“Torea” en un taxi al Covid y al desempleo 
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“Torea” en un taxi al Covid y al desempleo 

Cierra su pequeña papelería de San Antonio de la Cal ante la falta de clases


“Torea” en un taxi al Covid y al desempleo  | El Imparcial de Oaxaca

Sara Claudia Sánchez Bravo,  madre de dos hijos se aferró al volante de un taxi para sortear los estragos económicos que trajo consigo la pandemia de Covid 19; “150 pesos en ocasiones son la diferencia entre comer y no hacerlo”, relata.

Poco antes de que estallara la crisis sanitaria por el nuevo Coronavirus, la mujer de 50 años  pasaba los días atendiendo su propio negocio ubicado a las orillas de San Antonio de la Cal.

No obstante, tras el decreto de suspensión temporal de clases y que se ha alargado por más de  un ciclo escolar se vio obligada a cerrar su pequeña papelería en donde gustosa atendía a su clientela.

Con nostalgia relata las tardes y mañanas en las que debía comenzar muy temprano su jornada laboral, para atender a sus clientes mayormente jóvenes estudiantes de bachillerato.

A raíz de la epidemia cerró la escuela y la clientela  poco a poco comenzó a ausentarse y con ello las ventas diarias.

“Aunque mis hijos ya están en la carrera y me ayudan no podía quedarme en casa y volví a tomar un taxi de sitio para hacer posturas y sacar un ingreso que nos ayude en los gastos”, expone.

Gracias a las propias medidas sanitarias que se ha impuesto para brindar su servicio de transporte público, se ha salvado – como dice- de adquirir el mortal virus de Covid 19 y que en Oaxaca ha cobrado la vida de más de  3 mil 557 defunciones.

De acuerdo a los Servicios de Salud de Oaxaca (SSO) en la entidad se han contabilizado 46 mil 324 casos positivos de nuevo Coronavirus, con al menos 304 casos activos de la enfermedad.

“Hay días en los que sacamos 200 pesos o 250 pesos, y eso es muy importante porque no tenemos otros ingresos, aunque mis hijos ayudan pero siempre hay que meterle”, relata.

Sara confía en que el panorama mejorará con el avance de la vacunación sobre todo el aspecto económico, dado que espera poder reabrir el negocio y seguir con la venta de artículos escolares y tortas.

Nos vimos orillados a vender algunas pertenencias para sobrevivir ante la falta de empleo, pero poco a poco el cielo se ha despejado y pues tenemos que salir adelante, no hay muchas opciones”, dice sonriente.

San Antonio de la Cal aunque no se ubica dentro de los municipios con alta incidencia de la enfermedad que impuso el Semáforo de Riesgo epidemiológico mantiene sus restricciones y cese de actividades educativas presenciales.

Aun y cuando su casa de ubica frente a un centro escolar, la venta es nula, de ahí que haya optado por cambiar el mostrador por el volante, “tengo mis cuidados tanto por la enfermedad como por la inseguridad”, anota.

Dice disfrutar el estar frente al volante y brindar un servicio de transporte, “siento como que soy otra, fuerte de carácter y sin miedo porque la gente también percibe como somos”. 

Gustosa de intercambiar opiniones y relatos con sus pasajeros, ha vivido estos meses transportando pasajeros en su taxi de sitio del centro de la capital, lo que le ha dejado momentos de mucha gratitud.

Ella es de las pocas mujeres taxistas que laboran en el sector, pues como lo reconoce, es un sector duro, casi casi de puros hombres, pero las mujeres que ahí laboran demuestran fortaleza.

Se auto describe como una madre cariñosa, hogareña gustosa de sus labores y atenciones para su familia, mañana 10 de mayo aún no sabe si lo trabajará o se tomará el día para consentirse en su día.


aa

 

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