Covid detiene la venta de uniformes escolares en Oaxaca

“Únicamente esperamos llegar a enero del próximo año, porque la venta del nuevo ciclo escolar ya se nos cayó con el arranque de las clases virtuales, las ventas siguen en cero y ya pensamos en cerrar el negocio”, revela Eliezer Amurabi González, gerente de Creaciones Estetos, dedicado a la venta de uniformes escolares.

El año pasado, el gobierno del estado entregó a los alumnos cerca de 372 mil 498 vales de uniformes para el ciclo escolar distribuido en mil 873 planteles educativos de nivel básico (primaria – secundaria).

Sin embargo, debido a que el arranque del presente ciclo escolar, previsto para el próximo 24 de agosto, será a distancia, los negocios de venta de uniformes no esperan grandes ventas.

Eliezer Amurabi González sostiene que 2020 no ha sido de crecimiento, sino todo lo contrario, “tenemos una matriz y cuatro sucursales pero estamos pensando seriamente en cerrar lo más que se pueda”.

“Nuestras ventas son igual a cero, teníamos en esta temporada contratados a 22 personas en promedio y ahora solo mantenemos a dos, porque no tenemos ingresos”.

Incluso reconoce que han sobrevivido gracias a la administración correcta de la empresa lo que les valió aguantar durante cinco meses la ausencia de  ventas, pero en estos momentos ya piensa en vender algo de su patrimonio.

Los gastos los recortamos al mínimo y echamos mano de un terreno, porque no esperamos ventas mayores en los meses que vienen, mucho menos rescate o apoyo del gobierno.

“Tenemos sucursales en Oaxaca, dos; otra en Tuxtla Gutiérrez, Veracruz y Guadalajara pero actualmente las ventas se han desplomado con relación al año anterior en donde si fueron buenos tiempos, porque manejamos uniforme escolar, disfraz e industrial, pero todo está por los suelos”.

González  explica que desde marzo, con la llegada del Covid, se les arruinó la temporada de los desfiles de primavera y luego las clausuras, ahora la venta de uniformes porque las clases no serán presenciales.

“Estamos renegociando una deuda que arrastramos por cerca de 3.5 millones de pesos entre acreedores y rentas, no estamos acostumbrados a pedir al gobierno y nos estamos rascando con nuestras propias uñas y estamos solo sobreviviendo”.