Festejan a la "patrona" de Oaxaca
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Festejan a la “patrona” de Oaxaca

A 400 años de su presencia en Oaxaca, la devoción a la Virgen de la Soledad sigue viva.


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La Virgen de la Soledad ha hecho el silencioso pero inmenso milagro de unificar multitud de lenguas y diferentes razas de características bien definidas, en un conjunto armonioso, equilibrado y bien perfilado.

“Bajo sus manos caben todos los oaxaqueños sin distinción de ninguna clase: el sabio, el ignorante, el bueno y el malo, el rico y el pobre; por eso también, ella unifica esas distinciones de razas, de lenguas, de costumbres”.

Pedro Vásquez Villalobos, arzobispo de Antequera Oaxaca, recordó que han pasado 400 años de la aparición de la Virgen de la Soledad y los oaxaqueños viven a partir del 15 de diciembre del 2019 a noviembre del 2020 un Año Jubilar por su presencia bendita.

Esta celebración busca la unión de la iglesia católica, fue aprobada por el Papa Francisco, y considera que el rito de apertura de la Puerta Santa se replique en la iglesia seleccionada por cada decanato.

Poco a poco, oaxaqueños y creyentes de otras entidades del país ya se alistan para celebrar a Nuestra Señora de la Soledad, la también llamada Patrona de Oaxaca, para recordar aquel 18 de diciembre de 1620, cuando algunos atribuyen el descubrimiento de su rostro y manos en una caja a los pies de una ermita.

Días propicios para agradecer los milagros concedidos de la santa patrona, pues desde ahora poco a poco ya se preparan las peregrinaciones, con carros alegóricos que hoy llegan a su santuario y en donde en los primeros minutos de este miércoles participaron en las tradicionales mañanitas.

Durante la madrugada, cada hora, grupos musicales llegaron a rendir culto, además, convivir con quienes llegaron al festejo, degustar y participar en la verbena instalada en el jardín Morelos y la calle de Independencia.

En el atrio, grupos musicales tocan para alegrar el día, como parte de la ofrenda que le han traído a la Virgen.

Los feligreses llegan de diversas localidades y regiones de Oaxaca, también acuden de otros estados y se suman a los festejos que se han preparado en este sentido.

También participan en las misas que se realizan cada hora, además de pasar bajo el manto de la virgen para recibir bendiciones que ayuden a continuar en la vida.

Doña Jovita García ya se encuentra orando en el templo, apoyada con un bastón y de buen humor, confía: “a mis 77 años doy gracias a Dios y la Virgen de la Soledad por darme salud”.

Debido a su avanzada edad, dijo que prefiere visitar a la Virgen días antes de su festividad porque ya no puede caminar entre los cientos de fieles que abarrotan el templo. “Así lo hago desde hace varios años”, agregó.

Desde ayer, salieron en peregrinación varias personas de todas las etnias oaxaqueñas, para arribar a la Basílica a oír misa y cantar las mañanitas a la Virgen.

Otras personas también llevan a sus vírgenes para que sean bendecidas, no faltan quienes también se toman selfies o quienes llevan flores, veladoras.

Ya se preparan quienes participaran con sus danzas, como la de Los Negritos, el Tigre, de la Pluma, de los Cuerudos, de los Machetes, el Jarabe Mixteco, los chenteños, las chilenas, los sones costeños y el fandango del Valle.

 

Pasión de los Oaxaqueños

Nuestra Señora de la Soledad, además de ser Patrona de Oaxaca, lo fue de los marinos los cuales la llenaron de perlas en ofrenda por sus grandes milagros.

Al fundarse la ciudad de la Antequera de Oaxaca en el año de 1532, por orden de Carlos V, se inició la construcción de espacios de culto, apoyando así la obra de la Evangelización en estas tierras.

Es bajo este concepto que después de 50 años de fundada la ciudad se hace mención de una cofradía dedicada a San Sebastián y la Soledad de Nuestra Señora establecida en una ermita del mismo nombre.

Narra la piadosa leyenda que en 1617, (otras versiones supuestamente registran los hechos en 1543, aludiendo a la mención de la dicha cofradía), un arriero que venía del puerto de Veracruz hacia Guatemala, llevaba una recua de mulas y en los cerros de la cercana a la Ciudad de la Antequera de Oaxaca, una mula sin saber de dónde, se unió a la recua cargada con una caja.

Al observar el arriero que nadie la reclamaba, siguió su camino y ya en la ciudad al pasar a tomar agua para los animales frente a la Ermita de San Sebastián Mártir, la mencionada mula se echó por el peso de la carga misteriosa que llevaba.

Desesperado el hombre, porque no había poder humano que la hiciera levantar, y poder así reanudar su camino, y para no meterse en problemas, llamó a las autoridades civiles para abrir la caja.

Al llegar éstos, se abrió el contenido, percatándose que contenía una imagen de Cristo Resucitado junto con una cabeza y manos labradas y con un rótulo que decía “Nuestra Señora de la Soledad al pie de la Cruz“. La mula al no sentir su peso se levantó y momentos después cayó muerta.

Ante el asombro al descubrir tales objetos por lo que las autoridades en ese momento objetaron que tal asunto no era de su competencia y llamaron a la autoridad eclesiástica para que decidieran que hacer ante el hecho.

El Obispo de la ciudad, Fray Bartolomé Bohórquez ordenó que era señal del cielo que la imagen de María Santísima en su Soledad fuera albergada temporalmente en la humilde ermita frente a la cual se produjeron tales acontecimientos y para mayor honra de la Virgen ordenó que sobre el inmueble se construyera un Santuario a la Madre de Cristo que se había dignado en dejar su efigie en la ciudad Oaxaqueña; mientras la imagen del Cristo Resucitado fue enviado a la Ermita de la Santa Veracruz, hoy Templo del Carmen de Arriba.

Las imágenes son de suponer que procedían de algún taller español con destino a Guatemala.

El primer templo dedicado a la Virgen de la Soledad en la ciudad de Oaxaca fue construido en los primeros años posteriores a la Conquista de México.

Cuando en 1532 el rey Carlos I de España concedió el título de ciudad a la Antequera de Oaxaca, se elevó en las inmediaciones del cerro del Fortín un pequeño santuario que fue dedicado a San Sebastián.

El templo incluía una pequeña capilla dedicada a la Virgen de La Soledad.

El edificio de la Basílica inicio su construcción hacia 1682 y en 1690 fue consagrada por el obispo Sariñana y Cuenca, las obras estuvieron a cargo del fraile betlemita Sebastián de San Felipe.

La Basílica de La Soledad posee una planta de cruz latina y el material esencial del edificio es la cantera verde, una piedra muy común en algunas partes de Oaxaca.

Nuestra Señora de la Soledad, fue coronada pontificiamente el 18 de enero de 1904. Tal coronación fue posible gracias al esfuerzo del primer arzobispo de la ciudad de la Antequera de Oaxaca, don Eulogio Gillow y Zavalza.

La corona fue hecha con las joyas y esmeraldas que donó el prelado y que pertenecieron a su señora madre Doña María Josefa Zavalza y Gutiérrez, Condesa de Selva Nevada. Siendo Delegado de su Santidad San Pío X en tal solemnidad, Monseñor Ridolfi.

El Santuario fue elevado a la dignidad de Basílica Menor, agregada a la Basílica de San Juan de Letrán en Roma, bajo el pontificado de San Juan XXIII en 1960. Durante el primer viaje a México que hizo el Papa San Juan Pablo II, el 29 de enero de 1979 llegó a Oaxaca y en la Basílica se postró ante la venerable imagen de María. Monseñor Bartolomé Carrasco Briceño, Arzobispo de Oaxaca le hizo entrega de una réplica en plata de la Virgen oaxaqueña en nombre de toda la arquidiócesis. Luego, emocionado, Juan Pablo II pidió a los Obispos se acercaran para impartir la bendición «Urbi et orbi”. Entre Lágrimas, vivas y porras, tapizaron el acto. El Arzobispo dijo al Papa: “También los oaxaqueños amamos a la Virgen”.

 

CAMINO DE LA FE

1617, mula se echó frente a la Ermita de San Sebastián Mártir, llevaba el rostro y manos de la Virgen.

1532, primer templo construido para la Virgen de la Soledad.

Entre 1682 y en 1690 se construyó basílica.

18 de enero de 1904, nuestra Señora de la Soledad, fue coronada pontificiamente.

1960, el Santuario fue elevado a la dignidad de Basílica Menor.

Enero de 1979, el Papa Juan Pablo II visita a Virgen de la Soledad en Oaxaca, y se postra ante ella.


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