No existe la cultura de la donación de alimentos en Oaxaca
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No existe la cultura de la donación de alimentos en Oaxaca

Gerardo Gómez Tort, presidente del Banco de Alimentos de Oaxaca, considera que en nuestro estado fallamos todos: comerciantes y consumidores


No existe la cultura de la donación de alimentos en Oaxaca | El Imparcial de Oaxaca

“No existe la cultura de la donación en Oaxaca”, la sentencia es de Gerardo Gómez Tort, presidente del consejo del Banco de Alimentos de Oaxaca, una organización con 20 años de trayectoria en el estado, que a pesar de tener como objetivo el apoyo a familias de escasos recursos en el estado, ofreciendo productos con precios hasta 50 por ciento por debajo de su valor en el mercado, enfrenta graves obstáculos como la falta de apoyo de la ciudadanía, prácticas desfavorables de centros comerciales y hasta la competencia e incomprensión de las autoridades.

Actualmente, el Banco de Alimentos de Oaxaca (BAO) cuenta con un padrón de entre mil 500 y dos mil beneficiarios, quienes pueden adquirir despensas y productos que ofrece esta asociación.

El precio de una despensa con valor comercial de entre 150 y 250 pesos es de 85 pesos. Los alimentos se obtienen principalmente a través de la cadena de distribución de la Asociación Mexicana de Bancos de Alimentos, de donaciones en el estado se obtiene aproximadamente el 5 por ciento de los productos ofrecidos, asegura Dulce Aragón, gerente operativa del BAO.

“En Oaxaca hay una política muy rara, son empresas que prefieren que el producto se tire, incluso le echan colorante, a los pasteles, a la salchicha y a todo para que la gente no lo consuma, empresas que nos donaban salchicha y jamón, nos lo quieren donar de nuevo pero ahora le quitan la etiqueta y nos la bañan de pintura, cuando nuestros alimentos no son para animales, son para la gente”, expresa Gómez Tort.

En la iniciativa privada existen también obstáculos. Grandes cadenas comerciales, por ejemplo, en lugar de entregar en donación los excedentes prefieren revenderlos a intermediarios. “No solo en Oaxaca, pasa en todos lados, comercializan el producto que honestamente debe ser donado, para un beneficio, para la gente que lo necesita, pero en México no existe esa cultura”. En Europa, apunta, “están en la gloria, ahí hay tráileres, camionetas refrigeradas que salen de un supermercado, recogen dos toneladas de salchicha y jamón, se las llevan de inmediato a los comedores, aquí al revés, lo echan a la banqueta y le echan pintura para que no se consuma”.

La asociación, que actualmente concentra su trabajo en 38 grupos de 27 municipios, principalmente de los Valles Centrales, tiene como normativa interna mantenerse alejada tanto de partidos políticos, como de grupos empresariales, religiosos y del gobierno, que incluso llega a ser competencia del BAO.

Para el gobierno, explica, las despensas son para ganar algo, “nosotros no nos dedicamos a eso, a nosotros las campañas políticas nos perjudican, cuando vienen las campañas las personas desaparecen de nuestro padrón, las personas van con el engaño de que las despensas se las van a regalar todo el tiempo, después, ganó o no ganó su candidato desaparecen las despensas”.

El gobierno estatal, por su parte, ha mostrado durante años su desinterés por apoyar a esta organización. En casos como el de Puebla o Zacatecas, las autoridades estatales han fortalecido a la organización con apoyos como la donación de un terreno que les permita extender su labor a otras zonas.

En su búsqueda de mayores apoyos, el BAO enfrenta también el desinterés y desconocimiento de la sociedad. Cada año en el mes de octubre el banco realiza colectas de alimentos, con los que ha encontrado resultados desiguales.

Afectaciones por la crisis

Uno de los grupos de los que el BAO recibe constante apoyo es el de los mercaderes de la Central de Abastos, a quienes sin embargo la delicada situación económica les ha obligado a maximizar sus ganancias ofreciendo productos con alto abasto a precios muy bajos. “Buscan la forma de no tirar nada, de no regalar nada, pero si tienen algún producto que nos puedan donar nos lo otorgan, nos dan un promedio de 100 kilos diarios, 200 kilos, hasta 300, no hablamos de una gran cantidad”, asegura Gómez Tort.

“Lo que sucede en los mercados es que no somos la única asociación que recurre a ellos, hay una cantidad muy grande de personas que acuden a ellos, las monjas, las casas hogares, las casas de rehabilitación, incluso sabemos qué días podemos ir, qué días no podemos ir, se ha ido organizando, la necesidad en Oaxaca es mucha”, agrega Dulce Aragón.

“En Oaxaca rescatamos muy poquito, casi nada, en parte porque no hay una cultura no tanto de la donación, sino de ver a asociaciones como el Banco como vías para seguir aprovechando el producto”.

-¿Cuál sería su postura respecto a una ley de donación de alimentos?

-Sería una maravilla, no solo para la gente pobre, no solo para nosotros, sería una situación comunitaria a nivel nacional. Incluso para los costos de las empresas, se les está ofreciendo reducir un punto porcentual del ISR, la asociación de supermercados pedía 4 puntos. Si yo estoy tirando esos alimentos y no recibo nada, ahí se estancó la iniciativa, nunca caminó.

NUMERALIA:

  • El Banco de Alimentos de Oaxaca, es una organización con 20 años de trayectoria en el estado.
  • El BAO cuenta con un padrón de entre mil 500 y dos mil beneficiarios.
  • El precio de una despensa con valor comercial de entre 150 y 250 pesos es de 85 pesos.
  • De donaciones en el estado se obtiene aproximadamente el 5 por ciento de los productos.
  • El BAO ofrece productos con precios hasta 50 por ciento por debajo de su valor en el mercado.
  • La asociación, actualmente concentra su trabajo en 38 grupos de 27 municipios, principalmente de los Valles Centrales.
  • La Central de Abastos en promedio dona de 100 a 300 kilos diarios.

 


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