Arzobispo de Oaxaca pide fortalecer el amor entre la familia
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Arzobispo de Oaxaca pide fortalecer el amor entre la familia

Tenemos que aprender a amarnos, sólo así se sostiene la vida familiar: Vásquez Villalobos


Arzobispo de Oaxaca pide fortalecer el amor entre la familia | El Imparcial de Oaxaca

Por Rodrigo Martínez

“Si no tenemos a Dios en muestras vidas, no nos va a ir bien; si nunca le damos gracias y lo hacemos a un lado en nuestra vida familiar, no va a ser fácil salir adelante”, manifestó el arzobispo de la Arquidiócesis de Antequera-Oaxaca, Pedro Vázquez Villalobos.

Al celebrar el Día de la Sagrada Familia, pidió a buscar a Dios en nuestro hogar, porque “tenemos que saber vivir amándonos, de eso se trata la vida familiar. Cuando no hay amor y decimos tú para tu casa y yo para la mía, eso no quiere Dios; Dios los quiere unidos, perdonándose y teniéndose misericordia”.

En la misa dominical celebrada en la Catedral Metropolitana, dijo que necesitamos que nuestras familias sean fuertes, que estén siempre unidas y luchen y se esfuercen por superarse, por salir adelante, pero se necesita que cada uno de los miembros de la familia cumplamos debidamente con las virtudes domésticas que nos toca vivir en nuestro hogar.

Insistió: “Si no tenemos a Dios en nuestras familias, no nos va a ir bien en la vida. Si lo hacemos a un lado, si nunca lo buscamos, si nunca como familia nos reunimos para alabarlo, para bendecirlo, para darle gracias, si a Dios lo hacemos a un lado de nuestra vida familiar no va a ser fácil salir adelante”.

Quienes formamos las familias somos personas limitadas, frágiles, débiles, pecadoras, con virtudes, sí, pero también con defectos y es necesario que Dios esté ahí para que nosotros pidamos su auxilio, pidamos su bendición, pidamos su gracia, para que no perdamos esa armonía y esa paz en la vida familiar.

El arzobispo añadió que el otro aspecto es que tenemos que aprender a amarnos, sólo así se sostiene la vida familiar. Un hombre y una mujer se encuentran, se tratan, se conocen, sienten el llamado de Dios a ser esposos y hacen un compromiso: vivir el amor. Ese es el compromiso de quienes tienen la vocación al matrimonio: vivir el amor.

Y ese amor tiene que ir creciendo. No permitamos que el amor disminuya, que el amor se estanque, se detenga… ¡crezcan en el amor!. Ustedes, que han sido llamados a ser esposos, son los pilares que van a sostener la institución familiar y esto se sostiene con amor.

Hagan felices a aquellos con quienes viven, háganlos felices, llénenlos de gozo, llénenlos de alegría y eso será siempre bendición divina.

Que dios nos guarde y que todos como la familia de los hijos de Dios vivamos esa ternura y ese amor con el que nos trata Dios, que también nosotros tengamos ternura y tengamos amor en favor de los demás y, en primer lugar, en nuestra casa, demandó.