Presión social, aliada contra impunidad: GESMujer

La presidenta del Grupo de Estudios sobre la Mujer “Rosario Castellanos” (GESMujer), Angélica Ayala Ortiz, afirmó que la aprehensión de dos presuntos autores materiales de la agresión con ácido a la joven María Elena “es solo el principio de un largo camino para que alcance justicia”.

“Este indignante hecho, que movilizó a las organizaciones y colectivas feministas, así como a la ciudadanía en general, muestra que la presión social y mediática puede contribuir a que las instituciones encargadas de procurar justicia cumplan con la labor que tienen encomendada”, expuso.

Señaló que como organización defensora de los derechos humanos de las mujeres, permanentemente se enfrentan a un sistema que en lugar de seguir protocolos orientados a la investigación desde una perspectiva de género, siguen una serie de pasos que dificultan el acceso a la justicia de las mujeres.

“En el caso de María Elena, como en otros casos, la primera actuación de las autoridades es comprometer a las víctimas a no hacer pública la situación, como argumento para no entorpecer el trabajo de la Fiscalía; después, en el proceso de integración de la carpeta de investigación, clasifican el delito como lesiones e incluso como lesiones graves, sin contemplar las condiciones por razón de género presentes en el acto”.

Sin embargo, señaló que en este caso donde se dio la reclasificación del delito como tentativa de feminicidio, representa un avance, “pero falta aún la detención del autor intelectual del ataque a María Elena, lo cual es un gran reto.

“Desafortunadamente, cuando se tiene poder y recursos económicos, materiales y políticos, el riesgo de que impere la impunidad es alto. Falta su captura, llevarle ante la justicia, que en el proceso se juzgue con apego a derecho, con los agravantes por razón de género y que su sentencia muestre que no se tolerará la violencia hacia las mujeres”, expuso.

Lamentó que la vida de la joven jamás volverá a ser la misma, luego de un acto de poder misógino que le arrebató su integridad física y emocional.