Abandonan edificio central de Derecho

A más de tres años de los hechos violentos ocurridos en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca (UABJO), predecesora del glorioso Instituto de Ciencias y Artes de Oaxaca (ICAO), sus instalaciones siguen en el abandono.

Y es que el hecho vandálico fue producto de la férrea disputa (Noviembre de 2016) por la dirección de la Facultad de Derecho entre dos catedráticos universitarios, quienes se disputaron con violencia la conducción de una de las instituciones más saturadas de la Universidad.

Cabe recordar que el Instituto abrió sus puertas el 8 de enero de 1827 en la calle de San Nicolás (hoy Avenida Hidalgo), ahí se dio paso a una institución de gloria a nivel nacional e internacional.

La importancia de la creación de una institución de conocimiento universal que inició sus actividades con las cátedras de Medicina, Cirugía, Derecho Civil y Natural, Derecho Público, Derecho Canónico e Historia Eclesiástica, Economía Política, Estadística, Física y Geografía, Lógica, Matemáticas, Ética, Inglés y Francés.

En el marco de su aniversario número 93, la puerta lateral localizada sobre la calle de Macedonio Alcalá quemada por pseudoestudiantes hace tres años, luce en completo deterioro, al igual que dos aulas y el corredor principal.

Ambos espacios presentan los rastros del fuego que consumió la madera así como material de oficina y papelería, además las llamas alcanzaron los techos de ladrillo rojo.

Por sus aulas pasaron personajes que hicieron historia en la vida política de México y del mundo, como Benito Juárez García, Matías Romero, Porfirio Díaz y Marcos Pérez, entre otros.

Con la creación del Instituto, se sentaron las bases de lo que hoy es la UABJO, no obstante el edificio central luce con poca actividad educativa tras años de conflictos internos y de daños al inmueble histórico.

El cronista de la Ciudad, Jorge Bueno Sánchez, opinó que el ICAO fue el más influyente del siglo XIX entre las instituciones de educación superior que se crearon en esa época en toda la República Mexicana.

Pues recordó que el Instituto de Ciencias y Artes de Oaxaca fue una alternativa a la educación religiosa que se impartía en el Seminario Conciliar de la Santa Cruz, se refirió al Benemérito de las Américas: Benito Juárez García, como el hombre que dejó de ser indígena cuando se fue al destierro, y luego supo ser el líder incuestionable que se rodeó de gente inteligente y valioso para llevar a buen término la Reforma del país.

Celebró al Instituto que surgió en los primeros años de la vida independiente en México, en las efervescencias de las ideas liberales, respondiendo a las necesidades económicas, políticas y sobre todo, culturales de la situación del país, siendo gobernador el licenciado don Ignacio Morales.

El aporte del Instituto de Ciencias y Artes de Oaxaca (ICAO) al Liberalismo mexicano en el siglo XIX comenzó en las aulas, donde se formó la parte sustancial de la generación de la Reforma, luego aportó las ideas para la interpretación de la realidad que se vivía y las puso en práctica.

Otro universitario, Porfirio Santibáñez, expresó que la primera Constitución de Oaxaca y la Ley General de Instrucción Pública de 1926 dio origen al Instituto de Ciencias y Artes (ICA), y para precisar los aportes de la naciente institución educativa al liberalismo mexicano refirió el discurso inaugural del ICAO pronunciado por el entonces senador oaxaqueño, Juan José Canseco, en el que se establecen las bases.

Habló del conocimiento y la libertad como dos de los valores existentes en la época, y señaló que “la libertad es el primero y principal de los derechos, es la pasión más fuerte del hombre, es el derecho supremo de la dignidad humana”.

Santibáñez subrayó que el ICAO nació en condiciones precarias, en una vecindad rodeada por habitantes pobres que se ubicaba donde hoy es la calle Hidalgo del Centro Histórico.

Sin embargo, afirmó que el aporte del Instituto son las nuevas ideas, como el de la evolución que es la trama de la vida, uno de los ejes de toda sociedad y de la propia naturaleza.