Persiste en los penales el autogobierno: CNDH
El Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria 2019 coloca a las cárceles oaxaqueñas a media tabla
Aunque mejoró su calificación, en el Sistema Penitenciario de Oaxaca persiste el autogobierno, así lo detalla el Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria 2019 de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), que colocó a las cárceles oaxaqueñas a media tabla a nivel nacional, con una calificación de 6.66 y amarillo en su semáforo.
Tres son las entidades que tienen las calificaciones más bajas, en rojo: Tamaulipas (5.42), Guerrero (5.92) y Veracruz (5.94). Mientras que Querétaro, Tlaxcala, Coahuila y Guanajuato cuentan una calificación superior a 8, verde en el semáforo de la CNDH.
Del Diagnóstico Nacional se analizaron estadísticas sobre autogobierno, actividades ilícitas, existencia de cobros/extorsión, sobrepoblación, incidentes violentos y quejas por violaciones a derechos humanos.
El Centro de Reinserción Social (Cereso) número 1, la Penitenciaría Santa María Ixcotel, tuvo una calificación de 6.44 y mostró deficiencias en los servicios de salud y alimentación, insuficiencia de programas para la prevención y atención de incidentes violentos, además de insuficiencia de vías para la remisión de quejas de probables violaciones a los derechos humanos.
Presenta, además, insuficiencia de personal de seguridad y custodia, deficiencias en el procedimiento para la imposición de las sanciones disciplinarias, ejercicio de funciones de autoridad por personas privadas de la libertad, condiciones de autogobierno/cogobierno y muestra presencia de actividades ilícitas y cobros.
El Cereso número 7 en Tehuantepec, tuvo una calificación de 6.46 y muestra una deficiente separación entre hombres y mujeres. Además, tiene deficientes condiciones materiales e higiene de instalaciones, principalmente del área médica y deficiencias en la alimentación.
El Cereso Femenil Tanivet tuvo la mejor calificación de Oaxaca, con 7.44, aunque mostró deficiencias en los servicios de salud y en la alimentación, además de insuficiencia en los programas para la prevención de adicciones y desintoxicación voluntaria.
Por su parte, el Cereso número 3 Miahuatlán tuvo una calificación de 6.31, mostrando deficiencias en los servicios de salud y en la atención a personas internas en condiciones de aislamiento. Además de insuficiencia de personal de seguridad y custodia y en los procedimientos para la imposición de las sanciones disciplinarias y la presencia de actividades ilícitas y cobros.
