella tiene 92 años de edad. 

La cocinera tradicional, originaria de Santa Teresa, Huajuapán de León, desde los 8 años aprendió a moler la masa en el metate, a elaborar tortilla con las manos, sin la ayuda del plástico ni la tortillera. 

Aunque la vida de preparar comida y aprender a cocinar se concretó cuando se casó, aproximadamente a los 14 años. 

De su enseñanza está dejando su tercera y cuarta generación en manos de hijas y nietas. Ahora, una bisnieta está incursionando como chef. 

De esta herencia encontramos a la cocinera, Olga Cabrera Oropeza, nieta y las hijas de doña Chonita: quienes presenciaron ayer la entrega de un reconocimiento a la señora de parte de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y Alimentos Condimentados (Canirac).

“Estoy muy contenta porque ustedes llegaron bien y que diosito los lleve bien; muchas gracias para quienes vinieron de lejos y a la hora que ustedes quieran llegar, serán bienvenidos”, señaló la cocinera. 

Se dijo contenta de seguir haciendo lo que le gusta, a esta edad. 

“Estoy contenta de poder hacer la comida, mi tortilla, mole, chocolate, aunque ya no veo bien”, señaló rodeada de sus hijas y nieta desde su cocina que se localiza en esta agencia de Huajuapan. 

“Preparo el mole de chileajo, el mole negro, el pozole, chiles rellenos, pero lo hago con gusto porque me encanta. Soy 7 oficios, sé coser, hacer pan”, relató la mujer que cuenta ya más de 9 décadas. 

DEVOTA

Asunción tiene en sus manos y sus años cientos de anécdotas de su actividad como cocinera tradicional y, entre eso, se siente orgullosa que con la venta de la comida pudo construir la capilla católica de Santa Teresa, Huajuapan. 

“Trabajando fui ahorrando dinero, unos cien mil y la levanté; así como la dejé, está ahorita, porque ya no le han hecho nada”, comentó.

De padres pastores de ganado, narra que nació en el campo, en los terrenos de esta tierra Mixteca y desde pequeña aprendió a trabajar desde las primeras horas del día. 

“A sus años, dice que no se siente cansada, que ella puede hacer más cosas”, indicaron las familiares. 

En su trayecto existen comidas de antaño y algunos platillos que tienen su sazón particular.

La mujer se siente orgullosa que las damas de su casa vayan aprendiendo a cocinar y les guste.  

Ayer la visitaron 29 chefs de diversos puntos del país que fueron invitados por la Canirac a fin de que pudieran conocer la comida de la señora, ícono de la región. 

La molienda en el metate

Aproximadamente en el año de 1937, la señora Chonita tenía 8 años y fue cuando empezó a aprender a realizar los primeros trabajos en la cocina. 

Recordó la manera tradicional de obtener la masa cuando los molinos eran escasos y las mujeres solían moler en el metate el maíz. 

“De 8 años molía, martajaba la masa y, como no teníamos qué comer, eso nos alimentaba. La tortilla se hacía con las manos y salían bonitas”, expresó. 

La oriunda de la región de la Mixteca ejerció varios oficios, sin embargo, en la elaboración de comida encontró la base para la mantención de sus 5 hijas y 2 nombres. 

“Siempre ha sido una mujer de trabajo. Está acostumbrada a levantarse desde muy temprano durante toda la vida y esa es la manera que nos enseñó”, dijo Olga Cabrera Oropeza. 

Entre sus enseñanzas, doña Chonita dejó sus versos: “Cuando vengan a Santa Teresa, se van por la carretera, quiebran a la derecha y se van por Jacaranda y hay un letrero donde dice: Aquí las mujeres mandan”.

Y es que, todos los días, las personas pueden disfrutar de los platillos que preparada doña Chonita desde esta agencia.  

Esta familia también elabora el tradicional pan de este municipio de la Mixteca como el pan de pulque, el corriente (así le llaman al que lleva agua, azúcar, harina y levadura) que era transportado en  burros y, por eso, también le conocen de esa manera. 

También tienen el pan elaborado con huevo, canela, harina y otros ingredientes que hace de estas piezas únicas de la región. 

A esta familia que está liderada por Chonita la abraza la tradición por el olor y el sabor.