Artesanos de Oaxaca se ven afectados tras la cancelación de la Guelaguetza
La economía de quienes se dedican a la venta de artesanías se ha visto afectada a raíz de la pandemia
El artesano de alebrijes, Ranulfo Santiago, sufrió afectaciones económicas debido a la pandemia de Covid-19 y ante la cancelación de la Guelaguetza, observó un panorama más complicado.
Opinó que una actividad alterna hubiera repercutido de forma positiva en el sector que cada año espera esta fiesta para vender sus piezas.
Ahora, se dedicó al campo y ante la cancelación de la máxima fiesta de los oaxaqueños, sugiere algún calendario de eventos para turistas a fin de que vengan a comprar los artículos.
Este sector iniciaba un año antes a preparar sus piezas a fin de exponerlas en esta festividad, situación que no ocurrió en este año ni en el pasado a consecuencia de la pandemia por Covid-19.
“Creo que sí debieron organizar una actividad aunque sea de manera ordenada aunque sea un 20 por ciento del auditorio, con filtros y un control de las personas que estén en la explanada, pero debe ser una estrategia de la autoridad”, comentó.
En San Antonio Arrazola están varios talleres de personas que se dedican a esta actividad y de la cual, dependen económicamente.
Para este sector, la Guelaguetza era una esperanza a fin de recuperar economía porque son familias enteras las que se dedican a elaborar artesanías.
“En la historia de artesanos no habíamos vivido una situación de esta manera, y el mercado extranjero que viene a dejar la derrama económica que llega con la Guelaguetza se suspendió y no hubo”, indicó.
Por eso, consideró que deben de buscarse alternativas a fin de que, el turismo llegue de manera paulatina porque son muchas las pérdidas económicas que se han registrado en estos meses de confinamiento voluntario.
“La Guelaguetza se tiene que preparar desde un año antes, porque son piezas que se deben elaborar en 3 meses, 6 meses o 1 año y se tarda para terminarlas”, expresó.
Cabe destacar que el artesano Ranulfo Santiago tiene sus artículos detenidos sin poder venderlos, esperando el momento que se reactive la actividad turística en beneficio del sector.
La Guelaguetza es el motor principal, “lamentamos que no se pudiera realizar, cuando vimos que las campañas sí se desarrollaron con concentración de personas de manera masiva”, comentó.
No obstante, acató las decisiones porque como artesano no pueden asumir otra determinación.
