“Quiero, pero no puedo”; mujeres apoyan el paro
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“Quiero, pero no puedo”; mujeres apoyan el paro

Aunque las obligaciones económicas o labores hacen que un sector de mujeres se vean impedidas para unirse a la huelga nacional, todas ellas entienden este momento de movilizaciones y lo respaldan


“Quiero, pero no puedo”; mujeres apoyan el paro | El Imparcial de Oaxaca

Cecilia y Valeria participan desde hace más de una década en marchas y protestas para exigir alto a la violencia contra las mujeres, pero este 9 de marzo no podrán participar en el paro nacional convocado a través de la iniciativa #UnDíaSinNosotras, porque son jefas de familia.

De 48 años de edad, Cecilia asegura que en cada marcha de apoyo a las mujeres es de las primeras en llegar. Empleada de una empresa privada, afirma que su participación en las protestas no interviene ni influyen en sus labores de oficina.

“Yo cumplo con mis horarios de trabajo y en mis ratos libres me organizo para ir a las marchas en contra de la desigualdad y para gritar que ya basta de tanta violencia contra las mujeres”, expresa.

Originaria de Santa Cruz Xoxocotlán, la madre de dos menores de edad, afirma que este 9 de marzo no podrá participar en el paro nacional porque es jefa de familia y depende de sus ingresos diarios.

“Yo sí quisiera participar, pero no tengo mi vida resuelta. Mi hijos dependen de mi salario y lo poco que gano al día no puedo perderlo porque es perder alimento y lo que necesitan mis hijos”, expuso.

Madre de dos varones, Cecilia sostiene los gastos familiares, porque el padre de sus hijos no asume su responsabilidad a pesar de la demanda para la pensión alimenticia que ella interpuso en su contra desde hace más de cinco años.

“Me cansé de luchar contra el sistema judicial; mi exesposo se desatendió y ya no quiero desgastarme más. Mientras no me moleste, yo sola puedo con mis niños”, expuso la mujer que los fines de semana vende tacos y memelas.

Cecilia afirma que los movimientos feministas, en la exigencia de la equidad y un alto a la violencia, deben ser apoyados pero en la medida de las posibilidades de cada persona.

“Yo me sumo a las marchas, a las protestas, a las exigencias por justicia de algún feminicidio o alguna injusticia contra las mujeres, pero no podré parar el 9 de marzo porque me hace falta el ingreso de ese día. A lo mejor las funcionarias, las diputadas u otras que no les afecte parar ese día, sí podrán hacerlo, pero yo no puedo darme ese lujo”, insistió.

Valeria, también jefa de familia y madre de una niña de 8 años, señala que este lunes, 9 de marzo, tiene “muchas cosas qué hacer”.

“Muchas quisiéramos unirnos, pero no se puede. En mi caso trabajaré ese día, pero apoyaré a las que no lo hagan portando un pañuelo verde, como una forma de solidaridad”, explicó.

Para este 9 de marzo, Valeria cree que la mayoría seguirá en sus actividades cotidianas, como la vendedora de pollo, la tortillera, las profesoras, las empleadas de comercios establecidos y las vendedoras ambulantes.

“Si todas ellas pararan, creo que habría grandes afectaciones, no solo para ellas, sino para la economía de un estado”, consideró la joven de 29 años de edad, ayudante de una tortillería y madre desde los 21.

Al igual que Cecilia, Valeria se sumará a la protesta del 9 de marzo pero sin parar labores. “En el país somos muchas mujeres que aunque quisiéramos, no vamos a parar labores; hacerlo, creo yo, solo nos afectaría a nosotras, a otras mujeres que necesitan del dinero de día para dar de comer a sus hijos”, insistió.

Para ambas, el apoyo en este 9 de marzo se realizará en el trabajo, respetando a aquellas que sí suspenderán actividades por un día, pero que creen será una minoría.

“La protesta de las mujeres está justificada, pero necesitamos realizar otras acciones donde todas nos sumemos. Un paro divide a muchas, no es tan fácil e incluye muchas repercusiones; he reflexionado y creo que ejercer el feminismo no es fácil en la vida real.Hay un distanciamiento entre las consignas feministas y la cotidianeidad de las mujeres para que se logre que más se sumen a este tipo de protestas, nos falta unidad”, dijo.

Ambas coincidieron en que cada mujer tendría que preguntarse cómo abonar a la lucha desde su competencia y generar que el feminismo llegue a las mujeres que suelen ser invisibilizadas, como las vendedoras de tortillas, de fruta o pollo; de aquellas que tienen a su cargo cocinas económicas y mujeres que dependen de otras.

Tanto Cecilia como Valeria forman parte del 40% de las mujeres oaxaqueñas que encabezan un hogar, conformado por dos o más hijos, según el último conteo del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

¿Qué hacer el 9 de marzo?

Para diferentes grupos feministas, unirse a la protesta este lunes en el paro nacional #UnDíaSinNosotras”, incluye no ir a los centros de trabajo, la escuela, tiendas, bares, cafeterías, restaurantes, cine, plazas comerciales u otro tipo de espacios públicos.

Tampoco hacer ejercicio al aire libre, no realizar labores domésticas ni de cuidado que no sean indispensables.

“No pidas ningún servicio a través de aplicaciones móviles, no vayas a pagar ningún servicio doméstico, no vayas al banco ni uses tarjetas bancarias. No uses las redes sociales ni plataformas de streaming, ni el transporte público”, invitan diversas organizaciones sociales y feministas por medio de las redes sociales.


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