Comer basura, la dieta en los cinturones de pobreza en Oaxaca
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Comer basura, la dieta en los cinturones de pobreza en Oaxaca

Encontrar una lata de atún caduca pero cerrada, es un tesoro para los pepenadores que encuentran alimentos entre los desechos de la gente; el desempleo, la enfermedad o el desamparo han llevado a cientos de personas a escarbar en montañas de residuos para sobrevivir.


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A pesar de las cifras optimistas de las autoridades encargadas de abatir la pobreza en Oaxaca, existen familias que en 15 años no han superado los rezagos que enfrentan en los cinturones de la miseria en la Zona Metropolitana de Oaxaca (ZMO).

Los habitantes que fundaron la colonia El Manantial, alrededor del basurero municipal que se ubica en la parte alta de la agencia de Vicente Guerrero, en el municipio de la Villa de Zaachila, aún viven y comen de la basura.

 

PREFIEREN PEPENAR QUE MORIR DE HAMBRE

Isabel Vicente Arreola emigró hace 19 años de una pequeña localidad de Pinotepa Nacional para buscar mejores condiciones de vida en la zona conurbada de la ciudad de Oaxaca. Por azares del destino adquirió un pequeño predio en la parte alta de lo que era la colonia Vicente Guerrero.

“Llegamos por allá de 1999, 2000; nos tocó fundar esta colonia junto con compañeros que venían huyendo de la pobreza. Llegamos acá y encontramos también lo mismo pero le hemos echado ganas para sobrevivir”.

Refiere que desde su llegada, la zona carecía de todos los servicios básicos como agua, luz, drenaje, alumbrado público. “No había nada, era un cerrito y lo único que teníamos cerca era el basurero”.

“Con el sacrificio de todos los que llegamos, como hormiguitas fuimos avanzado para abrir caminos, cada quien puso su granito de arena. La basura la veíamos como contaminación, pero nos animamos a quedarnos porque hasta un letrero había donde se anunciaba que próximamente iban a cerrar el basurero”.

“Después nos dijeron que seguiría operando, cuando preguntamos, en el gobierno nos dijeron que no era posible cerrarlo. Al contrario, ampliaron; pero lo que antes veíamos como un problema, ahora nos da comer”.

Doña Isabel explica que al no encontrar empleo en la ciudad, se vio obligada, junto con varios vecinos, a escarbar en el basurero para conseguir sus alimentos, “no fue nada fácil porque los que ya trabajaban nos amenazaban y golpeaban para impedir que entráramos”.

“Tratábamos de entrar cuando los que trabajan en el día se iban, solo agarrábamos lo que sobraba pero no teníamos el permiso de ellos, solamente ingresábamos de contrabando, después entendieron nuestra condición y nos dieron esa oportunidad para tomar lo que sobraba, pero todo se acabó en el 2012 cuando llegaron los del Frente Popular 14 de Junio, poco a poco empezaron a meterse, quisimos platicar con ellos para compartir la basura pero después nos corrieron de una manera muy cruel, nos golpearon y bañaron en sangre, tuvimos que dejar nuestro trabajo”.

Para los pepenadores de la colonia El Manantial, del 2012 a 2017, cuando fueron desalojados por los seguidores del FP 14, buscaron otras opciones para subsistir, la mayoría de los hombres se fueron a trabajar en la albañilería, en tanto las mujeres buscaron empleos como trabajadoras del hogar.

“En esos años no teníamos ni para comer, había ocasiones que ni siquiera había tortilla dura, apenas unos granitos de frijol porque de repente conseguíamos trabajo pero era mal pagado”.
“Después me quedé sola, mi esposo se fue y cuando se fueron los invasores el 3 de julio de 2017, nuevamente buscamos la oportunidad de regresar al basurero, en 2018 logramos entrar otra vez, fuimos de nuevo al basurero porque allá encontramos aunque sea para sacar un kilo de tortillas”.

“Fue mucha nuestra necesidad que buscamos regresar al basurero, tuvimos que entrar bajo las garras de las personas que han trabajo por años en este lugar, teníamos hambre y antes de morir entramos con todos los riesgos, nos querían correr pero entendieron que solamente íbamos por un poco de lo que ya dejaban, les dije que mis compañeros tenían hambre, no tenemos trabajo, nos aceptaron y con eso sobrevivimos”, relata doña Isabel.

Comenta que al acudir al basurero, no solamente recolecta material reciclable como PET, cartones, latas o ropa, “también seguimos buscando comida, a veces la gente tira cosas que ya caducaron o verdura que ya no les sirve, para nosotros es una buena fuente de alimento y por eso les pedimos que si tiran algo que ya no se van a comer que no habrán las latas, que los echen tal como están al camión recolector y acá lo aprovechamos, cuando Dios nos bendice encontramos de vez en cuando un celular o un reloj viejito, preferimos trabajar así dignamente que andar robando”.

 

ENTRE LA NECESIDAD Y LA DESGRACIA

La familia de don Sergio García, es otra de las que habitan en la parte alta de la colonia, donde se carece de todo y la única manera de sobrevivir es a través de lo que se consigue en los desechos que provienen de los municipios conurbados.

Oriundo de Pluma Hidalgo, también llegó a los Valles Centrales en busca de mejores condiciones de vida. “Durante muchos años trabajé como maestro albañil, me iba bien porque había chamba, pero desgraciadamente hace cinco años me dio una embolia que atacó mi brazo”.

Desde entonces se vio obligado a dejar su trabajo como obrero para dedicarse a pepenar, junto con su esposa e hija, pues no había otra manera de subsistir en medio de la gran urbe donde la mayoría de los trabajos no ofrecen garantías, mucho menos seguridad social.

“Como maestro albañil ganaba entre mil 500 a 2 mil a la semana, con eso me alcanzó para pagar mi terreno y hacer mi casa, ahora como pepenador apenas voy sacando entre 400 a 500 pesos a la semana, con eso la vamos sorteando”.

Junto con su esposa Seneida Luna y su hija Azucena Jazmín Hernández, acuden diariamente al basurero para recolectar material de PET, lámina, cobre, bronce, papeles, cartones, plástico duro y todo lo que se pueda reciclar para venderlo.

A pesar de que toda la familia acude a pepenar, las ganancias por la venta del material reciclado no alcanzan para adquirir todo lo necesario, es por ello que Azucena, madre de dos pequeños, se ve obligada a buscar otras fuentes de ingreso.

“Con mis hijos de 2 y 8 años de edad, tengo que buscarle para mantenerlos; el mayor tiene alguna discapacidad, no habla y no oye bien, por eso durante el día busco trabajar en otros lugares y no les falte nada”.

Azucena, de 20 años de edad, expone que con 70 pesos al día tiene que darles alimentación, ropa y comida a sus pequeños hijos. “Soy madre soltera entonces tengo que buscarle para poder salir hacia delante”.

 

El Manantial, una colonia de muy alta marginación

El presidente de la Colonia El Manantial, Artemio Desiderio Martínez, informó que este asentamiento humano se formó en 1999 con personas de escasos recursos que provenían de las diferentes regiones de Oaxaca, buscando una mejor condición de vida.

“Llegaron para tratar de mejorar sus condiciones de vida, se asentaron en este lugar porque encontraron predios a bajo costo de 40 a 50 mil pesos y los fueron pagando de a poco, la mayoría se dedica a la albañilería, otros trabajan en la Central de Abasto y, 50 entre mujeres y hombres, se dedican a pepenar”.

Destacó que los pepenadores no solamente buscan materiales para reciclar, “algunos van en busca de alimento, de acuerdo a los estudios que han realizado las autoridades federales, nuestra colonia es considerada de muy alta marginación”.

Desiderio Martínez dijo que el basurero también ha generado enfermedades como infecciones estomacales y fiebre. “De repente hay casos de niños que han fallecido no sabemos porqué causas, ha habido tres casos: el último fue en febrero, cuando una niña de 3 días de nacida falleció, hemos solicitado un centro de salud en la colonia pero hasta el momento no se ha logrado”, apuntó.

 

Pobreza, monstruo imparable

En una década, 360 mil oaxaqueños engrosaron las filas de la pobreza, es decir, este sector social creció 4.6% en dicho periodo de acuerdo al reporte del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), “10 años de medición de pobreza en México 2008-2018”.


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